ENTREVISTA - ÀGUEDA MICÓ, ASPIRANTE A LIDERAR EL BLOC

"El Bloc ya está en Champions League y el objetivo es ser la fuerza hegemónica del País Valencià"

A una semana del congreso de la formación nacionalista, la responsable de Organización valora que su equipo y el de Rafa Carbonell vayan a sentarse a negociar por el consenso, aunque considera "injustas" las críticas recibidas desde ese sector

15/05/2016 - 

VALENCIA. Àgueda Micó (L'Olleria, 1978) es la actual secretaria de Organización del Bloc y aspira a convertirse el próximo fin de semana en la nueva líder de la formación nacionalista. Para ello, deberá superar al otro aspirante, el jefe de Gabinete de la Conselleria de Economía, Rafa Carbonell. Este mismo lunes, los equipos de ambos dirigentes se sentarán para buscar un posible consenso y evitar así llegar a un cónclave de confrontación.

Profesora asociada en el Departamento de Ciencia Política y de la Administración de la Universidad de Valencia, Micó fue concejal durante 12 años en su municipio, además de ocupar varios cargos de responsabilidad en el Bloc y en Compromís. Desde 2012, está al frente del área de Organización de la formación nacionalista. Además, formó parte del equipo de negociaciones del Pacto del Botánico y ha dirigido las tres últimas campañas de su partido.

Durante el proceso, se ha enfrentado a duras críticas emitidas desde la candidatura rival, una circunstancia que no le ha llevado a protagonizar reacciones estridentes. "Mi principal objetivo siempre es trabajar en positivo y más aún cuando mi meta es contribuir a que nos convirtamos en la fuerza hegemónica del País Valenciano", recalca.

-¿Cómo valora la propuesta de consenso de Rafa Carbonell para el congreso del Bloc?
-Desde el primer momento mi candidatura ha sido de integración, como hemos demostrado presentando a personas que, por así decirlo, no proceden de la sensibilidad que yo provengo. En este sentido, quiero que quede claro que nosotros ya impulsamos una enmienda hace dos semanas para buscar la máxima representación en una misma candidatura. Así que me parece bien que Rafa Carbonell se sume a hacer una propuesta de consenso, pero nosotros ya lo hicimos y, de hecho, llevamos instándoles toda la semana a una reunión. Finalmente, han preferido pasar el encuentro al lunes. 

-Pero de salida, ¿cómo ve la propuesta?
-Sinceramente yo creo que Rafa y su equipo han hecho lo mismo que nosotros: han puesto sobre la mesa una proposición que sirva para empezar a hablar. Ni la nuestra ni la suya deben de ser cerradas porque si no, no habrá acuerdo. Ahora bien, quiero destacar que la nuestra es una candidatura de integración y además es muy profesional: las personas tienen una formación muy específica que ofrecen el perfil idóneo para lo que queremos. 

-¿Y por qué su propuesta no ha valido para sentarse a hablar?
-Bueno, no lo sé. Supongo que cada uno quiere marcar su tempo. Quizá han preferido intentar el aplazamiento del Congreso y, al no obtener el resultado deseado en la votación del Consell Nacional, han decidido tomar otro camino.

-¿Cree que lo que se vio numéricamente en esa votación del Consell Nacional podría ser extrapolable al respaldo que tiene cada candidatura?
-Puede ser, aunque no tiene por qué. Al final, es un congreso asambleario en el que pueden participar más de 2.000 militantes inscritos. Sí que tengo la percepción de que nuestra manera de presentar la candidatura, el objetivo de integración y la forma en positivo de exponer lo que queremos está gustando a la militancia. Es el camino que debemos seguir.

-Con el hecho de celebrar un congreso asambleario con más de 2.000 personas apuntadas y en un escenario como Feria Valencia, ¿qué se pretende decir a la sociedad?
-Al Bloc nos ha cambiado la vida tras las últimas elecciones locales y autonómicas. Tenemos otra manera de hacer las cosas y afrontar la situación en la que estamos. Abordar un congreso asambleario forma parte de la idea que ha tenido esta Ejecutiva de reforzar lo que somos y profundizar en esa manera de hacer política que es muy nuestra, muy asamblearia. Y también queremos, por supuesto, transmitir una imagen de empoderamiento. Al fin y al cabo, con el Bloc y Compromís el valencianismo político se ha convertido en un actor principal en el País Valencià. Sustentamos el gobierno de la Generalitat y no solo eso, además de las grandes ciudades en las que estamos al frente, estamos presentes en unos 250 gobiernos municipales, tenemos 80 alcaldías y casi 800 regidores... estamos hablando de la Champions League. Sobre esto, el objetivo de mi candidatura es conseguir que nos convirtamos en la fuerza hegemónica del País Valencià.

-¿Y que se necesita para ello?
-Para ello tenemos que reforzar nuestra estructura y poner el partido al nivel de las instituciones en las que estamos. Hemos tenido un cambio radical a nivel institucional pero en el partido no hemos podido hacer todavía esta transformación. Al contrario, se ha debilitado la dirección nacional porque miembros de la misma y de las cúpulas comarcales y locales han pasado a formar parte de los distintos gobiernos. Pero además, tuvimos gente que dimitió un mes antes de las elecciones generales y todo eso no se ha resuelto. Por eso es tan necesario que el congreso del Bloc se celebre ya: la dirección lógicamente no se adecua a la realidad de representación institucional que hemos tenido. Pero eso no es falta de trabajo.

-Precisamente uno de los argumentos de Carbonell es que el Bloc, pese a su gran presencia institucional, atraviesa el momento de mayor debilidad de su historia. ¿Qué opina sobre esto?
-Es uno de los mantras que están repitiendo mucho. La realidad es que estamos mejor que nunca porque tenemos más presencia institucional que nunca. No es una debilidad, es un cambio de paradigma por nuestro crecimiento espectacular.  Un partido se mide en su capacidad para incidir en la sociedad y por ello este es el mejor momento del valencianismo político de nuestra historia. Quien diga lo contrario se está autoengañando. Estamos hablando de gestionar dos consellerias importantísimas además de la representación en gobiernos municipales de la que hablábamos antes. 

-Antes ha hablado de las dimisiones que tuvieron lugar en la Ejecutiva a las puertas de las elecciones generales, el grueso de ellas del sector de Rafa Carbonell. ¿De qué manera afectó eso al Bloc?
-En mi opinión, el momento elegido fue el peor posible. Cuando viene una campaña hay que ir todos a una y ahí se rompió una regla básica de responsabilidad y lealtad a mi modo de ver. Primero, porque son cosas que afectan públicamente a la imagen del partido y segundo, porque te quedas sin gente para trabajar a nivel interno. Por eso, insisto, es tan importante celebrar cuanto antes el Congreso.

-¿Qué es lo que más le ha dolido o molestado de lo que llevamos de este proceso?
-En general creo que encajo bien las críticas, aunque es cierto que me ha sabido muy mal que gente como Rafa y otros compañeros de la dirección hayan querido quitarse toda la responsabilidad de lo que ha pasado en el Bloc y en Compromís. No creo que sea justo porque también han formado parte de la dirección. Es la única crítica que les haría.

-¿Cree que el consenso con Carbonell todavía es posible?
-Sí. Es cuestión de voluntad y nosotros la tenemos porque ya impulsamos una enmienda para la integración. No tengo problema en compartir liderazgos, lo que sí quiero es trabajo en positivo y de construcción. Lo que no se puede es cargar la culpa de todo lo que haya ocurrido a mi candidatura cuando desde la otra orilla se ha dirigido el Bloc durante tanto tiempo.

-¿Considera que dentro de la candidatura de Carbonell hay dos sensibilidades en el grupo: una más renovadora y otra más pegada al llamado mayorismo?
-Es posible. Quizá no tanto en la gente que Rafa ha presentado sino en la que hay alrededor. Ahí sí que veo, por así decirlo, a esa vieja guardia.

-La propuesta de Carbonell obvia la existencia de una secretaria general como tal. ¿Qué opina?
-Debe existir una secretaría general, al menos el concepto, aunque el nombre no hace la cosa y todo es negociable. 

-¿Cómo se defiende ante las críticas del voto telemático?
-La decisión la adoptó de manera democrática el Consell Nacional y forma parte de nuestra manera de funcionar. El voto telemático se utiliza en Bloc y Compromís desde hace tiempo. Ahora bien, es difícil aplicar el voto telematico a decisiones que forman parte de un debate político, de deliberaciones... Si querían que se votara telemáticamente la candidatura deberían haber apostado por un sistema de primarias como el que emplea el PSPV. La Ejecutiva del Bloc se ha de escoger, a mi juicio, deliberando. Es importante no desligar el debate del proyecto y el de las personas. Hay más de 100 enmiendas abiertas en la ponencia de Estatutos y eso, telemáticamente, ¿cómo se hace? ¿cómo se participa? Y que quede claro que yo no estoy en contra de esa fórmula en sí misma pero creo que no sirve siempre y para todo. Se ha hecho un poco de demagogia con esto.

-¿En qué se diferencia su proyecto del de Carbonell?
-Mi proyecto lo que quiere es conseguir que Compromís sea la opción hegemónica en el País Valencià. Que el valencianismo político se expanda y tenga una función en la sociedad valenciana además de que nuestra estructura se fortalezca. Por otro lado, yo no entiendo el Bloc sin Compromís. El Bloc sirve, igual que Compromís, si sirve a la sociedad valenciana. Quiero crear una maquina potente para transformar la sociedad y quiero hacerlo en Compromís. En cuanto al proyecto de Carbonell, tengo la sensación de que van más a la contra.

-¿Cuál está siendo el papel de Joan Baldoví y Enric Morera en el proceso para el congreso del Bloc?
-Baldoví está siendo una figura que está intentando lograr que haya una lista de integración y eso está muy bien. Es de agradecer. En cuanto a Enric, siempre ha sido muy generoso: es una de sus grandes virtudes y gracias a su actitud estamos donde estamos. Por ello nuestra idea de que ocupe la Presidencia del partido: es una posición importante aunque diferente, pero todavía tiene un papel que jugar en el Bloc.

-¿Y qué posición está manteniendo el conseller Rafa Climent?
-Rafa Climent es una persona a la que estimo mucho y lo considero uno de mis padres políticos en esta organización. Ahora ha apoyado en Carbonell, que es su jefe de Gabinete en Economía, porque confía en él. Me parece lógico y mi admiración la sigue teniendo.

-¿Hacia dónde debe ir Compromís?
-Hacia un proyecto más unido y unitario. A veces no es fácil pero conjugar la diferencia es lo que nos está llevando a que la sociedad nos entienda y por eso hay que profundizar en ello. Compromís funciona bien a nivel comarcal pero a nivel nacional falla: hay que recuperar el Consell General de Compromís porque es el órgano donde también la gente adherida tiene su voz y hay que hacer un reglamento universal de primarias que nos sirva para todas las elecciones. Debemos repensar Compromís como organización plural, respetuosa y dentro de una única organización.

-¿Y cuál es la fórmula para ello?
-La cuestión es generar marcos de funcionamiento donde todos estemos cómodos y exista la máxima confianza en el trabajo conjunto. Y, por supuesto, adoptar mecanismos estables para no llegar a la toma de decisiones en el último minuto.

-¿Qué opina del acuerdo entre Compromís, Podemos y EU?
-Es lo que toca. De hecho, en el Bloc se aprobó en su día y creo que es muy bueno para la sociedad valenciana. Compromís ahí será esencial y llevará al Congreso la voz de la financiación, inversiones e infraestructuras que necesitamos. Creo que la política va de eso ahora, para sumar hay que combinar. El objetivo está claro: defender los intereses valencianos en el conjunto del Estado Español.

-¿Y habrá grupo propio valenciano en el Congreso?
-El grupo dependerá de la voluntad de la Mesa del Congreso pero lo intentaremos igual. De todas maneras, Compromís ya ha decidido en la Ejecutiva Nacional que si no tenemos capacidad para formarlo iremos al Grupo Mixto.

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