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ENTREVISTA A LA TRABAJADORA DE LA EMT ENGAÑADA EN EL FRAUDE DE 4 MILLONES

Zafra, la empleada estafada de la EMT: "No veo que haya un interés real en recuperar los 4 millones"

Foto: EDUARDO MANZANA
8/01/2023 - 

VALÈNCIA. Celia Zafra se considera víctima de unos estafadores, de la EMT de València y de los bancos. Empleada de la empresa municipal hasta 2019, fue engañada por unos defraudadores en uno de los ejemplos paradigmáticos de la llamada 'estafa del CEO': unas personas anónimas se hicieron pasar por un abogado de Deloitte y el presidente de la EMT, el concejal Giuseppe Grezzi, para ordenarle una falsa operación de compraventa en China.

Con esta mecánica, se transfirieron cuatro millones de euros a dos cuentas radicadas en Hong Kong, cuyos titulares centrifugaron el dinero rápidamente. Tres años y medio después no hay culpables en el proceso penal, pero el Tribunal de Cuentas ha condenado a Zafra a reembolsar el dinero público perdido. Una condena que, insiste, no puede afrontar.

La cuestión está recurrida y la ex empleada confía en quedar exonerada, pero admite no haber entendido muchas cosas, entre ellas, el empeño de la firma pública en culpabilizarla: "No veo que haya ningún interés en recuperar los 4 millones; [...] si hubieran denunciado al banco, hubiera sido más rápido".

- Hace ya más de tres años desde que ocurrió el fraude. ¿Cómo recuerda aquellos momentos?
- Recuerdo que tenía mucho trabajo, muchísimo. Y de repente una mañana me llamó el presunto señor Parada, me explicó toda la operación y me puse manos a la obra. El primer día fue el más extenso de organizar todo y una vez estuvo montado, él me iba llamando, pero yo seguí haciendo mi trabajo. Fue de las veces que más agobiada he estado con mi trabajo. Había muchas cosas por resolver. Después, cuando descubrimos que era una estafa, fue un shock tremendo. Fue un día muy duro, de muchos nervios, de decir "¿qué está pasando?". Una pesadilla. Cuando me despidieron fue como cuando se muere alguien muy cercano. Mi vida estaba fundamentada en dos patas, la familia y el trabajo. Me arrancaron parte de mi vida. Llevaba 38 años en la EMT y era una parte muy importante de mi vida, muy importante.

Foto: EDUARDO MANZANA 

- ¿Cómo ha cambiado su vida desde entonces?
- Empezó el trabajo de de defenderme de todas las las acusaciones. De estar investigada en el Juzgado de lo Penal, de buscar abogados para presentar la demanda por despido improcedente. Y luego el estar en la prensa. Que no significa que todo el mundo te vaya a conocer, pero yo iba por la calle pensando que me estaban reconociendo. Y no sólo yo, sino también a qué se dedicaba mi marido, a qué se dedicaban mis hijos. Una exposición que te causa sufrimiento, por ver a los tuyos en internet y en los periódicos. Yo no me había tomado una pastilla en mi vida, y empecé con ansiolíticos y enseguida con antidepresivos. Yo no había tenido una depresión en mi vida, pero ante el hecho de no ver horizonte, el especialista me dijo que tenía que dar ese paso.

- ¿Cómo está ahora?
- Intento ver las cosas buenas de la vida. No todo va a ser esto que ha pasado, es como una enfermedad crónica: cuando te diagnostican la enfermedad es un palo y luego aprendes a vivir con ello. Vamos capeando el temporal a medida que van saliendo malas noticias, pero es cierto que nos ha machacado porque algunas cosas no las hemos entendido.

- ¿Qué cosas no ha entendido?
Que yo fui la estafada, yo fui la estafada. Y como consecuencia de ello, la víctima de los estafadores. Estoy investigada en el Juzgado de lo Penal y me despidieron de la EMT. No lo entendí: la dirección de la empresa no se puso en contacto conmigo desde el día que descubrimos la estafa, no me pidieron ninguna aclaración. Y después no entendí que yo fui la culpabilizada. Por ejemplo, los bancos -la Caixa y Bankia- que están acostumbrados a estas cosas no detectaron la estafa, y ellos tienen sus protocolos. Bankia dijo que ellos habían detectado la estafa en una publicación interna y yo digo: si descubrieron la estafa, ¿por qué no avisaron al cliente? Y Caixabank, si pidió confirmación telefónica en la novena transferencia, ¿por qué no la pidió en la primera?

No lo entiendo porque yo no había recibido formación en 38 años. Nadie me dijo de hacer formación sobre esto ni nos habían explicado lo que es el fraude del CEO. Cuando me culpabilizaron, ellos hablaron mucho de que había unos protocolos oficiales para estos pagos, pero se demostró que no hay protocolos en la EMT y tres años y medio después de la estafa, sigue sin haberlos.

Foto: EDUARDO MANZANA 

- Por orden cronológico, contactan con usted un falso presidente de la EMT, Giuseppe Grezzi, y un presunto abogado de Deloitte para hacer una operación secreta de compra en China. A simple vista, ¿no le sonó raro?
- Me sonó raro, pero comprobé que existía Javier Parada (abogado de Deloitte). Y por otra parte, había habido otros planes que habían llevado en secreto en la EMT. El presunto abogado me dijo que el señor Grezzi iba a anunciar la operación en rueda de prensa y que teníamos que tener máxima confidencialidad. Y como ya el año anterior, también en septiembre, el presidente anunció por sorpresa -todos los empleados en EMT nos enteramos por la rueda de prensa- que nos íbamos a hacer cargo de la gestión del parking de la Plaza de Brujas, pues no me extrañó tampoco lo del secreto. También me habían comentado en confidencialidad que la EMT se iba a encargar de instalar una red de recarga de vehículos eléctricos. Por eso no me extrañó.

Me pasó como el que tiene un ictus, que va dando una explicación a todo lo que le va pasando: si tengo angustia es porque anoche cené demasiado, si me duele el brazo es porque ayer hice un mal gesto. A todo le iba dando una explicación que me hacía pensar que lo que se estaba haciendo era posible. Y luego que estaba yo sola: no estaba el gerente ni ninguna de mis dos jefas. Tampoco estaba nuestro gestor de CaixaBank. Estaba sola.

- ¿Qué papel cree que tuvo esa acumulación de funciones? ¿Habría cambiado la cosa si no se hubieran dado estas circunstancias?
Ninguna de las dos jefas dejó en mis manos nada de lo que hacía. La jefa de Gestión era la responsable de la tesorería y era también apoderada. La otra funcionaba de puente y no veía cuentas ni tenía firma apoderada, pero sí le habían dado mis claves para entrar en el banco. O sea, yo me limité a hacer el trabajo administrativo que nosotros hacíamos en el departamento de administración. De hecho, yo no firmé nada porque no tenía firma. Yo mandé una carta escrita sin firmas y el estafador me mandaba las cartas firmadas y yo se las enviaba al banco y el banco tramitaba. No hice cosas que no me correspondían.

- Una de las cuestiones a tener en cuenta son las comprobaciones bancarias. ¿Cada cuánto se hacían las comprobaciones bancarias?
- Hay que diferenciar entre una persona que lleva la tesorería, que es una cosa diaria: ver las cuentas todos los días, hacer previsión de pagos e ingresos. Esa persona, en teoría, ha de revisar todos los días las cuentas y hablar con el banco si hay algún error. Luego está la parte contable, de la que se encargaba mi departamento, que consistía en comprobar que los movimientos bancarios coinciden con los extractos. Eso se hacía a mes vencido, alrededor del 15 del mes siguiente. Así que en mi departamento, nadie, nadie, nadie hubiera visto las transferencias hasta el 15 de octubre cuando se hubiera hecho la conciliación.

Foto: EDUARDO MANZANA 

- La empresa le ha acusado de incumplir los protocolos de pagos porque no estaba facultada para aprobar las transferencia.
- Se juega con conceptos que dan lugar a confusión. Yo no di orden de pagar nada. El presunto abogado de Deloitte me enviaba la factura y yo redactaba una carta. Lo hacía porque me dijeron que la Comisión Nacional de Valores quería una trazabilidad de la operación. Le enviaba la carta al presunto abogado y él me la devolvía con las dos firmas apoderadas. Y yo eso lo mandaba al banco. Yo era el mensajero. Y luego, está demostrado que la Caixa en un momento me dijo que la firma de una de mis jefas, María Rayón, no se correspondía con la suya. Y yo se lo mandé por Whatsapp para que pasara por una oficina y me respondió que "Ok, gracias". Y yo le dije que sin prisa, que era lo que me había dicho la empleada de la Caixa.

- ¿Cree que el banco actuó correctamente dando curso a transferencias pese a que no se tramitaron como se hacía normalmente?
- No conozco los protocolos de La Caixa. El juez de instrucción le ha pedido sus protocolos y La Caixa no se los ha entregado todavía. Al volver el gestor de la EMT de Caixabank, ya me envió un impreso para que firmara uno de los apoderados autorizando estas transferencias. Se lo envié al abogado de Deloitte y me lo remitió firmado. Pero este impreso es el que se tenía que haber firmado en la primera transferencia. Eso no se hizo. Quien cursó las transferencias fue Caixabank.

- ¿No habían recibido ningún tipo de formación hasta la fecha? ¿Cree que era suficiente la seguridad interna de la EMT contra este tipo de actuaciones?
- Yo dudo mucho de la seguridad interna de la EMT. Pero dudo ahora, claro. Nunca nos dieron formación. La única que nos daban eran de Word, de Excel, inglés y valenciano. Me han responsabilizado de no haberme dado cuenta de una cosa de la que jamás me han hablado. No me han hablado nunca de ello. Cuando descubrimos la estafa, el jefe de Gabinete bajó y dijo: "Esto es un phishing". Yo no sabía ni cómo se escribía phishing y menos lo que significaba. Mucha gente luego me ha dicho:"¿Y por qué no le llamaste?". Digo: "¿Qué más pruebas quieres que me mande un correo con la extensión de la EMT?". La experiencia es verdad que da un peso a tu trabajo profesional, pero la realidad es muy cambiante. Ahora es más normal el fraude del CEO: este año hay 100 investigaciones abiertas por fraude del CEO y he sido la única señalada.

El sufrimiento ha venido por dos partes: porque fui víctima de una estafa y por el trato que recibí por parte de la empresa. Siempre han dicho que yo era una persona de confianza pero no me trataron como una persona de confianza, sino como una colaboradora de la estafa, es decir, como la enemiga número uno. Tal y como se está desarrollando esta historia, yo no veo que haya ningún interés en recuperar los 4 millones, salvo la denuncia de la EMT en el Tribunal de Cuentas, que me ha condenado a pagar 4 millones más 300.000 € entre costas e intereses. Y yo no voy a poder pagar ni el 10% de ese dinero, pero están tan contentos de que me hayan condenado. Cuando estoy convencida de que, si hubieran denunciado al banco, hubiera sido más rápido.

- La justicia ha considerado procedente su despido y el Tribunal de Cuentas le ha condenado. ¿Cree que alguien debería haber asumido, aparte de usted, todas estas responsabilidades?
- Siempre pienso que la justicia se escribe con mayúsculas. La justicia la administra el hombre. El hombre es imperfecto, nadie es perfecto.

Foto: EDUARDO MANZANA

- ¿Quién cree que tendría que asumir responsabilidades además de usted?
- CaixaBank tenía sus protocolos y podría haberlos aplicado mejor. Se encontraron con los nombres de los culpables, pero están desaparecidos. El dinero lo dispersaron y es imposible recuperarlo. Sobre todo porque hace ya mucho tiempo y se actuó tarde. Creo que por la vía penal no van a obtener ningún resultado positivo, pero están empeñados en seguir por ahí. Mucha gente me ha dicho que si la EMT estaba interesada de verdad en recuperar los 4 millones podría haber ido contra el banco. Me llama la atención que ni Caixabank ni Bankia se dieran cuenta o no avisaran. Por lo visto soy yo, que no tengo formación, la única responsable de darme cuenta cuando ahí ha habido varios agentes implicados que sí tienen formación. Entonces me considero víctima de los estafadores. Me considero víctima de los bancos. Me considero víctima de mi empresa.

- El Tribunal de Cuentas le ha embargado los bienes y le reclama los 4 millones de euros. ¿Cómo tiene pensado hacer frente a esta resolución?
- Confío en que esto se arregle porque hemos presentado un recurso y lo han admitido. Ahora estamos pendientes de que nos llamen porque va a haber vista oral. Lo van a ver tres consejeros, que ninguno de ellos es el juez que me ha condenado. Y si no, luego hay más vías.

- ¿Qué vías se plantea?
- Si no sale bien en el Tribunal de Cuentas, podríamos ir al Tribunal Supremo. En relación a los juicios, tengo que decir que antes de entrar en el juicio de lo laboral, la empresa accedió a negociar. Me ofrecieron una indemnización a cambio de que yo me declarara culpable. Entonces es impensable. Estaba yo investigada en la causa penal y solo hubiera faltado eso, que me hubiera declarado culpable. Primero porque no lo era, porque soy víctima, y segundo, porque así no se puede aceptar una negociación.

- ¿Teme que el resultado en el proceso penal sea similar al de los anteriores procedimientos?
- El Tribunal de Cuentas me acusaba de dolo y y en la sentencia ya me han exonerado de ello. Si la sentencia fuera firme, bastaría para presentarlo en el juzgado de Instrucción y pedir que me exoneren.

- ¿Cómo valora la evolución de la empresa desde la estafa?
- Los protocolos todavía no están hechos. Porque lo que presentó la jefa del área en la comisión de investigación no eran protocolos. En la comisión se rieron, claro. Porque un protocolo para nosotras es otra cosa. La empresa quiso justificar en todo momento mi culpabilidad.

Foto: EDUARDO MANZANA

- Esto se llevó al terreno político. Llegó a dimitir el gerente de la empresa. ¿Cree que se ha utilizado el caso como arma?
- Ahí ni entro ni quiero entrar. Sí que es verdad que la gestión de la EMT...

- ¿Es mejorable?
- Todo es mejorable. Solo digo que yo estaba muy agobiada de trabajo y muy preocupada. Y me vino esto. Mi expediente no tiene ninguna nota negativa. La gente ha confiado en mí. Yo he sido muy pesada y exigente con el trabajo y entonces estaba muy agobiada, había mucho trabajo por hacer. De hecho, cuando me despidieron, luego contrataron a dos personas más.

- Lo decía porque de un lado están las responsabilidades judiciales, y por otra, las políticas. ¿Se han asumido las suficientes responsabilidades políticas? En la concejalía de Movilidad se ha celebrado cada resolución judicial contra usted.
- Se pueden hacer las cosas mejor. He estado en la tormenta perfecta a nivel político. Hay veces que se utiliza tanto lo de la responsabilidad política... De hecho, el caso está en el Tribunal de Cuentas porque lo llevó allí la oposición. Tengo todo embargado por tema político. La palabra que más oigo cuando la gente se entera de todo esto es "increíble, increíble". Yo no estaba a nivel de política. Yo no era "un cargo puesto por", sino que empecé como auxiliar administrativa y he ido ascendiendo.

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