VALÈNCIA."La ley de startups está hecha para perdurar más de diez años". Así lo cree Francisco Polo (Valencia, 1981), Alto Comisionado de España Nación Emprendedora, que previamente pasó por secretaría de Estado para el Avance Digital. Su misión, en ambos casos, es hacer de España una startup nation con la que fortalecer a la economía a partir de la innovación.
Desde entonces se han ido dando pasos para avanzar hacia ese punto, como la puesta en marcha de la ley de startups que podría aprobarse el próximo 3 de noviembre. Licenciado en Derecho, Polo ha tenido experiencia como emprendedor social. En 2010 fundó Actuable, una plataforma que permitía a cualquier persona iniciar una campaña para impulsar los cambios que quería ver y que finalmente acabó fusionándose con la estadounidense Change.org.
La pasada semana, Polo estuvo presente en el Valencia Digital Summit, evento de referencia de innovación y emprendimiento en la Comunitat Valenciana. "El crecimiento ha sido espectacular. A día de hoy ya nos encontramos en Valencia con un ecosistema de más de 1.000 startups que están generando 5.000 puestos de trabajo directos e indirectamente 50.000 empleos", asegura.
- ¿Cómo ha evolucionado la Estrategia de España Nación Emprendedora?
- En enero de 2020, el presidente del Gobierno decidió crear el Alto Comisionado para España Nación Emprendedora. Éste fue creado desde la Presidencia del Gobierno para coordinar a todos los ministerios y con el encargo de poner en marcha la Estrategia de España Nación Emprendedora. Esa estrategia la presentamos en febrero de 2021 y supone una visión de país que quiere transformar las bases productivas para generar más y mejor empleo para todo el mundo.
Algo que queremos hacer, con toda la potencia posible, es enfrentar y abordar los grandes retos del emprendimiento innovador en España, que son la atracción de inversión, la atracción de talento, la promoción de la escalabilidad de nuestras startups y hacer de la administración pública lo que llamamos un sector público emprendedor. Es decir, que el Estado y el Gobierno se encargue de remover barreras, pero también de generar marcos reguladores favorables y realizar las inversiones que, en ocasiones, ni el más aventurado fondo de capital riesgo puede llevar a cabo.
También hablamos de los principales actores de la economía, que suponen más del 60% del PIB español y que son estos, por ejemplo, los que a día de hoy tienen la fortaleza para poder abordar los retos que estamos viendo, por ejemplo, la escalada de los precios o el cambio climático, entre muchos otros retos globales. Por eso, necesitamos que también estén involucrados los sectores actores de la economía española.
Como siempre, ha sido origen y final de esa estrategia las personas. Somos conscientes de que estos procesos de innovación suelen generar brechas sociales y por eso hemos creado una estrategia que es absolutamente innovadora, porque no ve las brechas sociales como una carga a resolver, sino que lo convierte en oportunidades para avanzar más y mejor. Esas brechas que queremos combatir son la brecha de género, la brecha territorial, la situación socioeconómica y la brecha generacional.
Para hacer esta visión realidad, la estrategia recoge 50 medidas que son fruto de un doble consenso con los ecosistemas y con los ministerios, y que va además respaldada con los fondos europeos. Entre las medidas ya tangibles está el programa de atracción de talento de las mujeres. También la orientación de los fondos de pensiones, para que, como ocurre en muchos países de nuestro entorno como Reino Unido y otros países europeos, o como en Australia, puedan invertir también en fondos de capital de riesgo para tener mayor rendimiento, entre muchas otras.
- ¿Cuál es la personalidad que quiere adoptar España como ecosistema innovador?
- Muchos políticos, sobre todo de la derecha y en campaña electoral, utilizaban como eslogan que querían convertir a España en la California del sur de Europa. Eso debía de ser porque ellos no habían pisado San Francisco en su vida, porque quienes hemos estado trabajando allí, sabemos que hay muchas personas que sufren sin hogar. Ese no es el modelo que queremos para España.
Desde el Alto Comisionado, también trabajamos en la construcción de un relato propio. En esa estrategia, España nace emprendedora en los diferentes proyectos que ya hemos puesto en marcha. Se ve cómo España no solamente puede, sino que quiere convertirse en la nación emprendedora con mayor impacto social de la historia. Por eso estamos abordando todo lo bueno que puede ocurrir en un entorno como San Francisco, Londres o Tel Aviv.
Pero al mismo tiempo, y a diferencia de muchos otros países, y esa es nuestra personalidad propia, lo hacemos sin dejar a nadie atrás, buscando que cada proyecto, cada ley y cada cada medida busque cerrar la brecha de la brecha territorial, la situación económica y la generacional. Y eso va a dar lugar a una nación emprendedora muy diferente y mucho más atractiva, que va a hacer que España se sitúe como uno de los mejores países del mundo para emprender.
- Hace tres años hablábamos de ley de startups. Volvemos otra vez. ¿Va demasiado lenta?
- La ley de startups ha llevado mucho tiempo sacarla adelante y solo hay que echar la vista atrás. Llegamos con un gobierno a partir de una moción de censura y desde el primer momento estuvimos trabajando. De hecho, podemos recordar que ya, en aquella entrevista, habíamos lanzado por primera vez en la historia una consulta pública para que el ecosistema pudiera hacer aportaciones. Eso no había ocurrido nunca.
Esa consulta pública tuvo un enorme resultado porque se hicieron más de 300 aportaciones que supusieron más de 2000 folios que Secretaría de Estado tenía que procesar. Vinieron otras elecciones y después una pandemia. A partir de ahí es cuando hubo que abordar lo que era una emergencia, no solamente nacional, sino mundial. Y cuando las cosas volvieron a su cauce, la Secretaría de Estado pudo con el Alto Comisionado empezar a abordar de nuevo la ley de startups para que saliera en el menor tiempo posible.
Y así ha sido. En junio del año pasado salió un borrador. Desde el Alto Comisionado nos parecía claramente insuficiente y por eso estuvimos trabajando intensamente para introducir en esa ley cuestiones que eran fundamentales en la ley de startups, para posicionar a España como uno de los mejores destinos para el emprendimiento innovador.
- Se volvió a revisar el borrador.
- Esto dio como resultado un nuevo borrador en diciembre, que fue el que finalmente se trasladó al Congreso de los Diputados, que contiene cosas que ya no son mejoras incrementales, sino que son una auténtica revolución, como el nuevo tratamiento de las stock options, la ampliación de los visados y la inclusión de los visados para la ampliación y mejora del régimen de expatriados para poder retener a ese talento.
Medidas en torno a la inversión como la eliminación del NIE para eliminar barreras a los inversores extranjeros o el conseguir equipararnos con ese sistema del que ya hablábamos, que era un ejemplo para nosotros en 2019. Éste era el sistema SEIS (Seed Entreprise Investment System) de incentivos a business angels y conforme al que ahora equiparamos con una deducción del 50% sobre los primeros 100.000 euros invertidos en una compañía.
La ley también recoge una reducción de los impuestos para las startups, pasando de una deducción de 25 al 15% del impuesto de sociedades y se bonifica la cuotas de la Seguridad Social cuando hay doble tributación. También se regulan otras cuestiones como los sandboxes, además de reducirse barreras administrativas.
Esta una ley que no es una mejora, sino que es una revolución y va a posicionar a España internacionalmente como un gran faro de creación de empleo. Hay que hacer muy bien ese trabajo y es mejor que entre todos y con seguridad y con firmeza hayamos creado una ley que está preparada para perdurar durante más de diez años.
- Una de las cuestiones que parece resultar más conflictiva es la definición de qué es o no una startup. Y, sobre todo, el tiempo desde la constitución.
- Era un punto absolutamente crucial. En unos primeros momentos encontramos propuestas de otros países muy encorsetadas, mientras que otras eran muy laxas y no casaban con la tradición de la administración pública. La definición que recoge la ley es perfectamente útil, funcional, flexible y acorde sobre todo a la realidad. Precisamente, soy consciente de que se pide que la extensión o la consideración de una startup vaya más allá de los cinco años, pero para nosotros siempre ha sido muy importante, tanto en esto como en todos los proyectos que llevamos a cabo, que cualquier proyecto está pegado a las necesidades y a la realidad de las cosas.
La realidad de las cosas es que las startups a nivel global tienen una vida media de entre tres y cinco años, de acuerdo con los estudios internacionales. La vida media de una startup en España es de 2,7 años. Es decir, que hay un margen enorme para poder acogerse a esa ley y por lo tanto, la definición que se recoge ahora mismo en la ley de startups es plenamente funcional para la realidad de las percepciones.
- Finalmente, ¿se va a dejar que Enisa tenga que autorizar qué es una startup o qué no?
- Esa preocupación era inicialmente compartida y hemos trabajado muy intensamente para realizar todos los preparativos para ser capaz de recibir todas las solicitudes. Ahí está ese trabajo de la definición. Pero sobre todo se ha establecido un régimen que es tremendamente funcional. Para empezar, se le da a la Empresa Nacional de Innovación un plazo de tres meses para otorgar la certificación de startup o empresa emergente a una empresa que lo solicite. Pero es que, además, existe un silencio administrativo positivo. Si no contesta en ese tiempo, la empresa puede empezar a funcionar bajo la ley de startups, así que es un sistema que sabemos que va a funcionar.
Y en cualquier caso, no es algo que se haya creado ex novo, sino que es un proceso que se ha mirado en lo que ocurre en otros países, como en Israel, donde también existe una agencia certificadora. Enisa es una entidad tremendamente cercana al sector de las startups. Es la entidad mejor posicionada para hacer esta labor. Nos consta que ha hecho trabajo y que está absolutamente preparada para esto,
- Recientemente se han aprobado los presupuestos, ¿qué destacaría en el área de emprendimiento?
-Hay algo tremendamente destacable y es que se han incrementado de nuevo los presupuestos para sentar las bases de la España Nación Emprendedora. Se han incrementado en un 20% los Presupuestos Generales destinados a las diferentes áreas, en concreto, 3.459 millones de euros. Jamás en la historia habíamos tenido en un presupuesto general del Estado una cifra de esta magnitud.
- El South Summit ha sido varias veces declarado "acontecimiento de excepcional interés público". ¿Por qué solo para este evento y no para València? Por ejemplo.
- Pero se va a ampliar este tipo de definición a estos eventos y tenemos que avanzar mucho más rápido en ese sentido. Para empezar, tenemos que celebrar que en España haya cada vez más y mejores eventos como este.
El haber superado las expectativas de asistentes, ver el ambiente vibrante en el que estamos ahora mismo, la cantidad de gente importante y significativa del ecosistema con la que simplemente me he cruzado para llegar a poder tener esta entrevista contigo habla del éxito de Valencia y de Valencia Digital Summit, entendiendo que eso es una realidad en Valencia, pero también lo es en Málaga, en Madrid y en Barcelona. Y lo va a ser muy pronto en muchas otras ciudades de España.
Y para ello en la estrategia España Nación Emprendedora diseñamos el Programa Bandera para dar apoyo a los eventos política y administrativamente, financieramente, incluso conforme a lo que me comentabas, ayudando con el marco normativo para dar las mejores ventajas a este tipo de eventos que nos interesan como país. Ese programa está dentro de las acciones que tiene que ejecutar el Ministerio de Industria y es uno de los programas que esperamos que también se ponga en marcha. Es una de esas 50 medidas que van a hacer que todo el ecosistema y también todo el circuito de eventos funcionen mucho mejor en los próximos diez años.
-Una de las peticiones del Ayuntamiento de Valencia era acoger la Oficina Nacional de Emprendimiento. ¿Se ha avanzado algo en este sentido?
- La Oficina Nacional de Emprendimiento es uno de los proyectos estandartes de la Estrategia de España Nación Emprendedora. Para aquellos que no lo conozcan, es esa ventanilla única que tiene que unir los esfuerzos de los diferentes ministerios y en el futuro, ojalá también los esfuerzos de las distintas comunidades autónomas y de los municipios. Tenemos ya un gran avance y es que la ley de startups ya le empieza a dar reconocimiento. O sea, se genera el perfil de esa Oficina Nacional de Emprendimiento.
En este caso, es un proyecto que tiene que ejecutar el Ministerio de Economía a través de la Secretaría de Estado de Digitalización, y nos consta que están trabajando en la articulación y hasta ahí es hasta dónde sabemos del futuro de esa oficina.
- ¿Cómo ha visto la evolución del ecosistema emprendedor valenciano?
- El crecimiento ha sido espectacular. A día de hoy ya nos encontramos en Valencia con un ecosistema de más de 1.000 startups que están generando 5.000 puestos de trabajo directos e indirectamente 50.000 empleos. Además, siempre lo he dicho desde el principio, desde la oportunidad de conocer el cómo iba creciendo y se iba fortaleciendo este ecosistema, una de las cosas que hace fuerte a este ecosistema y que se ha mantenido durante todo este tiempo es esa capacidad de colaboración entre lo público y lo privado, entre Startup Valencia y el Ayuntamiento.
Es un ejemplo de cómo hacer las cosas, del trabajo conjunto y es un mérito tanto del sector público como privado el haber conseguido este ecosistema tan fuerte. Cuando uno trabaja muy duro o corre mucho, puede avanzar muy rápido, pero cuando trabajamos conjuntamente es cuando llegamos.
- ¿Se ha avanzando en la compra pública innovadora?
- Definitivamente la compra pública innovadora también es una de las medidas fundamentales para la construcción de una nación emprendedora. Es fundamental que el Estado ejerza su rol dentro de este ecosistema a través de la compra pública innovadora, donde tenemos medidas específicas dentro de la estrategia, pero también, por ejemplo, a través de otros mecanismos que también acabamos de aprobar, que supone un enorme avance a la hora de incrementar la financiación disponible para los fondos de capital riesgo y para las startups. Otra de las medidas que tenemos dentro de la estrategia española emprendedora era que, como ocurre en muchos países de nuestro entorno como Reino Unido, otros países europeos, los fondos de pensiones pudieran también invertir en capital riesgo, porque eso les permite tener mayores retornos, con lo cual se genera un beneficio para los propios fondos de la Seguridad Social y también para el dinamismo del sector.
- ¿Cuándo se estima que se va a aprobar la ley de startups?
- Me alegra compartir que el próximo 3 de noviembre la ley estatal va a ser una realidad en nuestro país y por lo tanto vamos a tener por fin una herramienta que va a posicionar a España como uno de los mejores países del mundo para el emprendimiento innovador, porque va a convertir a España en un faro de atracción de inversiones con herramientas como la eliminación de barreras como el NIE o la posibilidad de tener un entorno mucho mejor para los jóvenes españoles e internacionales.
Estas deducciones de 50% sobre los primeros 100.000 euros de inversión y tener el mejor tratamiento de las stock options son herramientas que tienen que servir para atraer y para retener el talento. Va a ser el mejor tratamiento de toda Europa y, por lo tanto, vamos a tener uno de los mejores tratamientos de todo el mundo. También se va a incrementar los visados para emprendedores e inversores y gente relacionada con el sector de 1 a 3 años. Se introduce un visado para nómadas digitales que va a hacer que más y más gente pase por nuestro país y por lo tanto tendrán mayor probabilidad de querer quedarse a vivir en España. Además, esa ley también incluye otras mejoras, como la reducción de los impuestos para las startups. En definitiva, vamos a tener una ley que, como decía, no genera mejoras incrementales, sino que es una auténtica revolución.