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entrevista a joan calabuig, delegado del consell para la ue

Calabuig: "Debemos enviar a funcionarios de nuestras consellerias a Bruselas"

1/11/2016 - 

VALENCIA. Joan Calabuig (Valencia, 1960) dejó su cargo como portavoz del PSPV en el Ayuntamiento de Valencia en agosto tras aceptar el puesto que le ofreció el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, como delegado del Consell para la Unión Europea y las Relaciones Externas. Un perfil ajustado a sus condiciones, dado que una parte importante de su carrera política se ha desarrollado en Europa.

Fue presidente de la Unión Internacional de Juventudes Socialistas (Iusy) entre el 1985 y 1989, donde coincidió con futuros ministros austríacos, franceses e incluso con algún joven como Jens Stoltemberg,  actual secretario general de la OTAN y ex primer ministro de Noruega.

Además de ser diputado autonómico y director general del Ivaj, pasó cuatro años en Bruselas como europarlamentario entre 2004 y 2008, para posteriormente recalar en el Congreso de los Diputados, donde permaneció hasta que pasó a centrarse en la labor de oposición como portavoz del PSPV en el Ayuntamiento de Valencia.

Joan Calabuig sentado en el balcón de su despacho en el Palau de Castellfort. MARGA FERRER

Habla francés e inglés fluidamente, algo que considera "fundamental" para sacar jugo a las relaciones con Europa. "En las grandes reuniones hay traducción simultánea pero no en los pequeños encuentros y en los pasillos, donde se deciden las cosas, cada uno juega con sus armas. Es importante, además, para otras cuestiones: a mí me ha tocado dar mítines y estar en medios de comunicación hablando en francés", recalca.

-Cuéntenos, ¿cómo aterriza en la delegación de Asuntos Europeos tras el paso en el consistorio de Valencia?
-La noche de las elecciones yo ya expreso que mi tiempo como secretario general del PSPV de Valencia y como portavoz en el Ayuntamiento ha acabado. No se habían cumplido las expectativas que teníamos y pensaba que debía venir otra generación para tratar de mejorar las cosas. De hecho, yo le dije a Ximo Puig que presentaba la dimisión de mi cargo en el PSPV para que nombrara una gestora, pero el presidente me pidió que continuara. Creo que debía mantenerme en el grupo municipal, aunque no necesariamente como portavoz, porque al final te han elegido los ciudadanos. El presidente me pidió que siguiera y, con el tiempo, creo que empezó a pensar en que era necesario reforzar en el plano político y económico la posición de la Comunitat Valenciana ante las instituciones europeas. La verdad es que no me comentó nada sobre esta reflexión sino que me la anunció apenas dos días antes de nombrarme.

-¿Qué se encuentra al llegar?
-Es evidente que tenemos un problema grave de reputación que hay que superar. Si no transmites la imagen de un gobierno honrado que va a cumplir las reglas es muy difícil que avances en los objetivos de conseguir más cosas. Me encontré que estaban trabajando en diversos problemas como el de la Ciudad de la Luz, la congelación de fondos en empleo, el procedimiento abierto -multa incluida- por la información no verídica sobre el déficit... el objetivo es intensificar los contactos para revertir estas cosas en la medida de los posible y situar a la Comunitat Valenciana como un socio cumplidor y fiable en la gestión. 

-¿Y qué avances se han logrado?
-Bueno, acabo de llegar, estoy en ello. Lo primero es explicarlo: allá donde nos hemos reunido ya sea en el Comité de las Regiones y en el Parlamento Europeo tratamos de transmitir a las instituciones esta nueva situación. No es fácil porque la Comisión Europea es la guardiana de los tratados y no resulta flexible a menudo.

-¿Nuestro lobby allí quién lo forma?
-Carecemos de ello. Allí solo tenemos unos esforzadísimos cinco empleados de la Fundación Comunitat Valenciana Región Europea. Hemos perdido a lo largo del tiempo una gran cantidad de espacio en Bruselas y somos poco visibles. Contamos con gente muy profesional pero creo que debemos cambiar y entender que la política europea no es una política exterior, sino interior. Todos los departamentos deben tener funcionarios preparados en los procedimientos europeos así que con el tiempo, prudentemente, las consellerias deben tener algunos de sus funcionarios en nuestra oficina de Bruselas. Se hacen contactos, agenda, contribuyen a la difusión de nuestras posiciones y cuando se habla de un contenido específico es necesaria la profesionalidad de un funcionario público para que la información cuando él se marcha no se pierda. Pensad que allí llegó a haber más de 45 personas trabajando.

-¿Cuántas personas cree que debe haber?
-La fundación como tal no debe crecer mucho más. Se habían aprobado dos plazas más para técnicos y también está pendiente un concurso para nombrar un coordinador de la oficina. No creo que haga falta más: ahora bien, creo que allí debe haber un funcionario de la Conselleria de Agricultura, de Medio Ambiente... las que tengan asuntos más sustanciales. Así, la fundación, con un poco más de apoyo técnico y ese respaldo en personal del Gobierno valenciano puede dar sus frutos. Esto ya lo tienen Cataluña, País Vasco, Andalucía...

-Ha habido problemas a la hora de sacar adelante y conseguir los fondos europeos. ¿Por qué ocurre esto? ¿Cuánto dinero ha perdido la Generalitat a causa de ello?
-Hay un problema de personal para gestionar esto, eso es así. La prioridad ahora no es tanto asumir riesgos con más programas sino que no peligren los existentes. No podría cuantificarlo, la verdad, pero estoy seguro de que hay mucho margen para mejorar.

-Pero, ¿cuál es el problema para conseguirlos?
-Son procesos tremendamente complejos que requieren un gran trabajo administrativo. De hecho, sobre esto existe debate en Europa acerca de cómo simplificarlos. Luego también ocurre que, a diferencia de otras regiones, esto no ha sido una prioridad aquí y nos hemos quedado atrás en la capacidad de manejarlo. Por otro lado, la Generalitat tiene poco personal y especialización sobre ello.

Joan Calabuig. MARGA FERRER

-También ha ocurrido que a veces se han conseguido los fondos y luego no se han gastado...
-Sí, a decenas de millones además. Es un problema muy grave en el que esta Administración quiere mejorar. Por eso la prioridad es poner el contador a cero: recuperemos prestigio, apliquemos lo que tenemos y hagámoslo bien y, a partir de ahí, intentemos conquistar nuevas posiciones.

-Su puesto también tiene un papel en el ámbito de las sanciones. En el fútbol, por ejemplo, el papel que está liderando la defensa de los equipos es el IVF, en el tema de Ciudad de la Luz es la Conselleria de Hacienda a través de Patrimonio...
-Cómo órgano político de representación nuestra labor no es invadir las competencias de esas áreas, sino acompañar e influir en las posiciones valencianas. Debemos encontrar con quién hablar, buscar aliados en la Comisión Europea o fuera de ella para aproximar nuestras posturas.  Para recuperar prestigio, nadie puede dudar de que la Generalitat está a favor de la aplicación de la ley europea, y lo segundo es que el Gobierno valenciano trate de señalar los aspectos más favorables para el club. Ahora bien, no vamos a salir diciendo que la Comisión Europea ataca a los clubes valencianos. Ellos tienen su obligación legal de aplicar los tratados y los aplican. Nosotros no vamos a ir a rasgarnos las vestiduras o hacer nacionalismo de pandereta como se ha hecho alguna vez porque la intención es resolver problemas. No es la posición de la Generalitat ir envueltos en la bandera del Valencia CF: los sentimientos son una cosa y la realidad otra. Las cosas hay que hacerlas bien.

-¿Es optimista en el tema de Ciudad de la Luz?
-En estos momentos hay un proceso de diálogo y estamos esperando la posición de la Comisión Europea que imagino llegará antes de que termine el año. Esperemos que llegue una solución favorable que consista en que la Generalitat asuma las responsabilidades que tocan y pueda reactivar progresivamente la Ciudad de la Luz de acuerdo con las normas. 

-De la anterior etapa en la que estuvo en Europa, de 2004 a 2008, ¿qué cosas ve que han cambiado respecto a la posición de la Comunitat Valenciana en Bruselas?
-Nuestra posición no es buena actualmente. La confianza cuesta mucho construirla y se destruye enseguida. No es trabajo de un día recuperarla: hay que crear un buen lobby allí y trasladar que hemos cambiado. Cuando yo estaba allí, recuerdo que en la comisión de peticiones del Parlamento llegaron a traer tres valijas enormes con todas las peticiones que había sobre abusos urbanísticos en la Comunitat Valenciana. Lo que quiero decir con esto es que el deterioro de la imagen ha sido continuado y debemos cambiarla porque de esta no salimos si no recuperamos una buena posición en la Unión Europea y eso debe ser una prioridad.

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-Sobre eso, el hecho de anunciar que se incluyen 1.325 millones de euros ficticios en los presupuestos no es una buena carta de presentación porque parece que se están falseando o al menos maquillando las cuentas...
-Es una forma de expresar que a nosotros no se nos financia bien y ponemos la realidad negro sobre blanco. Con esa realidad nosotros no mentimos: no empezamos a falsear la deuda, a no publicarla o centrifugarla en organismos autónomos. Nos limitamos a explicar que hay una necesidad y reclamamos una solución al Gobierno de España.

-¿Por qué seguimos viendo tan alejada a la Unión Europea?
-La gente debe asumir que influir en la toma de decisiones es muy importante. Si algo se decide en la Unión Europea eso es el futuro. Por ejemplo, se han planteado las sanciones a España por el déficit excesivo, algo a lo que nos opusimos recientemente en el Comité de las Regiones (CdR). Para que te hagan caso es obligado que haya resoluciones e ir creando así un clima de opinión para influir. Así que el otro día que el CdR admitiera una resolución de que las sanciones no se produjeran o fueran simbólicas -de cero euros- es fundamental.

-¿Qué postura debe adoptar la Comunitat Valenciana sobre los tratados comerciales?
-Estamos viendo tratados que están de actualidad como el CETA o el TTIP. Estas cuestiones son importantes y debemos estar metidos en los procesos de negociación. En los próximos 15 años, el 90% del comercio mundial se va a producir fuera de Europa, ojo con este dato. Así que los tratados se harán igualmente, mejor que estemos en ellos y podamos influir para que no se hagan 'contra nosotros', por así decirlo.

-¿Cómo puede afectar el Brexit a la Comunitat Valenciana?
-Esto tiene un impacto tremendo y debemos participar activamente en el proceso. Ha provocado ya una caída de la libra esterlina que está debilitando la capacidad de compra de miles de personas en la Comunitat. Tenemos unas relaciones comerciales muy antiguas con el Reino Unido y debemos influir en las condiciones de este divorcio porque afecta al comercio, turismo, inversiones, residentes...

-¿Y qué medidas se pueden adoptar?
-Si pierden los británicos de aquí, perdemos nosotros. Así que la Generalitat debe estar cerca de ellos en las cosas que les preocupan y garantizar sus derechos. De la misma manera que no los pierdan nuestros trabajadores y estudiantes que se encuentran allí. Así que debemos aspirar a una salida de Europa que afecte lo menos posible a los derechos fundamentales de las personas y, por otro lado, evitar que se rompan o que se deterioren los menos posible las relaciones comerciales con el Reino Unido.

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