VALENCIA. José Enrique Aguar (Benetússer, 1967) ha sido el primer dirigente de relevancia en la Comunitat Valenciana que ha decidido abandonar Ciudadanos tras el giro impulsado por el partido que lidera Albert Rivera en la asamblea general celebrada el pasado fin de semana. Con su marcha, el hasta ahora portavoz de la formación naranja en la Diputación de Valencia pasará al Grupo de No Adscritos y dejará a C's con un solo representante en la institución, la concejal de Alboraia Mamen Peris.
Entre las razones (LEA AQUÍ LA CARTA) que esgrime Aguar para su marcha se encuentran el abandono ideológico de la socialdemocracia, el acercamiento al PP y la falta de democracia interna. El diputado provincial, quien no se muerde la lengua a la hora de hablar del partido al que pertenecía hasta el miércoles, asegura que no se siente "un flautista de Hamelín" al que deban seguir sus excompañeros, aunque desliza que algunos podrían hacerlo en los próximos días.
Respecto a su futuro, Aguar rechaza que vaya a dejar el acta tal y como le solicita la dirección de C's e insta a algunos diputados a que sean ellos los que se vayan. "Hay parlamentarios que ni han salido del despacho: se han limitado a trabajar para ellos y para el partido en vez de por Les Corts y por todos los valencianos. Esas personas tienen un acta que se la han dado los ciudadanos con un programa electoral y una ideología que no es la que ahora tienen. Cuando ellos la dejen, yo la dejaré", sentencia.
El hasta ahora portavoz de la Diputación, concejal de Benetússer, fue alcalde de ese municipio por el PSPV durante casi dos décadas, pasando después al partido Centro Democrático Liberal (CDL), una formación de carácter nacional que gozó de cierta implantación local -sacó en 2011 cerca de 10.700 votos y 10 concejales en la Comunitat Valenciana- y que, a partir de la plataforma Movimiento Ciudadano impulsada por Rivera junto a otros referentes como el exministro socialista Antoni Asunción, terminó integrándose en Ciudadanos.
-Este jueves anunció su marcha de C's y su solicitud para pasar a formar parte del Grupo de No Adscritos de la Diputación de Valencia. ¿Cómo se siente tras haber dado este paso?
-Un poco cansado la verdad porque he estado hasta altas horas de la noche contestando llamadas y mensajes. Por lo demás, como si me hubiera quitado un peso de encima: he estado dándole vueltas muchos días desde el pasado sábado cuando vi cómo se estaba orientando la asamblea general del fin de semana. Al salir adelante la retirada de la socialdemocracia del ideario del partido ya empecé a planteármelo.
-¿Esa ha sido la causa principal de su marcha?
-No, es una de ellas. La asamblea general para mí ha sido el detonante de la decisión. Ciudadanos no va a la deriva solo porque pierda parte de una ideología importante: se supone que este era un partido transversal, de centro, liberal y tendente al socialismo democrático. Ahí todos teníamos nuestro pequeño espacio con diferentes formas de pensar y sentirnos representados, algo que ahora ha cambiado. El problema de este cónclave ha sido perder todas las ilusiones de un proyecto. Luché para ir a la asamblea presentándome con una candidatura alternativa. Lo conseguí y un compañero de mi lista defendió algunas de las cosas que planteábamos: el propio Albert Rivera fue el que intervino para tumbarlas. Al final, si estás en un partido en el que no te ves reflejado porque ha cambiado tienes que tomar una determinación.
-También imagino que en su decisión ha influido la relación con la dirección autonómica del partido...
-Para empezar a la dirección la nombró directamente Barcelona. Teníamos ilusiones en que se podría hacer un proceso de elección democrático y participativo en el que se podrían sentir representadas las diferentes formas de entender la política dentro de C's. Por poner un ejemplo: de los 12 compromisarios valencianos que no estábamos en la lista oficialista ninguno pudo estar en la ponencia de Estatutos, nos repartieron en las otras dos para que no pudiéramos defender nuestra postura. Al final, se aprueban unos estatutos que privan a la gente de poder decidir algo. Sin ir más lejos, y aparte de los puestos que se nombran directamente desde la dirección estatal, para designar al coordinador autonómico se elige un representante de Valencia, otro de Alicante y uno de Castellón y, después, esos tres junto a cinco personas que nombra la dirección nacional del partido son los que lo designan. Para elegir al coordinador provincial se elige por las comarcas: cada una elige un coordinador y el conjunto, más cinco que les pone la dirección estatal, designarán al responsable provincial. Pero hay más, luego está manera artificial de diseñar las comarcas: Torrent, Aldaia o Alaquàs pertenecen a la l'Horta Nord, por ejemplo. La sensación es que han creado la distribución en el mapa que les parece para consolidar unas fuerzas.
-Pero Ciudadanos ya estaba organizado más o menos de esta manera..
-Sí, pero muchos creímos que podíamos transformar algo desde dentro del partido para hacerlo más abierto y democrático. Pero no ha sido así. Al final ves en la televisión todos los días las frases de sobre de azúcar que se repiten en Ciudadanos: los que no creemos en esas cuatro frases de sobre de azúcar que nos repiten cada mañana hemos intentado cambiarlo pero nos hemos dado cuenta de que no se puede y lo hemos vivido un congreso que para mí ha sido a la búlgara. Llega un momento en el que dices: 'Señores, hasta aquí llegó mi lucha, ya no hay más pasos que pueda dar'. A partir de ahora mi función es seguir representando a los valencianos y valencianas bajo los ideales y valores en los que fui elegido.
-¿Qué siente que pierde con su marcha de Ciudadanos?
-Pues lo que suele decirse es que pierdes amigos pero la verdad es que yo siento que no pierdo a nadie. Hay concejales, alcaldes o diputados, amigos en definitiva, que me han llamado y me han mostrado su apoyo aunque por razones diferentes es posible que no vayan a dar el mismo paso que yo. De hecho, he reencontrado a personas que habían sido expulsadas del partido por decir las cosas claras y están en grupos de no adscritos. Por ejemplo, ayer me decía una compañera que había sido expulsada: 'José Enrique, no iba a hablar contigo ni me acercaba a ti por si te causaba un problema. Me alegro de que ahora ya puedo volver a estar contigo'. Pero en cualquier caso, lo que he encontrado es la tranquilidad de poder decir lo que estoy comentado ahora porque por la mitad me hubieran expulsado de C's como le ha pasado a otros compañeros. A algunos incluso simplemente por algún whatsapp crítico en un grupo de amigos. Así que ahora me siento tranquilo y relajado de poder decir lo que pienso y lo que creo que piensan muchos y que no pueden decirlo.
-Bueno, igual que lo puede decir usted, lo pueden decir otros... ¿Va a haber compañeros que sigan su camino?
-El viernes antes de la asamblea general estuve en Madrid con mi compañera Carolina Punset denunciando que estaban 'derechizando' el partido no solo en cuanto ideología sino también en la forma de trabajar. Para mí he tomado una decisión coherente. No soy tampoco el primero: ya ha habido algunos diputados provinciales que han dejado el partido, bastantes concejales... Sí tal vez puedo ser ahora la punta del iceberg por haberse producido tras la asamblea general pero creo que habrá otras personas que darán el mismo paso.
-Ha mencionado a Carolina Punset, imagino que habrá hablado con ella y con el portavoz en Les Corts, Alexis Marí, quienes han mostrado una postura crítica similar a la suya. ¿Qué le dijeron?
-He tomado una decisión personal e intenté no consultarla con casi nadie más allá de a quienes podía afectar. Cuando intentas hacer estas cosas de forma colectiva puedes poner en compromisos a muchas personas y yo respeto las decisiones personales de cada uno. No me atrevería a decirle a un compañero, "sígueme". Ahora bien, no sé si he abierto camino a gente que se siente como yo, pero quien quiera decir algo que salga y que lo diga.
-Quizá no le ha dicho usted a nadie "sígueme" pero tal vez hay gente que le ha dicho: "Voy a seguirte"...
-Algunos me lo han dicho, sí. Pero esto es una cuestión tranquila, nadie tiene que quemarse si no quiere. Si alguien se ha inmolado he sido yo y no quiero ser el flautista de Hamelín de nadie, aunque creo que otras personas harán lo mismo que yo.
-¿Le ha comentado algún diputado de Les Corts si están pensando abandonar C's?
-Te engañaría si te dijera que no he hablado con muchos diputados de Les Corts porque son amigos pero insisto, son decisiones personales que sean cuales sean, yo entenderé, igual que pido que entiendan las mías.
-De todas formas la mayoría de Ciudadanos parece creer en ese giro que ha dado el partido dadas las mayorías sólidas que ha conseguido Albert Rivera en la asamblea que se sitúan en al menos un 75% del respaldo. ¿Cree realmente que hay tanta gente descontenta?
-Hay dos tipos de afiliados en C's: unos los que provienen del Partido Popular, que diría que son la gran mayoría en la Comunitat Valenciana, y otras personas que proceden de otras formaciones o eran independientes. Cuando el primer grupo se ha visto con una mayoría aplastante, han adaptado C's a sus preferencias. Creo que gran parte de los decepcionados son los que vienen del segundo grupo.
-¿Por qué no deja el acta de diputado tal y como le pide la dirección del partido?
-Que devuelvan ellos el acta y el dinero que se han quedado de todos los valencianos porque tenemos representantes en Les Corts que fueron elegidos hace casi dos años, cobran un sueldo pagado por todos y no han hecho nada por los ciudadanos. Ni han salido del despacho: se han limitado a trabajar para ellos y para el partido en vez de por la institución y por todos los valencianos. Esas personas tienen un acta que se la han dado los valencianos con un programa electoral y una ideología que no es la que ahora tienen. Cuando ellos la dejen, yo la dejaré.
-¿Cómo cambia su situación a partir de ahora?
-Voy a seguir trabajando por los valencianos desde el Grupo de No Adscritos defendiendo los valores y principios bajo los que fui elegido.
-¿Y económicamente?
-Dejar la portavocía de C's implica la pérdida de un tercio de mi salario, supongo que 40.000 euros o 50.000 euros en lo que queda de la legislatura. Pero bueno, si me quedaba callado igual me salía una úlcera así que por un lado me sale caro pero por otro, que es el importante, me sale muy barato.
-¿Se ve en otro partido?
-Creo que ya no. Lo que me veo es apoyando a toda la gente que pueda en la lucha para que las prácticas antidemocráticas no existan y que los partidos sean lo que deben de ser: abiertos y participativos. En definitiva, tratar de tender la mano a la gente que tiene ilusión de hacer política y construir algo importante que defienda los valores por los que apostó el Movimiento Ciudadano, aunque lo que estoy diciendo suene un poco abstracto o a una ONG...
-¿Una ONG de políticos maltratados por sus partidos?
-(Sonríe) Pues quizá no estaría mal porque los hay en muchos sitios. Pero en cualquier caso, quiero hacer servir la experiencia que tengo para colaborar y ayudar a la gente.