Juan Ponce: "Es fundamental que la tasa de residuos se desarrolle al máximo"

VALÈNCIA. Biólogo de profesión y con una larga trayectoria en el movimiento ecologista, Juan Ponce (Valencia, 1965) es diputado autonómico de la coalición Compromís desde 2011 en representación de VerdsEquo. En las elecciones municipales de ese mismo año, también fue elegido concejal en el Ayuntamiento de Villamarchante. 

El partido en el que milita, la pata ecologista de la coalición valencianista, vivió uno de sus momentos más delicados en febrero de 2018 tras la destitución del ex secretario autonómico de Medio Ambiente Julià Álvaro por desavenencias por la consellera Elena Cebrián. Apenas tres días después de celebrar su asamblea, Àlvaro dimitió como coportavoz de Compromís y poco tiempo después haría lo mismo en VerdsEquo. Dos puestos que asumió el concejal de Movilidad en el Ayuntamiento de València, Giuseppe Grezzi, y a los que renunció hace apenas dos meses.  

Ponce se reúne con Valencia Plaza para hablar de la situación interna de su formación, pero también de algunas iniciativas que presentó la coalición en Les Corts como la PNL para cerrar Cofrentes en 2021 que el Gobierno central ha pospuesto o las políticas verdes en las que considera que debería trabajar el Botànic II. 

-Podem y Compromís renunciaron a la tasa turística en la Ley de Acompañamiento de 2020 porque alegaban que este año será en el que se desarrolle la fiscalidad verde. ¿Tratarán de impulsarla ese año como dice el PSOE en un paquete de tributos verdes?
-Espero que sí. La tasa turística lo que pretendía era que los municipios tuvieran la opción de tener ese tributo complementario. En algunos había voluntad de aplicarlo, en otros no. Es obvio que hay que hacer una transformación ecológica de todo el sistema productivo y económico. Debemos aplicar la fiscalidad en positivo para cosas beneficiosas, y la negativa para las contaminantes.

-Y ahí Compromís ¿sería partidario de tramitar una tasa municipal? ¿O también autonómica? 
-Yo creo que es mucho mejor dejar la puerta abierta para que los municipios la puedan aplicar en la medida que ellos consideren. 

-¿Qué tipo de tributos serían a su juicio oportunos en este marco? Contaminación coches, tasa turística, tasa de residuos…
-Está pendiente la tributación en cuanto a las actividades contaminantes a la atmósfera, ya que se hizo una moratoria para que hubiera un periodo de adaptación y eso terminará aplicándose al 100%. Lo mismo ocurre con las tasas de vertido en vertedero o las tasas de incineración de residuos peligrosos. En la Comunitat Valenciana hemos prohibido la incineración de los residuos urbanos, pero no podemos prohibir la de residuos industriales, que básicamente se hacen en cementeras. Lo que sí podemos hacer es aumentar la fiscalidad en negativo para no ser una comunidad receptora de residuos. Es fundamental que esta tasa y otras de este tipo se desarrollen al máximo. 

-Podem de hecho quiere incrementar los tramos de impuesto de residuos. ¿Les apoyarán en esta cuestión cuando la planteen?
-Hay que trabajar en ese sentido porque a la larga sale más barato. No se trata de recaudar más, sino de que una mala gestión de residuos sale caro para toda la sociedad con el paso del tiempo. Las industrias y los municipios deben hacer la mejor gestión posible, aplicar la economía circular a todos los niveles; de todos los residuos se puede obtener provecho. 

-En 2017 se aprobó una PNL para cerrar Cofrentes en 2021, no prorrogarle la licencia de funcionamiento. ¿Puede garantizar que será así?
-Tristemente parece que va a seguir funcionando algún año más porque no se han hecho los deberes por parte del Estado. Iberdrola, que es la gestora de la central nuclear, pidió una autorización para la construcción de un almacén temporal individualizado, un pequeño vertedero de residuos radioactivos, porque las piscinas donde almacenan los residuos ya no tenían capacidad. De hecho, la última recarga de combustible que se hizo el año pasado colmató las piscinas. Nosotros en Compromís decíamos que los dos próximos años debía cerrarse la central nuclear para no generar más residuos radioactivos. Pero el ministerio le concedió a Iberdrola este almacén temporal que no es que sea muy grande, pero tiene capacidad para que la central funcione hasta ocho ó 10 años más. Por lo menos, hay un compromiso verbal por parte del Gobierno de que durante esta década cerrarán todas las centrales y a Cofrentes le tocará entre 2024 y 2026. Esperemos que se haga lo más pronto posible. Nuestra voluntad, como impulsores de la iniciativa y de todo el Botànic II porque la apoyaron todos, era que cerrara en 2021, pero si no puede ser en ese año que como máximo sea en el 2023 ó 2024. 

-¿Qué le parece la propuesta de Podemos de crear una empresa pública de energía para suministrar a todo el territorio? ¿Lo ve factible en esta legislatura?
-Es una iniciativa a estudiar. De lo que se trata es de producir energía renovable limpia y lo más distribuida posible. Creo que es una iniciativa interesante crear una empresa que no tenga criterios únicamente mercantilistas en la producción de energía y que estuviera al servicio de la sociedad. A su vez considero que es complejo de desarrollar e implementar. 

-¿Ve factible que eso se produzca en una legislatura?
-En una legislatura no creo que pueda implementarse, pero dar los primeros pasos sí. Otra cosa es que se considere prioritario, porque hay tantas otras cosas que también son importantes... Ahora hay una avalancha de propuestas de parques solares en buena parte del territorio que hay que tramitar e implementar. 

-¿Qué valoración hace Compromís del cambio que plantea hacer la Autoridad Portuaria en la ampliación del Puerto?
-La normativa y la DIA de 2007 son muy claras: se autorizó la Alternativa 4 con ciertas medidas correctoras. Si se modifica el proyecto, aunque ahora digan que cambia poco, cambiarán  las medidas correctoras. Se ha de reevaluar el impacto ambiental en 2020, en un escenario de emergencia Climática declarado por todas las administraciones en el que asumimos que todo nuevo proyecto se debe evaluar desde esta óptica: reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y descartar actuaciones que contribuyen a poner en riesgo espacios protegidos y la línea de costa. Y como la ampliación conllevará aumentos del tráfico, esperemos que ferroviario, habrá que evaluar también la mejor opción en este sentido, y hacerlo conjuntamente con la ampliación propuesta. No podemos hacerle trampas a las próximas generaciones separando la evaluación de proyectos que han de ejecutarse a un mismo tiempo.
Compromís no ha cambiado de posición; la Autoridad Portuaria ha cambiado de proyecto varias veces, y la lástima es que el señor Ábalos también cambie de posición y que ahora no valga lo que defendía cuando fue concejal del ayuntamiento de València.
Al final, la costa sufre una doble amenaza, por una parte, las infraestructuras que alteran la dinámica litoral y que hay que replantearse en su conjunto, pero la fundamental será la de la subida del nivel del mar si no somos capaces de reducir las emisiones de CO2. Reducir las emisiones significa también poner freno a la insensatez que es  importar todo tipo de bienes, desde móviles a fruta, desde la otra punta del planeta. La emergencia climática también requiere modificar el sistema socieconómico que ha impuesto el neoliberalismo.

-Pasando a temas de partido, ¿considera oportuna la salida de Giuseppe Grezzi en el momento en que lo hizo? Lo digo porque en su día miembros de su formación consideraron que haberlo solapado con la crisis de la EMT podía dar lugar a que se hicieran "interpretaciones erróneas". Es decir, que se relacionaran ambos hechos...
-La crisis de la EMT llevaba ya unos cuantos meses y era obvio que el tema iba para largo. Yo no creo que pudiera haber una relación directa, ni indirecta. Pero tampoco entiendo muy bien los motivos de mi excompañero de partido. Él ha dicho que va a seguir en Compromís trabajando por las mismas políticas. 

-¿Dio más explicaciones al respecto sobre su marcha?
-Desde luego de irse del partido, no. No lo explicó mucho más y desde la dirección del partido no pudimos justificar mucho más porque tampoco teníamos más información. Es cierto que Giuseppe ya había comentado tiempo atrás que quería dejar la portavocía, un puesto que él mismo asumió en un momento complejo tras la salida de Julià Àlvaro. No se encontraba cómodo en esa posición y propuso hacer un congreso extraordinario en primavera, pero decidimos que no tenía sentido porque celebrábamos el próximo congreso en octubre. 

-¿Cuáles serán los pasos a partir de ahora?
-Por estatutos tenemos dos portavoces, un hombre y una mujer que se renuevan cada cuatro años como el resto de la ejecutiva. Cuando se va uno de los dos, el otro se mantiene. Si fallan los dos, que es lo que pasó en abril de 2018, la Mesa de País puede nombrar otros dos coportavoces hasta el siguiente congreso. Cristina Rodríguez va a continuar en su puesto y asumirá también la coportavocía de Compromís que Giuseppe ocupaba.  

-¿Se plantea presentarse a la portavocía de VerdsEquo?
-No me lo planteo. Tampoco estamos en esa fase, pero en cualquier caso, estaré donde me diga el partido. 

-¿Cree que Compromís debería seguir como está o avanzar hacia un partido único o, al menos, a una federación de partidos?
-Lo hemos debatido y no tenemos una posición cerrada. Avanzar en Compromís para que toda la gente que aglutina o representa se sienta cómoda es importante. Nosotros, VerdsEquo, nos encontraríamos cómodos en una federación de partidos; en un partido único, no. Lo descartamos por muchos motivos, pero con la federación trabajaríamos de una forma muy similar a la actual y sería mucho más fácil canalizar la participación de la gente que está adherida a Compromís. 

-El Bloc está en pleno proceso previo a un congreso denominado de refundación. ¿Cómo cree que puede afectar esto a Compromís?
-Supongo que en positivo. Los congresos siempre son para evolucionar, pensar y hacer propuestas para los siguientes años. Pocos meses después tendremos el nuestro e Iniciativa también tiene una asamblea en la que también redefinirá sus estrategias. 

-Siempre se ha dicho que VerdsEquo está sobrerrepresentado pero, a día de hoy, solo hay un alto cargo en el Consell -si no me equivoco- perteneciente a su partido. ¿Considera que están sobrerrepresentados, justamente representados o infrarrepresentados?
-No estamos buscando sillones. Para nosotros lo fundamental son las políticas desde el minuto cero. Mi papel, por ejemplo, fue poner encima de la mesa la ecología política. En Compromís lo teníamos claro, y el PSOE y EU fueron asumiendo nuestras iniciativas que no se habían propuesto por parte estas fuerzas políticas. Esa es nuestra hoja de ruta y hemos ayudado a impulsar la ecología política allá donde estamos gobernando. La legislatura pasada tuvimos la oportunidad de nombrar a más personas que en esta y muchas no eran de partido. Ahora tenemos dos directores generales, Fran Quesada y Joan Piquer, así como el subdirector de Vaersa. Todavía quedan empresas del Consell que deben renovar cargos porque aún estamos con reglamentos por desarrollar y tenemos el compromiso de poder nombrar a alguna persona más. Pero para nosotros lo fundamental es haber condicionado el eje 1 del Botànic II: la transición ecológica. Tenemos una Conselleria de Emergencia Climática y Transición Ecológica que ha sido un empeño nuestro. Para nosotros lo importante es esto. Ahora lo que queremos es que haya recursos suficientes para poder desarrollar estas políticas de gestión de residuos o buena gestión del medio natural...  

-¿Considera que están justamente representados entonces?
-Estamos representados y contentos de formar parte de este Gobierno. Y muy orgullosos de influenciar en las políticas de este Consell como estamos haciendo.