Fotos: EDUARDO MANZANAVALÈNCIA. "El problema del ecosistema startup español es que hay demasiado dinero y mucho es público". Así lo cree Luis Martín Cabiedes, veterano de la inversión en España y general partner de Cabiedes & Partners, firma de capital riesgo con más de un centenar de participadas y grandes exits como Privalia, Blablacar o Trovit.
- En su charla en el BigBan Investors Congress hablaba bajo la premisa de resetear el ecosistema. ¿Qué hay que cambiar?
- No hay que resetear el ecosistema, por varias razones. La primera es que el sistema se resetea a sí mismo y ya lo está haciendo. Lo único que hay que ver es hasta dónde va a llegar. Y ahí está la discusión interesante. Si esto es más o menos que en 2008. Los sistemas económicos son bastante adaptativos y, dejados a su propia suerte, se resetean solos. El problema es cuando hay factores exógenos, como el dinero público, que distorsiona el ajuste sano.
¿Hay que quemar los bosques? No. Pero de vez en cuando es bueno y sano que se produzca un incendio. No hay que resetearlo y si alguien quiere hacerlo conmigo que no cuente. Los inversores opinamos con la cartera, y si no te gusta el autobús pues te bajas. Lo que sí que es cierto es que estoy invirtiendo menos que nunca.
- ¿Qué le pasa al ecosistema para que sea necesario que se resetee?
- El problema es que hay demasiado dinero y mucho es público. Ahora estaban cambiando las tornas, pero hasta el año pasado, no había más que titulares de récord de inversión en España, Europa, EEUU,... Si has leído a Kaplan, hay ciencia que demuestra que cuanto más dinero entra en el ecosistema, menor es la rentabilidad esperada. Lo cuál es de cajón. Por lo tanto, cuando leíamos récord de inversión, era récord de baja rentabilidad esperada. Y por lo tanto, como es mi dinero, no lo pongo ahí.
- ¿Cree que debería dejar el Estado de inyectar dinero para invertir en startups?
- Tiene mejores usos el dinero que estar financiando riders o como puedo decir proyectos en los que invierto yo. Pero parece que el dinero público financiando que tengas tus caprichos en tu casa en 10 minutos es difícil de entender.
- ¿A qué otras cuestiones se debería destinar este dinero?
- Hay una parte de tecnología básica en la que sí que hay un papel para el Estado. En sanidad que requiere investigación de ámbito público. Y luego, hay actividad económica que necesita impulso del Estado, pero desde luego la que cree empleo, no la que a veces lo destruye. Hay mejores usos. En España nos espera un nivel de desempleo brutal y me parece más lógico favorecer esto que a un venture capital de Chamberí.
- ¿A qué están esperando los venture capital y los inversores?
- Yo estoy esperando a que exista rentabilidad. En cuanto al venture capital, lo que está esperando son ajustes de valoraciones. Volverá a colocar dinero, porque es una industria que vive de eso. No creo que el problema del ecosistema vaya a ser la falta de dinero, lo que sí que creo que será es la rentabilidad para el inversor privado.
- ¿Y qué se puede hacer ante esto?
- Hay que mirar fuera de tech. Nos hemos estado mirando demasiado el ombligo, y hay muchos buenos proyectos fuera de este ámbito. Pero no me preocupa el ecosistema, yo decido mis inversiones y no tengo interés en modificar nada. Hay oportunidades de inversión, y no soy demasiado corporativista.
- ¿Cuál es su estrategia inversora?
-Estamos invirtiendo bastante en empresas tradicionales. Pymes, porque somos emprendedores, y seguimos invirtiendo en startups, pero buscamos empresas que tengan más claro el camino a la rentabilidad. Esto siempre ha sido parte de nuestro sello como inversor. Siempre he sido el que más ha mirado Ebitda y rentabilidad por encima de crecimiento, y ahora se está acentuando.
Entre rentabilidad y crecimiento, siempre he sido más de rentabilidad, pero ahora de una manera más firme. Antes, los venture capital miraban las proyecciones a diez años, y ahora miran la cuenta de resultados a seis meses. Lo cual es sanísimo, porque esto es como navegar. Y hay que saber navegar con viento a favor y con viento en contra. No hay que alarmarse cuando llevas 20 años invirtiendo, porque ves los ciclos y el largo plazo. Yo no decido cuál va a ser el tiempo mañana, solo pongo las velas.
- ¿Cree que va a mejorar algo la ley de startups?
- No soy un experto en esto pero trae cosas buenas, como el mejor tratamiento de las stock options, que era esencial. Cuando me decían qué se podía hacer con el ecosistema, siempre decía, stock options y dejarlo en paz. Pero creo que lo mejor que puede pasar es, si en vez de hacer una ley nueva, derogamos una cada diez meses y quitamos muchos de los frenos que hay.
Dicho esto, la ley de startups está bien, tiene muchas cosas positivas, pero es como si le preguntas a un jugador de fútbol qué reglas cambiaría del partido. Pues no sé, dígame las reglas, seguridad jurídica, y yo ya juego con ese marco. Y si no te gusta nada, pues te vas y dejas ese deporte. Hay cosas que hay que regular, pero a veces hay exceso de regulación.
Yo soy liberal profundo en lo económico y en lo social, aunque lo segundo tenga connotación negativa. Creo que en el mercado hay que regular los fraudes y los excesos, pero una cosa es regular y otra intervenir, y estamos en un momento de excesiva intervención del Estado en todo el mundo.
- ¿Qué se puede ver en Silicon Valley, que suele ir por delante del resto?
- Conozco Silicon Valley desde hace mucho tiempo y lo que hacen bien es que son mucho más drásticos. Si hay que reducir personal se reduce, y no se dedican a poner paños calientes. Subida de tipos, lucha contra la inflación, dejar al ecosistema que se ajuste. Es verdad que esto tiene un coste social, y en Europa lo gestionamos mejor que ellos, y ponemos una red de seguridad debajo.
Pero una cosa es poner una red de seguridad y otra subirte a las cintas del funambulista detrás. Tú ponle una red y si se cae ya le recogerás, y en esto EEUU va por delante con el ajuste brutal y aquí no nos enteramos y lo haremos más tarde y mal.
- ¿Cómo se verá en España el ajuste?
- Hay compañías que no deberían existir y desaparecerán. No tiene sentido mantener vivas determinadas empresas. No son personas. Hay que salvar a trabajadores y ciudadanos, pero no a empresas.
- ¿Cómo ve el ecosistema emprendedor valenciano?
- Lo que está pasando con Lanzadera es meritorio, de una persona que está decidiendo empujar el ecosistema. Me parece que es valiosísimo lo que se está haciendo en València y cada vez vengo más por aquí. Es de quitarse el sombrero.
