entrevista al analista sénior de la firma alemana de investigación

Pablo Duarte (Instituto Flossbach von Storch): "Estamos ya en plena estanflación económica"

30/05/2022 - 

VALÈNCIA. La firma independiente alemana Flossbach von Storch estuvo recientemente en la 'city valenciana'. La presentación corrió a cargo de Pablo Duarte, analista sénior del Instituto de Investigación Flossbach von Storch; mientras que por la parte de la gestora lo hicieron Javier Ruiz, responsable en España, y Fernando Úrculo, del equipo de ventas. Dicha gestora tiene más de 80.000 millones de euros bajo gestión, lo que la convierten en líder del mercado independiente germano. Todo ello bajo la filosofía de no solo preservar el capital sino de hacerlo crecer cuando hay oportunidades.

Por su parte, el Instituto Flossbach von Storch reúne a un grupo de expertos económicos fundado por la firma alemana, que tiene cuatro áreas de investigación: macroeconomía, empresas, sociedad y finanzas y economía, política y filosofía. Pero nada mejor que hablar con Pablo Duarte, que se unió a dicha institución en 2020, para conocer más cosas al respecto.

A continuación, la charla mantenida con este doctor en Economía por la Universidad de Leipzig, investigador visitante en la Universidad de Nueva York y que se licenció en su tierra natal (Colombia). Todo un experto en macroeconomía internacional y política económica. 


-En primer lugar y para situar a los lectores, ¿qué es el Instituto Flossbach von Storch?
-Somo un think thank que nació en el verano de 2014 con la idea de crear un instituto de investigación independiente de la gestora, pero también con independencia de lo que se estudia y de lo que se dice. Hay muchos institutos que dependen de los gobiernos, pero en nuestro caso no. Al frente del nuestro está el profesor Thomas Mayer, que fue economista jefe de Deutsche Bank. Asimismo, tenemos un equipo multidisciplinar donde la mayoría de los miembros son profesores universitarios.

-¿En qué están centrados ahora mismo en el área macroeconómica que le compete?
-Principalmente en la inflación y la desaceleración económica, sus perspectivas a medio y largo plazo; pero también en la sociología financiera, es decir, cómo invierten los jóvenes frente a las personas mayores. La covid-19 ha provocado un cambio de la inversión en un escenario macroeconómico muy agitado en estos últimos años.

"Los precios han subido a tasas no vistas desde hace años, mientras la economía se está desacelerando"

-¿Estamos en riesgo de estanflación?
-No. Estamos ya en plena estanflación económica. Los precios han subido a tasas no vistas desde hace años, mientras la economía se está desacelerando. Así lo advierten los indicadores tempranos como los de consumo de electricidad, que muestran que la actividad económica está bajando. Es un escenario clásico de estanflación.

-¿Por qué le está costando tanto al Banco Central Europeo (BCE) subir los tipos de interés? ¿Cuándo prevé la primera subida?
-El BCE tiene mucha presión para acomodar su política monetaria, pero con tasas tan altas de inflación no puede quedarse quieto. Vemos la primera subida en la reunión del próximo mes de julio, pero claro un alza también podría desestabilizar a países con deuda pública tan alta como España e Italia. Sin embargo, a la autoridad europea no le queda otra que elevar los tipos de interés.


-¿Impactará el endurecimiento de la política monetaria de la Eurozona sobre las bolsas?
-Las bolsas ya han venido descontando ciertos movimientos donde la incertidumbre ahora es la inflación y su impacto sobre el crecimiento económico. ¿Qué van a hacer las bolsas? Lo siento pero no me he traído la bola de cristal (sonríe).

-Hablando de inflación, ¿se ha vuelto estructural o es transitoria?
-Los bancos centrales han expandido la base monetaria a velocidades increíbles y, por ejemplo, eso está impactando en los salarios de los estadounidenses. Europa es un poco más lenta en este sentido, con un sistema laboral menos flexible. Los sindicatos están bajo presión para negociar salarios más altos mientras los bancos centrales no reduzcan los excesos de liquidez. 

"Hay variables que han jugado a favor de la deflación, que ha cambiado de signo, como son las famosas tres D: desglobalización, descarbonización y demografía"

-Quién nos iba a decir que hayamos pasado de la deflación a la estanflación...
-Hay variables que han jugado a favor de la deflación, que ha cambiado de signo, como son las famosas tres D: desglobalización, descarbonización y demografía. Son tres factores estructurales presentes en las próximas décadas. El efecto demografía se va a notar en la mano de obra, que tira de los salarios hacia arriba. Además, hemos pasado de ver como la gente mayor consumía menos a hacerlo más y el alargamiento de la vida implica gastos adicionales. Estos factores han estado presionando los precios hacia abajo durante 20 años, pero ahora esto está cambiando. Por no hablar también de China, que con su política de un solo hijo tiene menos mano de obra.

-Decía usted hace unos días en la prensa que el dinero conocido como tal se acabó en 1971, ¿también ve el final del dinero físico pronto con la llegada de las criptomonedas?
-En 1971 pasó que teníamos una base del oro, una regla monetaria muy clara en Estados Unidos donde 35 dólares equivalían a una onza. Pero esa regla empezó a ser bastante incómoda para la política fiscal norteamericana. En este sentido, el presidente Nixon dijo que iban a dejar el patrón oro y se liberaron del corsé que significaba más oro para imprimir más dinero, lo que trajo consigo una pérdida de valor del dólar. La moneda tiene tres funciones: unidad de valor, método de intercambio y reserva de valor, que es lo que busca la gente. Pero claro viendo la onza del oro actualmente por encima de los 1.700 dólares significa que el dinero vale mucho menos que antes de 1971 (sonríe).


-¿Y qué opina sobre las criptomonedas?
-No creo que de repente, y en poco tiempo, se empiecen a usar bitcoins en el comercio internacional. Probablemente podrían llegar a tener esa función de dinero con el tiempo, pero hoy por hoy son cualquier cosa menos una inversión. Todo es cuestión de alternativas, ahora es el bitcoin y ¿el siguiente? Veremos cuál.

-Siguiendo con cuestiones monetarias, ¿atisba a medio plazo la paridad euro/dólar?
-Estados Unidos es más fuerte que la Eurozona y tiene más margen para seguir elevando los tipos de interés, pero influyen muchísimas variables. Lo que está claro es que el dólar va a tender a fortalecerse y eso significa una mayor presión para el BCE.

"Siempre ha estado presente la discusión SOBRE si el euro debía ser la coronación de la unión fiscal o, por el contrario, el camino para lograrlo"


-¿Tal vez una unión fiscal europea fortalecería a la moneda única?
-Siempre ha estado presente la discusión sobre si el euro debía ser la coronación de la unión fiscal o, por el contrario, el camino para lograrlo. Alemania dijo que primero había que unificar y luego rematar; mientras que la opinión de Francia era al revés. Lo que se pensaba es que las expectativas de los niveles de vida iban a converger, con riquezas similares en todos los países, pero no fue así porque y ahí está la diferencia entre los países del norte de Europa y los del sur. Esto es un tema político porque ¿estarían dispuestos a llevar a cabo políticas en lo que a transferencias fiscales se refiere? ¿Haría Alemania el mismo esfuerzo que cuando tuvo que integrar la parte oriental? Este asunto es muy complejo.

-Por último, ¿hablar de los criterios ESG/ASG (ambientales, sostenibles y gobierno corporativo) es hacerlo de una moda pasajera o de algo que ha venido para quedarse?
-No es una moda si se entiende bien. Las empresas que quieren sobrevivir al paso del tiempo tienen un incentivo intrínseco para tener en cuenta factores de sostenibilidad. Al final se trata de introducir factores extrafinancieros para evaluar la calidad de las compañías. El reto grande consiste en crear índices que consistentemente puedan abarcar la complejidad del asunto. En un estudio de nuestro instituto se mostró que hasta ahora hay una divergencia grande entre los índices actuales, que buscan medir lo mismo. Dicho esto, y para bien o para mal, la descarbonización es un objetivo político y una realidad, realidad que influirá en el desarrollo económico futuro.

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