VALÈNCIA. Pilar Lima (1977, Valencia) es senadora territorial por Les Corts Valencianes y forma parte del Consejo Ciudadano Estatal (CCE) -Ejecutiva de Podemos-. Licenciada en trabajo social y profesora en lengua de signos, encabeza la candidatura de Obrint Podem para convertirse en la secretaria general de los morados en la Comunitat y dirigir la formación en la autonomía.
Su candidatura no cuenta con ningún diputado que actualmente se encuentre en el parlamento valenciano. No obstante, confía en que una vez se supere el proceso, todos vayan "en la misma dirección", siguiendo la demanda de unidad que fijó Madrid después del Vistalegre II, y se anteponga el "proyecto político a las voluntades personales".
Valencia Plaza se reúne con Lima para hablar de la próxima Asamblea Ciudadana Valenciana de Podemos -que se celebrará el próximo 14 de mayo-, de su candidatura, de la posibilidad de confluir con Compromís en las próximas elecciones autonómicas, y del rumbo que ha tenido la formación con Antonio Montiel al frente en estos últimos años. Se muestra crítica con el apoyo de los socialistas a la investidura de Mariano Rajoy y con el grado de cumplimiento del Pacte del Botànic.
-Actualmente en su lista no cuentan con ningún diputado de Les Corts, ¿cómo gestionarán el trabajo con el grupo parlamentario si gana su candidatura?
-Es importante destacar que en Podemos nadie es imprescindible: ni cargos públicos, ni de dentro de Les Corts… El Consejo Ciudadano Valenciano (CCV) es un equipo de personas plural, diverso, que se debe encargar de hacer de intermediario entre las instituciones y la calle. Depende de quién gane o cómo se gane ese CCV, se recogerán las demandas que vengan desde abajo, desde la sociedad civil, y después se trasladarán al parlamento valenciano para poder defenderlas en la institución. Y las personas que ganen deben tener un compromiso con el cambio, lo que significa aceptar los documentos que sean elegidos.
-¿Mantendrían a Antonio Montiel como síndico en Les Corts? En la presentación de los documentos el pasado mes de abril decían que no estaban de acuerdo con el rumbo que había tomado el partido con él al frente...
-Esa decisión no me corresponde a mí tomarla. Será en el CCV resultante donde se debata qué cambios se hacen en el grupo parlamentario. Mi apuesta sobre todo es que la portavocía sea coral porque uno de los errores de Podemos en estos dos años es que no ha tenido visbilidad casi, ha estado muy centrado en la figura de Antonio Montiel y eso ha supuesto que no nos conozcan en la calle. Falta tejer con los movimientos sociales; no apoyarlos, sino que sean protagonistas en esta historia. No podemos tener una actitud parecida al resto de partidos políticos.
-¿En qué se va a traducir esa portavocía coral?
-El Consejo Ciudadano Valenciano es el que tiene que ver cómo lo gestiona: quiénes son los portavoces, si hay dos o tres, y por supuesto cómo será el enlace que recoja ese trabajo. Esa coralidad poco a poco también se está haciendo en estatal. No sólo es Pablo Iglesias el que copa los medios de comunicación, también está Irene Montero, Ione Belarra... A mí me gusta que todo esté repartido por temas, que ampliemos la visibilidad de los distintos perfiles con los que contamos. En nuestro caso, por ejemplo, el alcalde de Vinaroz, Enric Pla, sería el encargado de municipalismo.
-¿Cómo compaginaría su trabajo en el Senado, la secretaría general de Podemos en la Comunitat y el trabajo en el Consejo Ciudadano Valenciano?
-Me apoyaría en esa coralidad porque confío en el equipo. Que una persona quiera controlarlo todo me parece inabarcable. En política tienes que confiar en los compañeros y compañeras. Yo pasé unas primarias para estar en el Senado, y es la cámara de representación territorial. Allí me tengo que centrar en el interés de los valencianos, tener un CCV fuerte me ayuda a implementar medidas allí de qué es lo que queremos. Creo que se puede compatibilizar.
-En las últimas semanas parecía que iban a pactar con otras candidaturas, en concreto con Reconéixer-nos, pero finalmente el pacto se quebró. ¿Qué les ha hecho llevar un camino independiente finalmente?
-Todavía no he podido hablar con la compañera Cristina Cabedo de Reconéixer-nos, habíamos transaccionado documentos y habíamos llegado a acuerdos con ellas. Estaba la lista ya preparada y a última hora dio un paso atrás, pero algunas personas del Círculo de Diversidad funcional sí que van en nuestra lista y pertenecían a Reconéixer-nos. Con Aprofundir el canvi también nos reunimos; tenían su proceso de preprimarias y nos invitaban a participar en ellas. Pero a mí no me gusta ir con el tiempo muy justo y eso es lo que implicaba participar en ellas, además de que me hubiera gustado abrir el proceso y tenían la línea roja de que el secretario general debía ser Antonio Estañ. Con Més Morat, Més Podem hay diferencias políticas. Piensan que el Pacto del Botánico está bien per sé y es una candidatura continuista.
-Una Marea per Aprofundir el canvi habla de valencianizar Podemos. ¿Apuesta su candidatura por territorializar también el partido?
-En Vistalegre II ganaron unos documentos que tienen unos mandatos, que también fue votado por los valencianos y donde se fija una descentralización de abajo a arriba. No queremos tampoco un modelo federalista de baronías como tiene el PSOE. Desde Obrint Podem, una candidatura completamente valenciana, creemos que tenemos que ir en coherencia con los documentos estatales aprobados ya. No son los documentos de Madrid, sino de todo el país. La gente entiende autonomía como ser independiente de estatal, y son los valencianos y valencianas presentes en el Consejo Ciudadano Estatal (CCE) los que defienden nuestros intereses. La autonomía no es ir aparte de estatal, si quieres eso quizá tengas que fundar un partido autonómico. A mí me gusta contar con Teresa Rodríguez en Andalucía, con Pablo Echenique en Aragón, que tengamos que discutir algo sobre el agua y que podamos compartir conocimientos, que nos enriquezcamos entre territorios.
-¿Se sienten independientes y autónomos de Madrid? Desde otros equipos aseguran que en las negociaciones ustedes han estado en contacto con Madrid continuamente...
-Contacto con Madrid, no. En todo caso con el Consejo Ciudadano Estatal, con compañeros y compañeras de todos los territorios, diputados y senadores. Tener conversaciones sobre análisis a veces te ayuda a tener una perspectiva desde fuera de la Comunitat Valenciana. Es importante destacar que yo di el paso de presentarme porque quise y me preocupaba la situación que veía aquí. No veía esa alternativa seria de hacer política hacia fuera, veía que se estaba muy centrado a la interna y eso no nos ayuda. Di el paso cuando tocaba. Me llamó e interpeló mucha gente de Valencia para que lo hiciera. Y también el apoyo del equipo fue fundamental: Héctor Illueca, Ana Fornés... Esos perfiles me dan confianza y creo que podemos ser más de lo que somos y lo que fuimos. Cuando hablan de Madrid no sé a qué se refieren, como si yo no pudiera hablar con Irene Montero... Creo que desde el momento que se conozcan los resultados, vamos a ir todos a una y se antepondrá el proyecto a las voluntades personales. La organización la construimos todos con nuestras opiniones distintas.
-En alguna intervención ha subrayado que no es la candidata de Pablo Iglesias, ¿le molesta esta etiqueta?
-No me molesta. Me parece que es absurdo decir que soy la candidata de Pablo Iglesias, no soy de nadie. Soy la candidata de Obrint Podem. Pregúntale a Pablo (Iglesias) a ver qué le parece que digan eso. Evidentemente yo apoyé 'Podemos para todas' -candidatura de Iglesias en el Vistalegre estatal- porque compartía las líneas políticas y organizativas. También me llevo muy bien con Echenique. Se formó un equipo de personas con las que había afinidades, evidentemente. Pero me gustaría que dijeran que soy la candidata de Obrint Podem.
-¿Acudirán a la manifestación del 20 de mayo para apoyar la moción de censura que plantea Unidos Podemos?
-Yo voy a ir. Hay una reunión del CCE y cuando acabe, acudiré para apoyarla.
-¿De cara a 2019 verían adecuado una confluencia con Compromís?
-No sólo con Compromís, también con otros grupos políticos como PACMA. Queremos abrir y dar la bienvenida a todos y todas siempre que tengamos objetivos comunes y antepongamos los derechos humanos de los ciudadanos. La decisión última la tendrán los inscritos e inscritas porque tendrá que haber una consulta. Pero de momento ahora tenemos dos años para trabajar con un equipo que busque realmente el cambio social. Lo que queremos es llegar al Gobierno y que los movimientos sociales y la sociedad civil sean protagonistas.
-Dice que lo que quieren es llegar al Gobierno, ¿fue un error no entrar en el Consell?
-No lo sé. Ahora se ve con perspectiva porque ha pasado tiempo. Las condiciones en las que estaba Podemos han cambiado; era una máquina electoral corriendo de unas elecciones a otras mientras construíamos un partido político desde abajo en tres años a nivel estatal... Ahora estamos en otro momento, en lo que queda de legislatura creo que no pensamos en entrar al Consell. Tampoco creo que tengamos que estar aliados a un PSOE que ha impedido un cambio a nivel estatal. Yo estoy en el Senado y en las últimas elecciones del 26J propusimos ir juntos para romper la mayoría absoluta del PP, y se perdió una gran oportunidad por intereses partidistas. El señor Puig con su gente, antepone demasiadas veces el interés partidista al de los ciudadanos valencianos.
-¿Qué podría cambiar en 2019 del Pacte del Botànic si ganara en este Vistalegre valenciano Obrint Podem?
-Queremos formar una mayoría que dentro de unos años pueda presentar muchas Proposiciones No de Ley, preguntas, iniciativas parlamentarias... No queremos pactos con 200 medidas, queremos que el programa se aplique y se cumpla. Si no se puede cumplir algo, que se explique el por qué, pero que se explique y justifique por qué no se ha podido hacer lo previsto.
-En una entrevista en Valencia Plaza, Antonio Montiel aseguraba que estaba esperando que alguien le dijera en qué no había sido exigente con el Consell, ¿creen que no lo ha sido? ¿Por qué?
-Creo que estamos en una posición de subalternidad. El Pacto del Botánico era como nuestro programa autonómico, pero muy reducido a una serie de medidas que, además, eran un brindis al sol; parecía un cheque en blanco con medidas vacías. Desde entonces nos apagamos y perdimos la luz propia que teníamos. A día de hoy falta que se implanten medidas que se recogieron entonces porque el cambio no ha llegado a notarse en la vida cotidiana de los valencianos y valencianas. Falta una oposición más valiente, potente, audaz… No hemos llegado a las instituciones para caer bien al señor Puig o al resto de consellerias. Hemos llegado para ser inc´modos para el resto de partidos. Cuando estén tranquilos con nuestra presencia, empezaremos a preocuparnos.
-En la renovación del Pacte del Botànic se incluyeron 200 medidas nuevas a propuesta de Podemos y la dirección actual estaba bastante satisfecha...
-¿Qué se ha cumplido del primer Pacto? Hace dos años de eso. En Dependencia continuamos con el modelo Cotino, sabemos que en la Comunitat se ha perpetuado la corrupción. A instancias de Podemos se ha creado una oficina Antifraude, pero ¿dónde está? No me parece serio que se esté pensando aún dónde ubicarla. La corrupción es la segunda preocupación de la gente en las encuestas del CIS. Es un problema que repercute en la ciudadanía, causa directamente desigualdad social, afecta a los servicios sociales públicos... Lo voy a repetir mucho pero el amor en política se demuestra en los presupuestos. Así que, en estos momentos hace falta una oposición más clara.