El reconocimiento a la labor, mérito y sacrificio del trabajo desempeñado por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad de nuestro Estado, nunca ha dejado de ser un tema controvertido.
Más allá de los públicos y merecidos reconocimientos por parte de las autoridades, las condiciones y los medios de los que disponen los Cuerpos Policiales no se corresponde con su esfuerzo y dedicación. Velan por la seguridad ciudadana hasta el punto de poner en peligro sus vidas, pero aun así su labor está marcada por la precariedad de las dependencias e instalaciones, el escaso equipamiento y unos medios materiales en muchos casos obsoletos. Esto deriva en una situación de angustia, estrés y ansiedad para estos profesionales, que acaba en bajas laborales y, en el peor de los casos, incluso en suicidios, tal como se ha denunciado por las asociaciones del sector.
Esta semana, hemos conocido una circular de la Dirección General de la Policía que establece el uso obligatorio del chaleco antibalas para los agentes durante el desempeño de su servicio, hecho que comparto y aplaudo, pero no es de recibo que 15.000 funcionarios carezcan de dicha prenda y que no haya fecha para su suministro.
No obstante, la precariedad laboral en que se encuentran las Fuerzas y Cuerpos de la Guardia Civil, Policía Nacional - y en muchos casos también la Policía Local- viene acompañada de un ostensible desequilibrio retributivo respecto a otros Cuerpos Policiales de ámbito autonómico. Esta desigualdad se da especialmente a través de complementos específicos, remuneración de horas extras o complementos por nocturnidad, algo a lo que el 'PPSOE' ha hecho oídos sordos, negando una más que palpable desigualdad.
Hagan el ejercicio de preguntar a alguien que tengan cerca qué opinan de la Guardia Civil y de la Policía Nacional. Todos los que hayan sido asistidos por algún servidor público sólo tendrán palabras de agradecimiento.
La desigualdad retributiva existente tiene también su reflejo a la hora de percibir las pensiones, al haber cotización de los complementos que reciben pero que en cambio sí tributan. Al echar la vista hacia países de nuestro entorno, la situación conduce al desaliento porque nos encontramos con que nuestros Cuerpos de Policía Nacional y Guardia Civil son los peores pagados de Europa. Comparándonos, sin ir más lejos, con Italia, el sueldo medio de un policía italiano, ya se sitúa en torno a unos 9.500 euros por encima del que percibe un agente español.
La equiparación salarial no es, ni mucho menos, una reivindicación esporádica, pasajera ni mucho menos caprichosa. Más allá de ser una exigencia que se desprende de la Ley de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, constituye una necesidad urgente, una demanda histórica que viene reclamándose desde hace 30 años, en aras de dignificar, reconocer y valorizar el trabajo realizado por los Cuerpos de Policía Nacional y Guardia Civil, y brindarles el trato, condiciones y medios que merecen, a la altura de sus competencias, cometido y responsabilidades.
Es por ello que la inobservancia, frivolidad e hipocresía de los distintos Gobiernos del PPSOE que se han ido sucediendo hasta el momento, no han podido solucionar el agravio retributivo. Han mirado hacia otro lado, incumpliendo su compromiso de resolver el problema, que ha cristalizado en el apoyo social y la salida a las calles de los colectivos policiales, demandando la equiparación de sus retribuciones con los Cuerpos de Policías autonómicos.
Toda sociedad democrática avanzada que se precie, debe poner todos los medios al alcance del conjunto de las autoridades encargadas de preservar los derechos y libertades de la ciudadanía, y por ende, debe brindar los medios, mecanismos y condiciones adecuadas a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad en aras al adecuado cumplimiento de sus funciones.
Por este motivo, ante una cuestión de justicia retributiva tan sensata y elemental como es percibir la misma remuneración por el mismo trabajo, desde Ciudadanos estamos visibilizando la problemática y el agravio que supone el desfase salarial entre Cuerpos Policiales; y poniendo sobre la mesa, de forma clara y sin complejos, la urgente necesidad de abordar la equiparación salarial, de tal modo que al final de la presente legislatura se dé una igualdad efectiva en las retribuciones que perciben un Policía Nacional o Guardia Civil respecto de los Cuerpos Policiales autonómicos.
Resulta evidente que no ha lugar a más esperas, excusas ni compromisos vacuos como los que hemos venido presenciando a lo largo de los años, máxime, cuando sabemos que el coste de equiparación de salarios es perfectamente asumible por el Estado.
Me llama poderosamente la atención que con tantos años de gobierno de un PPSOE que hoy dice estar a favor de la equiparación, a fecha de hoy no sea aún una realidad, y hayan permitido una desigualdad retributiva hacia quienes nos protegen y constituyen una de las instituciones más valoradas por los ciudadanos.
Es a todas luces evidente que la precariedad de la situación y condiciones para el ejercicio de su cometido, con que se encuentran los miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado en general, y de la Guardia Civil y Policía Nacional en particular, requiere de la adopción inmediata de las medidas. Hay que garantizar su integridad, el adecuado cumplimiento de sus funciones, las condiciones de trabajo, mérito y reconocimiento, más si cabe, ante la situación de peligrosidad y riesgo que presenta el escenario internacional que vivimos actualmente. Puesto que lo contrario supone seguir agraviando y dejando en el olvido las demandas y necesidades, merecidas y elementales de una parte a aquellas personas que arriesgan su integridad y sus vidas por preservar las nuestras.
Emilio Argüeso es secretario de Organización de Ciudadanos en la Comunitat Valenciana y secretario primero de la Mesa de Les Corts