MADRID (EP). Ercros recortará su plantilla entre 150 y 200 personas después de que la compañía Covestro (filial de Bayer), principal consumidora de cloro de la fábrica Vila-Seca I de Ercros, haya anunciado que cerrará su planta de MDI (una materia prima del poliuretano) a finales de 2017.
Según ha explicado Ercros en una comunicación a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el cierre de esta planta de Covestro, ubicada en Vila-seca (Tarragona), coincide con la prohibición por parte de la Unión Europea de usar tecnología de mercurio en la producción de cloro y sosa cáustica a partir del 11 de diciembre de 2017.
Como consecuencia tanto de esta prohibición como del cierre de la planta de Covestro, Ercros estima que verá reducida su producción de cloro y de sosa cáustica coproducida en un 55%, lo que conllevará una disminución en el mismo porcentaje del consumo de energía eléctrica, por lo que el Ebitda de la compañía reducirá su sensibilidad a este coste, que ha aumentado significativamente en los últimos años.
La química ha explicado que el menor consumo de energía eléctrica permitirá liberar avales financieros y los depósitos que los garantizan, por importe de unos ocho millones de euros, que aportarán una liquidez extra a la compañía para abordar los costes del ajuste que deberá llevar a cabo.
En concreto, estima que el ajuste afectará a entre 150 y 200 personas, para lo que efectuará una provisión de 10 millones de euros, previsiblemente al cierre del ejercicio 2017 y una vez que su consejo de administración decida qué medidas son las más adecuadas.
Fuentes de Ercros han explicado a Europa Press que aún no está definido en qué plantas se hará este ajuste de personal ni en qué periodo de tiempo.
Ercros tiene concentrada la producción de cloro y sosa cáustica en las fábricas de Flix y Vila-Seca I, que cuentan con 119 y 127 empleados, respectivamente, según consta en su página web.
Asimismo, Ercros estima que, a partir de 2018, su facturación se verá reducida en 90 millones de euros (el 15% de sus ventas anuales) y que el Ebitda ordinario disminuirá entre 5 y 10 millones de euros como consecuencia de la prohibición de la tecnología de mercurio.
La compañía asegura que este impacto es "perfectamente asumible", ya que se verá compensado por otros negocios del grupo (química intermedia y farmacia).
La empresa catalana ha señalado que seguirá manteniendo su presencia en el mercado del cloro y de la sosa cáustica con la producción procedente de las plantas del grupo que ya han reconvertido su tecnología, el 100% de la capacidad de producción de cloro actual de la fábrica de Sabiñánigo (Huesca) y el 30% de la capacidad de producción de cloro actual de la de Vila-seca I, que totaliza 85.000 toneladas anuales.