VALÈNCIA (EFE). Eresa ha transmitido a sus empleados de resonancias magnéticas que trabajan en el Hospital General de Valencia (HGUV) su impotencia ante cómo se está ejecutando el proceso de reversión de este servicio, que se inicia este viernes con la salida de 7 de las 25 personas que trabajan en él.
Los primeros siete compañeros de los que prestan este servicio en el Hospital desde hace veinte años con vocación por el paciente en este entorno hospitalario "paran de trabajar mañana viernes sin más indicaciones respecto a sus derechos", ha señalado en un comunicado remitido a la plantilla. La compañía no aclara si estos trabajadores, actualmente contratados por la empresa, serán despedidos o recolocados en otras áreas.
"Nos hemos volcado hasta el último segundo, no lo hemos conseguido. Frustrante e injusta decisión del gerente del HGUV si mañana no se produce la subrogación del personal", según señala el texto. Desde la dirección de Eresa se han agotado "todas las posibilidades hasta el último segundo" para defender a los empleados, pero ahora la situación queda "exclusivamente en manos" del HGUV.
Aunque desde el HGUV insistían en vincular que regaláramos las máquinas -algo fuera del contrato- con cumplir la ley y subrogarse a la plantilla, Eresa asegura que no estudiaron ni el soporte legal para quedarse las máquinas ni la fórmula jurídica idónea para respetar los derechos de los profesionales.