La moda del no-poo sostiene que el champú es perjudicial para el cabello y propone sustituirlo por vinage o bicarbonato
MADRID (EP). En los últimos años ha surgido una moda conocida como no-poo, una tendencia que defiende que lavarse con champú es perjudicial para el pelo. Su origen se remonta a publicaciones en blogs de belleza en cuyas entradas se afirmaba que este producto era dañino y, en vez de ello, se sugería emplear bicarbonato, vinagre o solo agua.
Según Sergio Vañó, coordinador de la Unidad de Tricología del Hospital Universitario Ramón y Cajal de la Comunidad de Madrid, quienes promovían el no-poo sostenían que el champú era negativo para el crecimiento de la raíz del pelo, lo dañaba e incluso podía causar alopecia.
“Todo ello no cuenta con evidencia científica alguna y procede de una filosofía de la belleza que se sitúa en contra de los productos químicos industriales y los derivados del petróleo”, apunta Vañó.
El perfil de quienes aún caen en esta moda de no lavarse el pelo es el de mujeres jóvenes muy influidas por los gurús de la moda en las redes sociales. Sin embargo, como señala el dermatólogo, la raíz del pelo es una estructura profunda a la que no llega el champú y el resultado de no lavar el pelo suele ser una dermatitis en el cuero cabelludo.
"La mayoría de falsas creencias proceden de no tener en cuenta que la raíz es la fábrica del pelo y que éste está compuesto por proteínas y materia muerta"
El champú tiene una función cosmética sobre el pelo (por ejemplo, puede dejarlo más brillante) y puede ser un producto sanitario cuando se emplea para tratar la caspa o las dermatitis del cuero cabelludo pero no alcanza la raíz, por lo que no puede intervenir en la caída del pelo.
La costumbre de no lavar el pelo puede incidir sobre la salud capilar pero de forma distinta a la que señalan sus precursores ya que al dejar de lavarlo o emplear productos agresivos como el bicarbonato o el vinagre pueden desarrollarse procesos como una inflamación del cuero cabelludo o prurito (picor) que ocasione el rascado y con ello la posibilidad de pequeñas heridas en la piel y un mayor riesgo de sobreinfección.
Volver a lavar el pelo y emplear una loción antiinflamatoria revierte un proceso que se deriva de una desinformación sobre la anatomía del cabello extensible a otras falsas creencias entre la población como que la gomina es mala para el cabello, que las canas son más resistentes a la alopecia o que cortar el pelo lo fortalece.
Según señala Vañó, la mayoría de falsas creencias proceden de no tener en cuenta que la raíz es la fábrica del pelo y que éste está compuesto por proteínas y sustancias que biológicamente son materia muerta. Así, los tratamientos que se dirigen al cabello no intervienen más que en su estética, para hacerlo en su salud tendrían que intervenir en la raíz.
También disminuye el riesgo de desarrollar resistencia a los antibióticos