Amar y defender a tu familia y a tus amigos está muy bien. Yo por mi hija, mato. Mis amigos son lo primero. Pero agredir a un árbitro por tus hijos, mentir en un juicio por tus amigos o enchufar a tu primo en la empresa no tiene mucho que ver con el concepto buena persona. O sí, si consideramos buenas personas a la mafia siciliana y su defensa de la famiglia, a los cárteles de narcotraficantes o a los clanes que se matan en barrios chavolistas. Si ellos son buenas personas, entonces vale. Pero si somos un poco serios, tal vez deberíamos aspirar a que el ser humano sea algo más que una leona que defiende a sus cachorros o un lobo que defiende a su manada, ¿no?
Se supone que el ser humano es empático, capaz de ponerse en el lugar de otros seres humanos. Que la bondad es algo más que cuidar de los que conoces, pues eso lo sabe hacer cualquier mono. Incluso esos con el culo rojo. Y sin embargo, observo con sorpresa a personas con un alto concepto de sí mismas cuyos actos (más allá de amar a los suyos) me parecen absolutamente reprobables. ¿Recuerdan ese mítica señora del telediario que decía que su vecino acusado de asesinato era buena persona porque la ayudaba a subir la compra? Pues eso.
Si haces regalos geniales a tus sobrinos pero estás en contra de pagar impuestos para que los sobrinos de otros puedan tener becas de comedor y no pasar hambre, lo siento pero no eres buena persona. Al menos, no más que una hiena bien integrada en su manada.
Si ayudas a tus amigos cuando tienen problemas pero votas a partidos que quieren quitar la sanidad pública para que los amigos de otros se queden sin cobertura sanitaria, lo siento pero no eres buena persona. Al menos, no más que un miembro de la camorra bien integrado en su clan.
Si preparas la boda de tus sueños e invitas a todos tus familiares y amigos, pero después votas a partidos que no permiten que todo el mundo pueda casarse y fundar una familia, sea cual sea su género y sexualidad, no eres buena persona. Al menos no más que los integrantes de una secta fanatizada.
deberíamos aspirar a un concepto del ser humano y de nosotros mismos un poco más amplio que defender a los nuestros
Si ves bien que tus hijos vayan a buscarse un futuro a Alemania pero no ves bien que los hijos de otros vengan a España huyendo de la guerra o del hambre o de la falta de futuro, entonces no eres buena persona. Y además, eres totalmente miope.
Creo que deberíamos empezar a llamar a las cosas por su nombre. Yo llamaría a esos que son buenas personas solo con los de su tribu con alguna denominación más adecuada: troglobuenos por ejemplo. Mafioamables. O más bien los llamaría egoístas. Igual tampoco hace falta inventar palabras que el español es un idioma muy rico.
No sé, tal vez deberíamos aspirar a un concepto del ser humano y de nosotros mismos un poco más amplio que defender a los nuestros. Que eso lo hacen hasta los pájaros, señores, que se te lanzan a la cabeza si te acercas al nido.
Lo siento, pero si votas a partidos que hacen daño a gente, eres responsable de ese daño. Si votas a partidos llenos de ladrones, eres cómplice del robo. Y no digas que no sabías nada, que además quedas de infanta. Si votas a partidos que ejercen violencia contra colectivos desfavorecidos, eres parte de esa violencia. Y no digas que no es tu culpa porque es tu voto el que lo hace posible.
¿Que te da igual esa gente? ¿Que no se merecen que los ayudes? ¿Que son vagos? ¿Que no se lo han currado?¿Que cada uno aguante su vela? ¿Que son ETA? ¿Que huelen mal?… Sí, sí, hay mil excusas –algunas superingeniosas- para cuidar solo de los tuyos… pero seamos honestos: a buena persona generosa y altruista, tampoco suenan mucho.
Conclusión: no me vengas con la monserga de que eres buena persona porque matarías por tus hijos y le reventarías la cara a quien se acercara a tu pareja o darías todo por tus amigos. Subir la bolsa de la compra no te absuelve de asesinato, diga lo que diga la vecina del tercero.