Gobernar es tremendamente complejo. Gobernar supone rodearse de las y los mejores equipos para tratar de acertar en cada decisión, supone elegir el camino de aquello que beneficia a la mayoría, supone tomar decisiones que hagan más fácil y feliz la vida de la gente. Gobernar es también -como la vida- equivocarse en ocasiones. Gobernar es, y ante todo para un socialista, escuchar, ayudar y cumplir nuestros compromisos con la ciudadanía. Cumplir la palabra dada como valor último que da sentido a la política, que nutre de forma inexorable la voluntad de un gobierno para mejorar la vida de la gente.
Ese valor de cumplir con tu palabra y tus valores es el que estamos viendo desde el inicio de esta legislatura en el PSOE. El valor de gobernar para la mayoría, de mejorar la vida de la gente. Ni virajes, ni movimientos ideológicos: ayudar a la mayoría, la búsqueda de la justicia social, ha sido el camino seguido toda esta legislatura. Ese ha sido desde el inicio el camino elegido al hacer frente a una pandemia: el escudo social frente a los recortes que nos impuso el PP. Ha sido ese el camino elegido por el Gobierno para hacer frente a la crisis causada por la guerra de Putin: ayudas a las familias y a las empresas. Y es el camino seguido por el Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el reciente Debate sobre el Estado de la Nación para hacer frente a la inflación. Medidas que siguen el mismo rumbo desde el inicio del mandato pero que ahora copan titulares quizás porque 'afectan' a las todopoderosas empresas energéticas y a la banca. Nadie nos eligió para defender a los poderosos, no somos el PP. Somos el PSOE, la ciudadanía nos eligió para cumplir nuestros compromisos: defender la igualdad, a las clases medias y trabajadoras, la sostenibilidad de nuestro país y un empleo digno y de calidad. Y estamos cumpliendo.
Los impuestos anunciados por el Presidente del Gobierno recaudarán 1.500 millones anuales de la banca y 2.000 millones anuales de los beneficios extraordinarios de las empresas energéticas. Recursos necesarios y justos que permitirán que esta crisis no la paguen los de siempre sino los que ganaban siempre. Con las nuevas medidas, como en cada decisión tomada esta legislatura, gana la mayoría. Y la mayoría eres tu, tu familia, tus amigos o tu pequeño comercio o empresa. La mayoría somos las clases medias y trabajadoras, la mayoría no son las familias con más de 100.000 euros de ingresos a los que les regalan becas los gobiernos del PP.
La mayoría son las familias que tienen dificultades para llenar el depósito de combustible, para hacer frente al recibo de la luz, para llenar la cesta de la compra. Y a ellas se dedica este gobierno con el freno al precio de la luz, con las bonificaciones para frenar el precio del combustible o ahora con la gratuidad de los abonos de Cercanías y media distancia, y las becas complementarias para los estudiantes para hacer frente a la inflación.
Hay muchas diferencias entre la derecha y la izquierda, una que conocemos bien los socialistas que gobernamos en los municipios es el valor de la escucha activa porque solo a pie de calle, escuchando a tus vecinas y vecinas puedes conocer sus preocupaciones y trabajar por solucionarlas, hacer lo imposible por cumplir tu palabra. Es una de las fortalezas del PSOE, porque gobernar desde la escucha supone siempre acertar. Y es lo que en ayuntamientos, autonomías y Gobierno central estamos haciendo: escucharte para ayudarte.
Las socialistas y los socialistas somos conscientes del enfado, de la incertidumbre que genera esta crisis, del agotamiento social para hacer frente a los problemas económicos tras dos años de pandemia. Por eso vamos a ir a por todas para ayudar a la mayoría, a quien más lo necesita como expuso Pedro Sánchez en el Comité Federal del pasado sábado. Vamos a por todas con nuevas caras al frente de las portavocías del PSOE pero con el mismo reto: escucharte y cumplir nuestro objetivo de seguir mejorando la vida de las clases medias y trabajadoras.