Unos votan y otros vetan
Los votos son los que son y los vetos son los que están. En esta calurosa semana de julio, el bochorno lo producen los “líderes” políticos que bajan en votos o escaños y suben en humos
VALENCIA. La expectativa de un gobierno 'a la valenciana' no cuaja en España. La suma de Izquierda Unida a Podemos y sus confluencias en la coalición Unidos Podemos no sólo se ha quedado muy lejos de amenazar el liderazgo del PP como ambicionaba, sino que tampoco ha consumado el deseado adelantamiento al PSOE para convertirse en la referencia de la izquierda a pesar del descenso en cinco diputados de la formación de Pedro Sánchez.
La principal consecuencia de esa suma de siglas ha sido la pérdida de más de un millón de votos del bloque liderado por Pablo Iglesias respecto al pasado 20D frente al fortalecimiento del partido de Mariano Rajoy, que mejora resultados hasta el punto de acariciar la mayoría absoluta si consigue el respaldo de Ciudadanos y PNV.
El descalabro ha sido especialmente doloroso para la formación de Alberto Garzón, que se diluye dentro de Unidos Podemos de tal manera que los 926.000 votos que logró hace seis meses se han traducido en un incremento de apenas 1.200 votos respecto a los 3,19 millones que obtuvo podemos el pasado 20 de diciembre. Si el 20D, con IU por su lado, Podemos y sus confluencias superaron los 5,21 millones de sufragios, el 26J se han quedado ligeramente por encima de 5,04 millones pese a la incorporación de la formación de Garzón.
Todas sus confluencias pierden terreno. La catalana En Comú Podem se deja más de 81.000 votos respecto a las pasadas generales, casi un 10% menos. A la Valenciana, la suma de Compromís, Podemos y EU que aspiraba a disputarle la victoria al PP en la Comunitat, repite sus 9 diputados pero pierde prácticamente 18.000 votos, un desgaste que proporcionalmente es mucho mayor en los gallegos de En Marea.
El fracaso de Unidos Podemos minimiza las consecuencias del resultado de los socialistas de Pedro Sánchez, que este domingo casi festejaban como un gran resultado sus 5,42 millones de votos (22,66% de apoyos) a pesar de que se han traducido en la pérdida de cinco diputados respecto al 20D.
Con todo, a la vista de las numerosas encuestas que daban por seguro que habría sorpasso a favor de Unidos Podemos, los catorce diputados sobre la formación de Pablo Iglesias les permiten resistir como principal referencia de la izquierda.
Pese a ello, el líder de los socialistas afronta un complicado escenario, tanto a nivel interno como de cara a las negociaciones que se abrirán para decidir el sentido de los apoyos en un congreso sin mayorías claras. A priori, el punto de partida para los socialistas es sensiblemente peor al del 20D, de forma que la hipótesis más probable es que Sánchez se vea en la tesitura de permitir un gobierno presidido por Mariano Rajoy.
En el terreno orgánico, el líder socialista ha rentabilizado el discurso de las culpas para responsabilizar a Podemos del fracaso para consumar un gobierno de cambio de la mano de Ciudadanos, pero el descenso por debajo del listón de los 90 diputados reforzará los argumentos de los barones socialistas que cuestionan su liderazgo.
A Ciudadanos, por su parte, el acuerdo con el PSOE para intentar sacar adelante la investidura de Sánchez le ha pasado factura en las urnas. El partido de Albert Rivera apenas supera el 13% de apoyos hasta quedar ligeramente por encima de los 3,12 millones de votos, 391.000 menos que en diciembre. La repercusión en el número de escaños es notable, de 40 a 32. Sin embargo, con la nueva configuración del parlamente puede darse la paradoja de que la formación naranja, pese al castigo, resulte realmente decisiva en la formación de mayorías.
Los 137 escaños y 7,9 millones de votos de Mariano Rajoy le sitúan como el gran beneficiado con la repetición de las elecciones. Tras sumar más de 660.000 votos respecto a las elecciones del 20D y catorce escaños, los populares acarician la posibilidad de mantenerse en el poder con el apoyo de Ciudadanos. La suma de ambos permite alcanzar los 169 escaños frente a los 163 de hace seis meses.
La posibilidad de sumar los cinco diputados que consigue el PNV y el de Coalición Canaria -dos formaciones que en el pasado han pactado con los populares- llevaría al PP a contar con el apoyo de 175 diputados, a sólo uno a de la mayoría absoluta. Con este escenario, bajo el rechazo que generarían unos terceros comicios y atendiendo al ascenso de Rajoy en esta reedición electoral, todo apunta a que el líder popular tendrá la oportunidad para volver a ser presidente del Gobierno.
-El mal resultado de Unidos Podemos. El descalabro de la coalición liderada por Pablo Iglesias no había sido vaticinado por ninguna encuesta. Quizá el Brexit pudo hacer mella en los votantes en la recta final de la campaña, si bien la falacia del sorpasso sobre el PSOE se mantuvo incluso en los sondeos a pie de urna. Con este escenario, la reflexión en la oposición apunta a ser el camino a seguir.
-Pedro Sánchez luchará por aferrarse al cargo. Una de las pequeñas ventajas de las que dispone es el mal resultado de su rival interna, Susana Díaz, quien se ha visto superada por el PP en Andalucía. No obstante, el líder del PSOE tiene por delante un congreso del partido difícil de superar. Aviso para navegantes: Eduardo Madina, antiguo rival de Sánchez, vuelve al Congreso de los Diputados gracias al pequeño repunte de los socialistas en Madrid.
-El PSOE tiene muy difícil intentar orquestar un pacto a su izquierda, dado que cualquier combinación dependería de los independentistas. A la postre, la suma de la izquierda es de 156 escaños, mientras que la de centro moderado aúna 169. En esta situación, dejar gobernar a Rajoy por responsabilidad y culpar de todo a Podemos sería un sapo más fácil de tragar para los socialistas que en el 20D.
-La difícil posición de Albert Rivera. Pese a que el líder de C's ha deslizado públicamente su deseo de que Rajoy no sea presidente, el gran resultado del candidato del PP en contraposición a la caída del aspirante de la formación naranja, le complican la exigencia de veto. Podría, eso sí, poner condiciones duras de regeneración.
-Rajoy ha sacado 600.000 votos más que el 20D. Con estos números, tiene una legitimidad que le permite tender como ya hizo la mano al PSOE y también jugar con el apoyo de C's. Su posición ha mejorado ampliamente tras estos segundos comicios, más aún cuando ha sido el único líder que ha superado sus anteriores resultados.
Los votos son los que son y los vetos son los que están. En esta calurosa semana de julio, el bochorno lo producen los “líderes” políticos que bajan en votos o escaños y suben en humos
"No esperará que le llevemos todos flores a Mariano", afirma