La formación Disparatatio firma la adaptación escénica del libro homónimo de Francesc Gisbert y Dani Miquel, La Maria no té por, una divertida aventura con títeres y personajes del bestiario popular valenciano
VALÈNCIA. Los tradicionales Espantacriatures suben al escenario de la Sala L’Horta este domingo 1 de marzo con La Maria no té por, una adaptación para el teatro del libro escrito por Francesc Gisbert y Dani Miquel, que firma la compañía valenciana Disparatario.
Sus fundadores, Lorena y Fede Comín, forman el elenco de esta propuesta para público familiar, junto con Mila Fernández y Anahí Silva. Combinando la interpretación actoral con la manipulación de títeres de pequeño y gran formato, dan vida a los populares personajes que forman esa especie de mitología valenciana, que ha evolucionado desde la época morisca.
El Butoni, Tio Canya, L’Home del Sac, El Banyeta, La Bubota o La Quantamaula son algunos de los nombres que, a lo largo de los siglos, los adultos solían nombrar para hacer que un niño se portara bien, se acabara el plato de comida o dejara de incordiar a su hermano.
“La pedagogía y la manera de educar ha cambiado mucho, antes se espantaba a los pequeños con estos monstruos para que fueran obedientes. Ahora les enseñamos a reírse del miedo”, comenta Lorena Comín, responsable de la adaptación teatral.
Su protagonista es María, una niña que, mientras pasa unos días en casa de su abuela, descubre una puerta que conecta con el mundo de los Espantacriatures, quienes necesitan ayuda porque la bruja los ha secuestrado. Con una vistosa escenografía y una divertida puesta en escena, se cuenta la aventura de esta valiente heroína, que no tiene miedo a lo desconocido y que no evita ayudar a estos curiosos personajes e, incluso, de hacerse amigos.
“Es muy bonito ver cómo esta obra reúne a las generaciones. Los padres y los abuelos que vienen al teatro con los niños saben también qué son los Espantacriatures porque a ellos también les contaban sus historias cuando eran pequeños, era una tradición oral muy rica. Ahora tratamos de actualizarla, de trasladar esta herencia cultural con otro estilo”, señala Comín, quien reconoce que a grandes y pequeños se les ilumina la cara cuando salen esos títeres de gran formato, cuando pueden ver en tres dimensiones el personaje que siempre habían imaginado.
Disparatario se constituyó como compañía en 2011, a pesar de que sus componentes principales, los hermanos Comín, llevaban toda la vida en el teatro: primero entre bambalinas, después encima del escenario.
Su padre fue un famoso titiritero en su Argentina natal, se dedicaba a hacer espectáculos para adultos. A lo largo de toda su infancia respiraron ese ambiente y conocieron las técnicas de primera mano. Al crecer, tuvieron sus primeras expresiones como creadores e intérpretes. Y al llegar a Algemesí, ya como adultos, retomaron la herencia escénica familiar.
Aprender la lengua valenciana les abrió el camino a toda una expresión cultural que desconocían. Entraron en contacto con la música y el teatro de nuevos artistas, como Dani Miquel, con quien establecieron una colaboración, haciendo títeres para algunos de sus conciertos-espectáculo.
Y a través de Miquel les llegaron los Espantacriatures que forman parte de La María no té por, el espectáculo que este domingo a las 18 h presentan en la sala gestionada por L’Horta Teatre en la pedanía de València, Castellar-Oliveral, en una función para espectadores de 3 a 100 años.