"Espectacular, brillante, perfecta, virtuosa, de ensueño": Así habla la crítica de la OCV

VALÈNCIA. Todos sabemos lo que es una orquesta, ¿no?. Por si alguien tiene dudas haremos una comparación muy gráfica: es como un equipo de fútbol, sólo que tiene alrededor de 80 jugadores en lugar de 11. Y aunque el director tiene un papel fundamental, son los músicos los que la llevan a la gloria.

De la que vamos a hablar es claramente de primera división. Se trata de la Orquestra de la Comunitat Valenciana (OCV), la Orquesta Titular del Palau de Les Arts. Fundada en 2006 por Lorin Maazel -su primer director musical-, está ya considerada, pese a su juventud, como una de las mejores orquestas de España y una de las más importantes creadas en Europa en los últimos años.

La presencia de primeras batutas como Zubin Mehta, o los anteriores directores titulares Omer Meir Wellber, Roberto Abbado o Fabio Biondi, directores invitados y colaboradores como Ramón Tebar, Gustavo Gimeno, Pablo Heras-Casado, Juanjo Mena o Josep Pons, entre otros…han forjado este reconocimiento.

Si nos fijamos en su calidad, no desmerece la de las grandes orquestas que pueden acudir a nuestra mente (la Filarmónica de Viena o la de Berlín, por citar un par).  Su sonido es potente y brillante. Su versatilidad y flexibilidad extraordinarias. Esto es que es capaz de ejecutar con unos niveles de excelencia inéditos gran variedad de repertorios que abarcan tanto ópera como música lírico-sinfónica. La actual temporada de Les Arts incluye de hecho 10 títulos operísticos y 10 programas sinfónicos, con un equilibrio entre el gran repertorio y los títulos más novedosos. “Espectacular, brillante, perfecta, virtuosa, de ensueño.”, aclama la crítica.

Pero no sólo eso, el equipo que forma la orquesta son instrumentistas de una calidad increíble, y jóvenes (una media de 45 años de edad). Actualmente la plantilla está formada por 76 músicos llegados de todas partes del mundo. Que nadie lo dude, las secciones de vientos están protagonizadas por valencianos. Puede presumir además que su sección de cuerdas es una de las mejores a nivel estatal incluso europeo. Sus solistas son excepcionales.

Solistas que son como deportistas de élite. Para ellos la disciplina es fundamental. La OCV es una orquesta que disfruta trabajando. Han logrado establecer una estructura de trabajo que le permite poder construir la calidad del sonido, el estilo, la precisión y la transparencia. Cualquier director invitado queda impresionado desde el primer momento.

Su actual director titular, el neoyorquino James Gaffigan, se encarga de que la OCV sea, además de sólida, una orquesta sana y feliz. Esto es fundamental para que el público la disfrute, lo perciba y se contagie de su energía. Y es que es necesario llegar a una mayor cantidad de público, hacer que más gente la conozca y se sienta orgullosa de tener una orquesta como la OCV en Les Arts.

Imprescindibles citas para todos los bolsillos son los conciertos sinfónicos dirigidos por Antonello Manacorda (24 de marzo), Andrés Orozco-Estrada (10 de mayo), y Fabio Luisi (8 de junio); y las óperas Tristan und Isolde de Wagner (20 de abril al 3 de mayo), L’incoronazione de Poppea (11 al 16 de mayo) o Ernani (7 al 18 de junio).