El Ayuntamiento interviene por tercera vez en la calle e incorpora marcas viales al estilo anglosajón, siguiendo las sugerencias de la Policía Local; se mantiene el doble sentido
VALENCIA. Es la tercera vez que el actual Ayuntamiento de València interviene sobre la céntrica avenida Barón de Cárcer. Y parece que es también la definitiva. Este martes noche, pasadas las once, la antigua Avenida del Oeste comenzó a llenarse de operarios de la concejalía de Movilidad. Su cometido, afrontar la nueva señalización de la calle como respuesta a las críticas por la falta de seguridad.
Con esta actuación se da por prácticamente finalizada la conversión de la calle en dos sentidos, tal y como se hallaba determinada en el Plan de Movilidad Urbana Sostenible. Desde la concejalía se han tenido en cuenta las sugerencias de la Policía Local y se han estudiado técnicamente las que podrían llevarse a cabo y ser más efectivas para aumentar la seguridad vial en la zona manteniendo el doble sentido.
En concreto, y según señalaba el informe elaborado por la Policía Local sobre los accidentes, estos se debieron a que los peatones cruzaron la calzada fuera de los pasos habilitados para ello, o lo hicieron sin respetar los semáforos, algo a lo que se unió que cruzaron mirando sólo en una dirección.
A partir de ese análisis, la Policía sugería la adopción de medidas complementarias a la señalización actual, para reforzar la percepción del doble sentido de la calle; es decir, más señales. Una propuesta que no ha caído en saco roto. O dicho de otro modo, y tal como se le reclamaba, el concejal Grezzi y su equipo han escuchado.
Esto se ha concretado en una actuación que ha reforzado las marcas viales de separación de los dos sentidos intercalando entre la doble línea continua un cebreado, formando una mediana central. Igualmente se han colocado bolardos de plástico en dicha mediana, a lo largo de todo el tramo de doble sentido. Y para reforzar aún más las advertencias, y al más puro estilo anglosajón, se han incorporado marcas viales tanto para los conductores, recordando el límite de 30 kilómetros a la hora, como para los peatones con la leyenda imperativa 'Espera verde'.
Junto a estos cambios se ha transformado el carril derecho, entre las calles Beata y Hospital, en un nuevo carril bus hasta enlazar con el carril existente en Barón de Cárcer, desde esta calle y hasta la Plaza de San Agustín. Desde Movilidad creen que con esta solución se aumentará la seguridad, al disponer los autobuses de un carril exclusivo y no tener interferencias con otros vehículos. Además, el dejar en ese sentido un solo carril para el resto de vehículos contribuirá a que se circule a menor velocidad en ese tramo de la avenida.
Por último, y para evitar problemas con los peatones que puedan ir distraídos, se instalarán horquillas para estacionamiento de bicicletas en acera frente al número 23 de la avenida, lo que disuadirá a los peatones del acceso a la calzada en ese punto.
Ya en abril de este año se reforzó la señalización horizontal, pintando más flechas en los carriles de circulación de modo que reforzara la percepción en el viandante de que se encontraba en una avenida con dos sentidos de circulación. Y hace ahora apenas un mes se modificó de nuevo la regulación de los semáforos. Medidas que se han revelado como insuficientes y que han obligado a Movilidad a buscar una solución.