Hoy es 15 de octubre
VALÈNCIA. La semana pasada PSPV y Compromís vivieron los días de máxima tensión desde que se formó el Gobierno del Botánico. Dos fueron las llamas que encendieron la mecha: el anuncio de la nueva comisaría especializada en violencia de género que se ubicará en la Ciudad de la Justicia y el voto favorable del PSPV a los nuevos objetivos de déficit marcados por el Ejecutivo de Pedro Sánchez. Un voto que los valencianistas reiteran que no se pactó previamente con ellos. Los cruces de acusaciones en Twitter perduraron unos días. Sin embargo, el domingo el president del Consell, Ximo Puig, y su 'número dos', Mónica Oltra, seguían sin limar diferencias.
Con este escenario, este lunes el secretario general de Podemos, Antonio Estañ, decidió entrar en la disputa. Tras la reunión de la ejecutiva del partido morado, el también síndic de la formación en Les Corts anunció su intención de convocar a Puig y Oltra para tener una reunión a tres y así poner fin al "clima de confrontación y desconfianza" generado en los últimos días. "Los llamaré personalmente", dijo el líder de Podemos.
La intención, según Estañ, es conseguir que se convoque la comisión de seguimiento del Acuerdo del Botánico antes del Debate de Política General. Un reto complicado para el síndic de la formación morada, pues cabe recordar que la última vez que el partido de los círculos pidió la convocatoria de la comisión de seguimiento del Botànic tardó casi dos meses en conseguir que sus socios parlamentarios pusieran fecha en el calendario. Y para que se celebre el Debate quedan apenas dos semanas. En concreto, la cita tendrá lugar el próximo 11 y 13 de septiembre y marcará el último curso político del Consell formado por PSPV y Compromís.
Ahora bien, la pretensión de Estañ no es baladí. Que el president de la Generalitat se enfrentase a una convocatoria de este calibre con el Gobierno dividido no sólo supondría regalar a la oposición un buen arsenal para sus envites sino que también debilitaría la imagen de estabilidad del Consell. Hasta entonces, además, el PP podría continuar exigiendo la convocatoria de elecciones, algo que ya puso encima de la mesa la semana pasada.
Una posibilidad que, a juicio de Estañ, Puig no debería contemplar: "No veo motivos para que se produzca un adelanto electoral; queda muchísimo por hacer y el tiempo restante se debe aprovechar". Y es que, si bien es cierto que hacerlo impediría que el Botànic pudiera sacar adelante unos nuevos Presupuestos -un escenario nada deseable si se tiene en cuenta que las encuestas señalan que podría reeditarse un gobierno progresista más o menos en los términos en los que se constituyó en 2015-, también lo es que Podemos no se encuentra en su mejor momento.
Con las encuestas marcando un profundo descenso en intención de voto, el partido sigue además sin concretar quién será su candidato a presidir la Generalitat en las elecciones de 2019. Por lo que de producirse un cambio de calendario, los plazos se reducirían para los morados y se precipitaría la elección del aspirante que deberá atraer al electorado.
Sin embargo, Estañ no sólo se ofreció como árbitro para que president y vicepresidenta vuelvan a reencontrarse después de llevar días sin hablar de lo ocurrido, sino que redobló la apuesta: el secretario general de Podemos propuso que los tres líderes desarrollen "una hoja de ruta conjunta" para cerrar el fin de una etapa. Un plan en el que los tres líderes establezcan cuáles son las prioridades en las que deben trabajar de aquí a que se disuelvan Les Corts. En definitiva, "marcar las líneas de trabajo que prioricen una agenda legislativa", resumió el síndic.
Otra tarea que, a priori, no es nada sencilla. En Les Corts todavía hay casi una veintena de leyes por aprobar -algunas del Consell- y, muchas de ellas, están abocadas a morir con el fin de la legislatura. Así, de producirse tal encuentro, los tres líderes deberían ponerse de acuerdo en qué normas del Consell deben priorizar para que salgan adelante.
Si se tiene en cuenta los ejemplos que Estañ expuso para ejemplificar estas prioridades, el entendimiento entre las tres patas del Botànic todavía se vuelve más complejo: "Estamos aún por cumplir el vaciamiento de las diputaciones, estamos aún por cumplir la ejecución de los presupuestos en vivienda y en sanidad, no se ha hecho todavía ni se ha anunciado nada novedoso en la reversión del Hospital de Dénia...". La primera tarea resulta imposible de acometer ya en lo que queda de legislatura; y la reversión del Hospital de Dénia, convertida en un objetivo duro de conseguir por la complejidad de la operación, se encuentra encallada en una negociación entre el Consell y DKV sin un horizonte claro.
Podemos, que en otras ocasiones ha sido protagonista tensando el Botànic, ahora trata de rematar las costuras que unen a PSPV y Compromís para evitar que el PP se haga fuerte ante esta situación y sortear una coyuntura interna incómoda que truncaría su programa.