VALÈNCIA. "Soy (Esteban) González 'COC', llego para lo que llego". Con un guiño a su condición de presidente del Comite Organizador del Congreso (COC) extraordinario del PP, el valenciano Esteban González Pons se quitó de encima el envenenado encargo que ha planteado la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso para que se expulse del partido a quienes la señalaron por los contratos de su hermano con la Comunidad de Madrid. "La depuración me queda muy lejos. Lo mio es organizar un congreso, si quiere resuelvo lo de Ucrania... Quien gane tendrá que afrontar ese y otros problemas", avisó guasón el eurodiputado.
En 2009, siendo vicesecretario de comunicación nacional del PP, González Pons viajó a València con motivo del 9 d'octubre y mandó un mensaje al PPCV, envuelto entonces en el escándalo de la Gürtel. "Hoy es fiesta en València pero se acaba a las cuatro", apuntó dando a entender que alguien debía dimitir. A lo que el entonces secretario general de los populares valencianos, Ricardo Costa, contestó: "la fiesta en el PP no se acaba nunca". Trece años después, González Pons se ha encontrado en otra fiesta que parece no tener fin.
Ayuso, sin piedad
La Junta Nacional de este martes se preveía tranquila. Era la despedida de Pablo Casado y se debía convocar oficialmente un congreso ya pactado para, se supone, elegir a Alberto Núñez Feijóo. No era rutina pero, tras todo lo vivido, casi. De hecho, el gallego aplazó a este miércoles por la tarde la confirmación de su presentación para permitir una salida tranquila de Casado, que pensaba que presentándose como víctima lo lograria. "Lamento todo lo que haya hecho mal y también siento la reacción que he tenido que sufrir, que es inédita y creo que no merezco ni merecería ninguno de vosotros", les dijo a sus compañeros, antes de prometer lealtad a Feijóo.
Pero Díaz Ayuso dinamitó otra vez su plan. "Lo que no sé es cuántas Ritas Barberá más quiere dejar este partido en la cuneta y cómo pretender el respeto de los ciudadanos cuando no lo tenemos ni con los nuestros", señaló ante sus asombrados compañeros. No hubo muchos aplausos. La única victima, quiso recordar, es ella. Previamente había pedido "investigar y expulsar" a quienes quisieron "destruirla" y la habían señalado por los cobros de su hermano por la compra de mascarillas, una referencia clara a Casado y a Teo García Egea, su dimitido número 2. No le basta con haberlos 'matado' políticamente, quiere rematarlos y avisar a posibles rivales.
Lo que está claro es que ahora mismo en el PP nadie quiere enfadar a Ayuso. "La dirección del PP confía completamente en la honorabilidad de Isabel Díaz Ayuso. La confianza es total y cuando es así no hace falta que dé explicaciones", señaló González Pons, que dijo que el expediente que se le abrió a la madrileña "simplemente ha sido rechazado" porque no había "ningún tipo de irregularidad". También Núñez Feijóo se pronunció en este sentido. Circulen. Eso sí, todo apunta a que le tocará a él decidir qué hacer con la petición de la madrileña.
Reinicio, no refundación
Eso será tras el congreso de Sevilla que, según admitió González Pons, no será "de refundación" pero sí de "reinicio". "Tenemos que resolver algunos problemas que venimos arrastrando. No llegamos por propia voluntad a este congreso extraordinario y urgente sino empujados por las circunstancias que son la que tenemos que resolver", inisitió. Prometió como organizador "neutralidad, transparencia y cumplimiento del reglamento" y en base a esa posición no quiso pronunciarse sobre la posibilidad apuntada por Esperanza Aguirre de una 'bicefalia', con un presidente del partido y un candidato a La Moncloa.
Hay ya quien le sitúa como posible presidente en esa nueva configuración y ahí González Pons se dejó querer. "Hace menos de una semana estaba en la frontera de Polonia y Bielorrusia y abordando una comisión de investigación por el tema del sistema de escuchas Pegasus pero recibí una llamada y estoy aquí. No sé que me va a pasar la semana que viene pero a este ritmo de sorpresas uno ya no descarta nada", deslizó. Las fiestas nunca se sabe cómo acaban.