MADRID (EP). Las acciones de Ferrovial debutaron este viernes en la Bolsa de Ámsterdam con un incremento en su precio del 3,67%, hasta intercambiarse a 29,98 euros, lo que supone un nuevo máximo histórico, por encima del anterior récord de 29,74 euros marcado el pasado 22 de mayo. Los títulos de la compañía presidida por Rafael del Pino cotizan también de forma simultánea en la bolsa española, aunque en ambos mercados el precio es similar, aunque puede haber un pequeño decalaje. En el caso español, cerró en 29,55 euros, siendo el segundo valor que más subió del Ibex 35, con un alza del 2,18%.
El volumen de negociación también ha sido distinto en cada mercado. Según la información proporcionada por los gestores de ambas bolsas, BME en España y Euronext en Países Bajos, la negociación en España ha sido de unas 3,3 millones de acciones por un total de 98 millones de euros y en Ámsterdam de 271.000 títulos por 8 millones de euros. Coincidiendo con su primer día como compañía neerlandesa, Ferrovial ha lanzado una recompra de bonos por valor de 500 millones de euros, dirigida a todos los tenedores de esa deuda, con el objetivo de cancelarla. La oferta estará abierta inicialmente hasta las 17.00 horas del 26 de junio. Se trata de unos bonos emitidos a finales de 2017 con un plazo de 5 años y medio y con un interés pagadero actual del 5,1%.
La compañía también ha dado a conocer, en su folleto de admisión en la Bolsa de Ámsterdam, que el fondo británico The Children's Investment Fund (TCI) ha vuelto a aumentar su participación hasta el 9% del capital, lo que le sitúa como el segundo mayor accionista de la compañía, solo por detrás de su presidente, Rafael del Pino. Su actual participación equivale, según el precio de cotización de Ferrovial de este viernes, a más de 1.900 millones de euros, frente a los 4.320 millones de euros en los que está valorada ahora la participación de Del Pino, que alcanza el 20,4% del capital.
El fondo está gestionado por su fundador, Christopher Hohn, un británico multimillonario que aparece en el puesto 283 de la lista Forbes de las mayores fortunas del planeta, con un patrimonio neto cercano a los 7.000 millones de dólares (6.400 millones de euros). De esta forma, Hohn ya ha adelantado a la hermana del presidente, María del Pino, cuya participación en el accionariado de Ferrovial se limita al 8,2%. El tercer mayor accionista es su otro hermano, Leopoldo del Pino, con un 4,1%, quien votó en contra del traslado de sede a Países Bajos en la última junta de accionistas.
Con este debut en la Bolsa de Ámsterdam, concluye un periodo turbulento de más de tres meses para la compañía desde que el pasado 28 de febrero anunciase su intención de mover su sede a Países Bajos, lo que generó una gran polémica a nivel político, al tratarse de una de las mayores empresas españolas y con gran proyección internacional. De hecho, esto último es lo que le ha llevado a la empresa a llevar a cabo este movimiento, argumentando que el 82% de los ingresos lo genera fuera de España, que el 90% de su valor en bolsa procede del extranjero y que el 93% de los inversores institucionales de la empresa son internacionales.
Su principal objetivo es cotizar en Estados Unidos, país que en 2022 concentró el 32,3% de los 7.551 millones que facturó en todo el mundo y en el que espera cotizar antes de que acabe el año. En ese país tiene unos 4.180 empleados, frente a los 5.413 de España. La empresa argumentaba que para dar ese salto primero tiene que trasladar su sede social a Países Bajos, donde solo tiene cinco trabajadores, puesto que en España nunca ninguna empresa ha intentando cotizar al mismo tiempo aquí y en Estados Unidos.
El único fleco pendiente ahora, al margen de la admisión en la bolsa estadounidense, es la posible factura fiscal que la fusión le podría acarrear y de la que el Gobierno de España ya le advirtió, delegando la última palabra en la Agencia Tributaria. Si Hacienda encuentra motivos económicos a este traslado, extenderá una exención fiscal que el Impuesto de Sociedades baraja para estos casos. Si no, Ferrovial tendrá una factura más que pagar, al margen de los 20 millones de euros que le ha costado todo este proceso.