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CRÍTICA DE CONCIERTO

Éxito absoluto de la Jove Orquesta de la Generalitat Valenciana en el Festival de Llíria

24/07/2022 - 

VALÈNCIA. Segunda jornada del recién nacido festival de Llíria con otra de las grandes orquestas de la Comunitat Valenciana. Y si el listón estaba verdaderamente alto tras la primera jornada, esta segunda no le ha ido a la zaga. El turno en esta ocasión era para los músicos de la Jove Orquestra de la Generalitat Valenciana y con un programa verdaderamente exigente. La exigencia está para superarla y los jovencísimos profesores y profesoras lo han hecho y con nota alta por lo que se han ganado, por la puerta grande, repetir en la próxima edición. Hay cantera y por tanto hay relevo, así que podemos estar tranquilos. Además, nos hemos encontrado con la agradable sorpresa de comprobar la calidad de la cuerda lo que era una asignatura pendiente en nuestro país, viéndonos de forma recurrente en la necesidad de recurrir a músicos extranjeros para completar nuestras orquestas profesionales. Es emocionante comprobar que, de forma natural, unas generaciones van sucediendo a otras y por tanto podemos afirmar que no hay riesgo de que la gran música deje de ser interpretada. Afortunadamente, a tenor de los resultados, parece que las cosas se están haciendo bien, y este concierto es la prueba de que tenemos músicos en número y en calidad para aventurar un futuro esperanzador.

De nuevo un compositor y director valenciano de importante carrera internacional, Oscar Colomina, ha abierto la velada nocturna con dos breves y excelentes piezas, de una gran riqueza tímbrica: The Blue Flask  y Clothes Crying Slow, Dirty Tears con múltiples exigencias solistas y para el conjunto. Al igual que ayer respecto a Francisco Coll, también en esta ocasión ha acudido Oscar Colomina a recibir los honores del público, aunque no se tratara de un estreno, lo que es todo un detalle para el festival y en definitiva, para el público.    

           

Es de sobras conocido que el concierto para violín de Brahms se encuentra entre las cimas de su género tanto por la magistral e inspirada escritura, como en la extrema dificultad para el solista. Para la ocasión se contaba con la intervención del violinista valenciano Vicent Huerta y debemos decir que la lectura ofrecida fue verdaderamente meritoria y llena de arrojo de una partitura llena de escollos que no está al alcance de todos. Huerta puso al servicio de la expresión una lectura homogénea, sin grandes altibajos que mereció una de las grandes ovaciones de la noche que volvió a repetirse tras la interpretación de una propina dedicada a la música para violín solo de Bach. Excelente e intensa la dirección de Alvaro Albiach, siempre confiando en sus músicos y logrando componer un todo más que una suma de orquesta y violín.

En cuanto a la orquesta, excelente la cuerda en el primer movimiento con un fraseo un empaste digno de una formación con mucho más rodaje y compuesta por de profesores más curtidos. Igualmente, bravo por las maderas en el movimiento lento, con el célebre coral traducido de forma admirable en equilibrio dinámico y fraseo.

Lo mejor de la velada vendría en la segunda parte con una vibrante traducción de una obra de indudable virtuosismo orquestal como es la suite del ballet del Pájaro de Fuego de Igor Stravinsky. Felicitar, en primer lugar, a todos y cada uno los músicos de la Joven Orquestra por el nivel demostrado en una obra que no es nada fácil desde sus sus pasajes más misteriosos a los más brillantes. Cuando hubo que imprimir toda la potencia vaya que la hubo pero ¿qué me dicen del asombroso pianísimo de la cuerda previo a la espectacular coda?.  Teniendo en cuenta que esta es una partitura de gran orquesta, pero también que exige, y mucho a los primeros atriles, felicitar a varios de los solistas por demostrar no solamente cualidades técnicas de primer nivel, sino también un aplomo y madurez a prueba de bomba. Magnífico el trompa luciendo un sonido aterciopelado precioso y una seguridad digna de un veterano a lo largo y ancho de su exigente partitura con un único resbalón en la respiración en el solo que da inicio a la amplia coda. Cosas que pueden pasar a cualquiera. Excelentes también la solista de clarinete luciendo un precioso y redondo sonido, así como la solista de fagot con un solo ligado como solo un gran músico puede hacer. En igual sentido felicitar a los solistas de oboe y flauta, omnipresentes e impecables toda la velada. De nuevo, excelente Albiach con una dirección apasionada, aunque también especialmente preocupado por control de la amplia paleta dinámica de esta obra maestra. Un Pájaro de Fuego para recordar que recibió un enorme aplauso por un público entusiasta que llenaba en más de sus tres cuartas partes el magnífico teatro de la Unión Musical. Por cierto, un espacio con una acústica que ya querrían algunos modernos auditorios.

Ficha técnica:

Primer festival de música de Llíria

Teatro de la Unió Musical

22 de julio de 2022

Obras de Oscar Colomina,  Johannes Brahms, e Igor Stravinsky

Vicent Huerta, violín

Jove Orquestra de la Generalitat Valenciana

Álvaro Albiach, director musical

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