VALÈNCIA. (EP) El doctor David Fuster, ginecólogo del Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre, ha asegurado que la dispareunia --dolor o molestia antes, después o durante las relaciones sexuales-- es una de las causas más frecuentes de consulta a los especialistas en esta área, y se produce en mujeres de diferentes edades desde los 30 hasta los 50 años, no solo en la menopausia, sino también enjóvenes durante el posparto.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), llega a afectar al 22 por ciento por ciento de las mujeres. La sintomatología puede abarcar desde el dolor vulvar o vaginal, disminución de la lubricación vaginal durante las relaciones sexuales, sequedad, quemazón y sangrado genital, ha informado Vithas en un comunicado.
Entre los posibles motivos causantes del dolor en el coito, el especialista ha enumerado "la falta de lubricación o sequedad vaginal debido a cambios hormonales, como ocurre durante la lactancia o la menopausia, en que disminuye la presencia de estrógenos. También, puede deberse a alteraciones del pH vaginal por usar productos de higiene inadecuados o a problemas dermatológicos en la vulva como como el Liquen Escleroso vulvar o incluso por enfermedades autoinmunes".
"No hay que olvidar como causa otro tipo de problemas ginecológicos como la endometriosis, vulvovaginitis infecciosas, o presencia de miomas", ha comentado el doctor Fuster.
Ante la posibilidad de que la causa sea física, es aconsejable acudir en primer lugar al ginecólogo para descartar cualquier infección vaginal, cicatrices u otras enfermedades en la zona genital. "También hay que considerar si el problema surge en el posparto o la menopausia, etapas en las que pueden jugar un papel importante los factores de tipo hormonal", ha afirmado el profesional.
El diagnóstico se debe realizar examinando minuciosamente vulva y vagina y realizando una ecografía transvaginal para poder descartar cualquier patología pélvica. El tratamiento para la dispareunia puede ser farmacológico, y actualmente se emplean nuevas técnicas como el láser o las infiltaciones de plasma rico en plaquetas y ácido hialurónico, aunque en algunos casos también inciden aspectos psicosexuales.
El doctor Fuster hace hincapié en la parte psicológica de este trastorno y describe el perfil típico de quienes que acuden a consulta de sexología: "Son mujeres que, en general, tienen pareja estable, que llevan un tiempo con dolor y han consultado previamente con su médico, quien muchas veces les comenta que no encuentra ninguna explicación ginecológica para el dolor".
Por ello, en algunos casos son los propios especialistas médicos los que derivan al sexólogo a sus pacientes porque, incluso aunque exista causa física para el coito doloroso, "consideran que es preciso un trabajo sexológico y conocer cómo le afecta a su vida y en qué medida afecta a sus relaciones de pareja", comenta el especialista, quien afirma que es necesario "individualizar" el tratamiento pues, dependiendo de la causa del dolor, la solución puede ser una terapia sexual o de pareja, un tratamiento médico o fisioterapia.