VALÈNCIA. (EP) El neurólogo del Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre, el doctor Vicente González Felipe, ha señalado que es "importante realizar una distinción entre migraña episódica y migraña crónica" y un abordaje multidisciplinar y individualizado.
Así, ha explicado que en el primer caso, la migraña suele durar de 4 a 72 horas y puede ser "intensa", mientras que la migraña es crónica cuando el paciente con migraña episódica va teniendo crisis cada vez más frecuentes y llega a presentar 15 o más días de cefalea al mes durante más de 3 meses y esta cefalea es de perfil migrañoso al menos 8 días al mes.
En el caso de la migraña episódica, el dolor a menudo es unilateral, pulsátil, empeora con el ejercicio y está acompañado por síntomas vegetativos como náuseas y sensibilidad a la luz, el ruido o los olores. Sin embargo, a medida que la migraña se va haciendo más frecuente el carácter del dolor se hace más sordo y afecta a toda la cabeza, con lo que pierde las características de la migraña episódica. Sobre ella se producen exacerbaciones episódicas de gran intensidad.
La migraña crónica conduce a repetidas visitas a urgencias, hospitalizaciones y excesivas exploraciones complementarias, lo que llega a afectar a la estabilidad "psicológica, laboral y personal". Por ello, es "importante" que el impacto sobre el funcionamiento habitual y sobre la personalidad sea reducido también con un abordaje psicoterapéutico cognitivo-conductual para mejorar el afrontamiento de la enfermedad y disminuir la pérdida de productividad laboral.
Los factores de riesgo que favorecen la evolución a una migraña crónica son muy diversos. Entre ellos se encuentra la sensibilización de vías transmisoras del dolor en el sistema nervioso central, que conduce a una hipersensibilidad en áreas críticas en el control de la sensación del dolor, de manera que la migraña persiste y se vuelve resistente a los medicamentos.
Para el profesional, "el mayor predictor de evolución de una forma episódica a una crónica es la frecuencia de días de cefalea al mes mayor de 10, por lo que un tratamiento eficaz de las crisis de migraña es fundamental".
Asimismo, otros factores de riesgo modificables son la coexistencia de depresión, escasos ingresos económicos, un uso excesivo de analgésicos, obesidad, abuso de cafeína, insomnio y otros trastornos del sueño como el síndrome de apnea. Los factores predisponentes junto a un aumento del número de crisis generan una disminución del umbral necesario para desencadenar otros ataques de migraña. El cerebro se vuelve susceptible y se favorece así la cronificación".
La migraña crónica conlleva un manejo global cuyos objetivos son reducir la frecuencia de las crisis, la discapacidad asociada y mejorar la calidad de vida de los pacientes. "El tratamiento del paciente con migraña crónica, -comenta el doctor González-, requiere tratar simultáneamente los factores de riesgo potencialmente modificables, reducir el uso excesivo de analgésicos y utilizar tratamientos sintomáticos y preventivos adecuados, incluidos los bloqueos anestésicos, la aplicación de bótox y, si precisa, pautar anticuerpos monoclonales frente al péptido relacionado con el gen de la calcitonina (calcitonin gene related peptide, CGRP)".
Al respecto, ha señalado que es "importante" que el paciente "comprenda la complejidad de su situación y que se comprometa a un seguimiento adecuado de las medidas farmacológicas y no farmacológicas que se le indiquen". "Además, debe llevar un calendario de cefaleas para objetivar el seguimiento clínico. Es muy importante la individualización del tratamiento sintomático en función de las características de cada paciente", concluye.