Foto: PEPE OLIVARES VALÈNCIA. La semana pasada, La Nau acogió un taller internacional sobre organización y gestión de festivales culturales, organizado por un equipo interuniversitario. Durante dos días, se pudieron escuchar diecisiete comunicaciones elaboradas por más de 40 especialistas de distintos países: Alemania, EE.UU., España, Finlandia, Francia, Holanda, Italia, Japón, Portugal y Túnez. Además se puso en contacto este trabajo científico con promotores y otros agentes culturales. La idea era recoger las tendencias en este campo y estudiar la relación entre los festivales, el público y el territorio, haciendo especial hincapié en los programas pedagógicos que se llevan a cabo en estos y en el cambio de paradigma que está suponiendo el reto digital.
"Los festivales son considerados por las ciudades pequeñas como una gran oportunidad para establecer una identidad y adquirir visibilidad que de otra manera tendrían muy complicado obtener. El reciente resurgir de los festivales también puede relacionarse con el carácter experiencial que suponen y que se distingue de la difusión digital de la cultura", explica Elisa Salvador, recogiendo algunas de las conclusiones de las conferencias del primer día. Y plantea: "una cuestión importante en juego es comprender en qué elementos se basa hoy en día el éxito de los festivales culturales, su modelo económico, la naturaleza de su oferta, los servicios y la experiencia que proponen, así como sus vínculos con los agentes locales interesados e instalaciones y estructuras de la ciudad".
También avisan los expertos de que "no se puede tomar por supuesto que las tecnologías estén teniendo un efecto disruptor en la diseminación de eventos como los festivales pequeños por sus peculiaridades enlazadas al territorio local y a una experiencia única que asegura a público que no pueden ser reemplazados por herramientas digitales".
Sobre la segunda jornada, la profesora Rosa Isusi recoge como una de las conclusiones que "los estudios académicos siguen mostrando que el público que asiste a los conciertos es un público formado y con un nivel de estudios. Sería necesario que un público más joven se acercara a los festivales musicales, en especial los de música clásica o culta. Para ello son necesarios nuevos métodos, propuestas y canales de comunicación con nuevos públicos". En este sentido "es necesario que se produzca una renovación generacional en el público de los festivales y conciertos, especialmente los de música clásica. Para ellos e imprescindible la formación de nuevos públicos mediante actividades educativas encaminadas a jóvenes"; de hecho, ponen el foco en que "las instituciones musicales no tienen personal específico para desarrollar actividades educativas y son llevadas a cabo por gestores que realizan diversas tareas dentro de las
instituciones debido a la conciencia social de los mismos".
Finalmente, los expertos llegaron a la conclusión de que "para incrementar el público es necesario ofrecer programas atractivos que incidan y exploten
las experiencias de escucha en nuevos espacios, que generen emociones únicas asociadas a espacios singulares que mezclan música, ocio, gastronomía o turismo".
