VALÈNCIA. Antes de hablar sobre lo escuchado me gustaría centrar mi atención en algo que cada vez sufro con mayor frecuencia. Hay algunas (pocas por fortuna) personas que, sinceramente, no sé a que van al Palau de Les Arts. En casa se está estupendamente y más en el mes de febrero con el gélido viento de levante que entra por allí. Además, ir a escuchar dos obras que ni les van ni le vienen es algo que me parece incomprensible. Yo no suelo ir a aquellos lugares que no me apetece ir. Lo digo por aquellos o aquellas, en este caso dos personas, que se pasaron en mi fila inmediatamente anterior, buena parte del concierto, abriendo y cerrando el teléfono móvil moviéndose por sus mil y una aplicaciones, redes sociales, o archivo fotográfico. Cierto, lo hacen en silencio, pero lo diré claro: me molesta tener delante a alguien haciendo algo que, evidentemente, es una falta de respeto a los músicos y que, además, que me distrae puesto el aparato que se encuentra en mi campo de visión.
Vamos con la música en un programa verdaderamente interesante al presentar dos compositores prácticamente coetáneos y de carrearas paralelas aunque fuera por su diversidad. Esa obra maestra que es Daphnis et Chloé raveliano se abre con un pianísimo de toda la cuerda que fue traducido de forma asombrosa por Josep Pons al frente de la OCV. La magia de estos instantes cercanos al silencio pero que deben ser percibidos por el oyente en toda su corporeidad. Para ilustrar lo difícil que resulta esto, cuenta Solti en sus memorias que, en una ocasión, irritado, paró literalmente un concierto con su Sinfónica de Chicago, y se dirigió a una persona que no paraba de hacer ruido para espetarle algo así como “si supiera lo mucho que nos ha costado llegar a hacer este pianissimo no haría ese ruido”. Momento de quietud que inició una excelente versión en la que el director catalán Pons cuidó todas las complejas dinámicas y los mil y un detalles, extrayendo toda la exuberancia que encierra esta música extraordinaria. Toda la parte final de la obra fue traducida con gran brillantez y virtuosismo por una orquesta en gran estado de forma. Entre los solistas Magdalena Martínez estuvo soberbia en la Pantomima con uno de los más célebres solos para flauta de toda la literatura sinfónica. No le fueron a la zaga el resto de las maderas entre las que sobresale Virgine Reibel al fabuloso píccolo en la introducción de la tercera parte. Excelente el Cor a lo largo y ancho de la partitura “sin letra”.
No bajó la calidad en la segunda parte del concierto con una fantástica lectura de una suite de la Atlantida de Falla en la versión que se interpreta hoy en día finalizada por Ernesto Halfter, llamada “Versión de Lucerna” estrenada en la ciudad suiza en 1976 Milan en el año. Una versión no completa de la extensa obra que no exageramos si consideramos que debe estar entre las de referencia, si tenemos en cuenta la calidad de los comparecientes, si se tiene en cuenta que, todavía, no hay un corpus de grabaciones importante y que es una obra que no se programa con habitualidad. Una cantata de un tono épico y de cierta complejidad musicalmente constituyendo una especie de desquite de Falla con una partitura de una escritura “menos española” y más Europea, de un lenguaje grandioso, moderno y menos referencial al folclore patrio. La Atlántida presenta de una temática mucho más compleja que la música que habitualmente Falla componía, presentándonos una España, y sus personajes históricos más importantes, como heredera de aquella antigua cultura hoy perdida.
Fantástico el coro en su comprometida e importante intervención, así como los solistas en sus papeles diferentes papeles. Bien el Corifeo de Damián del Castillo, excelente la mezzosoprano Maite Beaumont con una voz con presencia, carnosa, homogénea, perfectamente colocada y suficientemente emitida. Muy bien Nuria Rial como Isabel muy cómoda en un tipo de canto basado en los modos medievales, que domina a la perfección. Mantuvieron el excelente nivel Quiteria Muñoz y Pilar Garrido en sus breves intervenciones. La OCV en una obra que, obviamente, estrenaba en su repertorio mostró de nuevo una capacidad sobresaliente de adaptación a cualquier lenguaje musical.
Ficha técnica:
Auditori del Palau de les Arts
3 de febrero de 2022
Obras de Ravel y Falla
Nuria Rial, Maite Beaumont, Pilar Garrido, Quiteria Muñoz, Damián del Castillo
Cor de la Generalitat
Orquesta de la Comunitat Valenciana
Josep Pons, director musical