VALÈNCIA, (EFE). El director general de Farmamundi, Joan Peris, asegura que la entidad, que en los últimos años ha tenido un crecimiento sostenido, aspira a incrementar los fondos propios para poder planificar sus actuaciones "de forma autónoma" y "con menos incertidumbre", así como para ser "un referente de calidad".
Para ello reclama la implicación de la Administración y la ciudadanía, aunque reconoce que en el gran público ha habido una "desafección o desconfianza" hacia las organizaciones no gubernamentales provocada por algunos casos de corrupción, malversación y mal manejo de fondos en el llamado tercer sector.
Peris, que acaba de ponerse al frente de una ONG que en 2018 cumplirá veinticinco años y en los últimos dieciocho ha sido dirigida por Eugenia García, asegura que una de las primeras cosas que ha hecho es aplicar en la entidad una "política novedosa" para permitir la conciliación familiar y profesional "tanto para los hombres como para las mujeres" que allí trabajan.
Psicólogo de profesión y formado en gestión y dirección de organizaciones, destaca que Farmamundi ha crecido en los últimos años de una forma "sostenida" económicamente y en calidad, frente a la tendencia del tercer sector, "que ha sufrido una bajada increíble, muy pronunciada" a consecuencia de la crisis.
"Hemos mantenido un crecimiento sostenido, basado en mucha calidad del trabajo, mucha confianza por parte de las instituciones donantes y un trabajo con socios estratégicos que son la contraparte que implementan y ejecutan en los países empobrecidos", señala.
Según Peris, a través de las organizaciones locales se identifican las necesidades y Farmamundi actúa como facilitador: "Conectamos esa necesidad con una fuente de financiación y somos gestores de ese proceso, asegurando que los fondos son usados de la mejor forma y son rendidos de forma transparente".
Confiesa que ésta es una "organización mediana" entre las ONG nacionales e internacionales aunque una de las pocas calificadas por la Agencia Española de Cooperación para el Desarrollo Internacional (AECI) en Valencia, lo que le permite presentarse a convocatorias de mayor envergadura.
"Estamos muy concentrados y nuestra estrategia ha sido estar en pocos países, pero especializarnos y ser un actor relevante con los equipos locales, a los cuales pretendemos continuar fortaleciendo y desarrollando capacidades", indica.
La labor de esta ONG valenciana es de control, gestión y asesoría, sin imponer modelos de desarrollo sino "acompañando políticas que contribuyan a la sostenibilidad de los sistemas de salud, al acceso universal y a la igualdad de oportunidades de hombres y mujeres".
Farmamundi, que recibe el 55 % de financiación pública y el 45 % de fondos privados, quiere parecerse "a las grandes ONG como Médicos Sin Fronteras o Intermon Oxfam, ser más autónomos y poder tener más recursos propios", afirma Joan Peris, que añade que aspiran a "planificar con menos incertidumbre y de una forma soberana".
La ONG, que cerró 2016 con la gestión de 7,7 millones de euros, tiene un equipo formado por 53 personas en España y diecisiete en el exterior y actualmente tiene presencia permanente en siete países (Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Perú, República Democrática del Congo y Mali) e interviene en diferentes emergencias y acciones de ayuda humanitaria.
Entre ellas, han suministrado envíos de ayuda a campos de refugiados de Siria, Grecia y Serbia. "La crisis de los refugiados afecta a 66 millones de personas y las instituciones internacionales, incluida Naciones Unidas, no dan una respuesta efectiva a estas personas", civiles en el 90 % de los casos.
Ante casos de corrupción, malversación y mal manejo de los fondos, tanto en el ámbito público como privado del tercer sector, que ha provocado en el gran público una "desafección o desconfianza", una de las "banderas y grandes retos" de Farmamundi es el de la "transparencia y el buen gobierno".
Sobre los suministros que envían, señala que todos los medicamentos los adquieren "a muy buen precio" porque son distribuidores acreditados de ayuda humanitaria.
Farmamundi cuenta con un área de logística humanitaria para distribuir los medicamentos a sus clientes, un 80 % de los cuales son ONG que trabajan en países en vías de desarrollo y a los que distribuyen medicamentos esenciales, pero también especializados.
En los últimos diez años ha ejecutado casi 400 proyectos de cooperación y acción humanitaria, suministrado más de mil toneladas de medicamentos y material sanitario e invertido 32,5 millones de euros en programas de salud.
La entidad valenciana Farmamundi celebra sus 30 años de solidaridad farmacéutica que transforma vidas y que fortalece la salud global de este planeta. 30 años de cooperación farmacéutica y acción humanitaria, gracias a la cual más de 30 millones de personas han podido mejorar su salud y calidad de vida.