MADRID (EP). FCC se ha adjudicado el contrato de construcción y posterior explotación de una planta para reciclar los residuos de la ciudad de Dallas durante un periodo de quince años, prorrogable por otros diez, y por un importe de unos 300 millones de dólares (unos 275 millones de euros), informó la compañía.
El grupo participado por Carlos Slim y Esther Koplowitz da con este proyecto un importante paso en la estrategia de expansión internacional de su división de servicios medioambientales, en la que Norteamérica figura como un mercado estratégico.
FCC considera que el contrato se ha logrado en un "enclave estratégico", dado que el entorno de las ciudades texanas de Dallas-Fort Worth constituye la cuarta zona metropolitana de Estados Unidos por número de habitantes, tras Nueva York, Chicago y Los Ángeles.
El proyecto consiste en construir una planta para gestionar todos los residuos susceptibles de reciclaje de la ciudad, y su posterior operación durante un periodo máximo de 25 años.
El contrato contempla que durante este periodo FCC recibirá en exclusiva todo el material que los ciudadanos de Dallas depositen en los contenedores de la ciudad.
La compañía que preside Esther Alcocer Koplowitz ha logrado este contrato, promovido por el Departamento de Saneamiento Urbano de la ciudad y por el que compitieron seis empresas, tras lograr el primer puesto en los criterios técnicos de valoración.
En este sentido, FCC detalló que construirá una planta automática de selección de "última tecnología" que contará con "las más modernas técnicas de separación y clasificación", entre las que citó la visión artificial y los separadores ópticos. Además, clasificará por categorías todos los residuos que se recogen en un contenedor único.
Con este proyecto, el grupo de construcción y servicios ampliará la experiencia con que ya cuenta en construcción de plantas de este tipo en varios países del mundo, de las que actualmente tiene cincuenta operativas similares a la propuesta para la ciudad texana.
Además, FCC logra este contrato apenas unas semanas después de convertirse en la primera empresa española en lograr un contrato de recogida de residuos en Estados Unidos, al lograr el correspondiente al Condado de Orange, en Florida.