Foto: CARLOS LUJÁN/EPVALÈNCIA (EP). El líder del PP y candidato a la Presidencia del Gobierno, Alberto Núñez Feijóo, implicará de lleno a sus 'barones' en la ofensiva del partido contra el jefe del Ejecutivo en funciones, con el objetivo de denunciar en cada rincón de España que Pedro Sánchez esté dispuesto a aceptar las exigencias que ha planteado el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont para apoyar la investidura.
"Vamos a socializar la respuesta al desafío que plantea, no Puigdemont, sino Pedro Sánchez, que es el que está dispuesto a hacerle caso", han explicado a Europa Press fuentes del equipo de Feijóo, que ya anticipan que no está descartada ninguna vía.
En este sentido, 'Génova' pone ahora el acento en la denuncia política porque el PSOE y sus socios no han puesto aún encima de la mesa ningún texto concreto para atender las reivindicaciones de Puigdemont sobre una ley de amnistía o la 'desjudicialización' que reclama Puigdemont.
Sin embargo, los 'populares' apuntan ya a la vía judicial -recurrirán al Tribunal Constitucional si se aprueba esa ley de amnistía- y se movilizarán en Europa llevando este asunto a las instancias europeas. Por lo pronto, el pasado viernes ya mantuvo un encuentro con corresponsales extranjeros para exponer la visión del PP ante lo que está ocurriendo.
"Ninguna vía de reacción está descartada. Actuaremos por tierra, mar y aire para defender la igualdad de los españoles", han anticipado las fuentes consultadas, que subrayan que la amnistía es "ilegal" y que así lo reconocían los ministros y dirigentes socialistas en la pasada legislatura.
Por lo pronto, el PP va a redoblar la presión sobre el PSOE y sus cargos para que intenten frenar a Sánchez ante el "chantaje" de Puigdemont y en esta tarea Feijóo quiere contar también con sus cargos territoriales.
Esta estrategia se visualizará el lunes ante la Junta Directiva Nacional del PP -máximo órgano del partido entre congresos-, donde Feijóo y sus presidentes coordinarán la ofensiva a seguir por parte del partido ante el intento de poner "al Estado de Derecho de rodillas".
Además, Feijóo seguirá en los próximos días su ronda de contactos para la investidura y prevé verse con el líder de Unión del Pueblo Navarro (UPN), Javier Esparza. Ya lo ha hecho con el líder de Vox, Santiago Abascal, y con el presidente de Canarias, Fernando Clavijo.
También la secretaria general del PP y portavoz del Grupo Popular, Cuca Gamarra, planea encuentros en el Congreso con los representantes del PNV y de otras formaciones, como el Bloque Nacionalista Galego (BNG), según fuentes del partido.
ERC ha descartado reunirse con los 'populares' y, en el caso de Junts, el propio Feijóo ya dijo que no tenía sentido sentarse si lo que va a exigir es la amnistía y el referéndum. Esta cambio de planes con el partido de lidera Puigdemont se recibió con alivio en algunos sectores del PP, que en privado admitían que no entendían por qué su partido se iba a reunir con los que promovieron el "golpe de Estado" de 2017.
El pasado 30 de agosto, Sánchez y Feijóo mantuvieron un encuentro en el Congreso, del que no salió ningún acuerdo. El líder de los 'populares' acudió con un documento de seis pactos de Estado y la propuesta de que deje gobernar al PP dos años. Sin embargo, el jefe del Ejecutivo rechazó de plano esa propuesta de dejar gobernar al PP durante una legislatura corta.
Pese a esa gran distancia entre PSOE y PP, Feijóo ha defendido una nueva reunión con los socialistas, pero desde Ferraz ya le han respondido con un "no" rotundo. "Que no haga perder el tiempo a los demás", le espetó el pasado viernes la ministra de Educación y portavoz del PSOE, Pilar Alegría.
El presidente del PP, que ha defendido públicamente buscar un "encaje" al "problema territorial" de Cataluña pero en el marco de un pacto de Estado y dentro de la legalidad, ya empieza a articular los ejes de su discurso de investidura, en el que quiere dejar claro ante los ciudadanos que él "sí tiene principios" y no va a "tragar" con las condiciones "inasumibles" que exige Puigdemont y que Sánchez sí parece dispuesto a aceptar, según fuentes 'populares'.
