Fernando LuqueVALÈNCIA. Hablar de Fernando Luque es hacerlo de Morningstar, es decir, una especie de 'biblia financiera' que leen diariamente miles de analistas, operadores, gestores e inversores en particular. El pasado martes, con motivo de la Semana de la Inversión Socialmente Responsable 2018, estuvo en la Bolsa de Valencia donde impartió una interesante conferencia dejando una afirmación contundente: "La rentabilidad no está reñida con la sostenibilidad" y destacando la importancia de celebrar este tipo de eventos "en una plaza financiera de la categoría de València".
Posteriormente acudió a las instalaciones de Valencia Plaza donde reconoció que "se percibe un mayor interés por los fondos de inversión socialmente responsable (ISR), tanto a nivel nacional como internacional" en lo que es una tendencia global "y no una cuestión de los países nórdicos". Cierto es que los fondos ISR todavía representan un pequeño porcentaje respecto al volumen total -"menos del 2%"-, pero lo cierto es que cada vez se habla más de ello y para ello puso un par de ejemplos: los llamados 'bonos verdes' y Nao Sustainable Asset Management.
Los primeros corresponden a las 'emisiones verdes' que están realizando conocidas empresas españolas como BBVA, Iberdrola, Banco Santander, ACS..., cuyo capital que captan entre los inversores institucionales se destinan a la financiación de proyectos sostenibles y socialmente responsables. Además, estas operaciones se enmarcan en la estrategia de la energética de lograr que buena parte de su pasivo tenga formato verde, de acuerdo a la apuesta de la compañía por un 'mix' energético bajo en carbono.
Al respecto Luque advierte que "el riesgo de carbono influye en las valoraciones de las empresas porque emitir carbono no sale gratis; cuanto más se emita más se tiene que pagar y sino se gestiona bien le va a costar dinero a la empresa por lo que tiene que haber una concienciación y los gestores cada vez lo tienen más en cuenta". Además, el cerebro de Morningstar considera que, pese a que hay pocas emisiones en España de 'bonos verdes', es "una forma de incluir el riesgo climático en una cartera o descarbonizarla".
El otro ejemplo que cita Luque es la valenciana Nao, fundada por Pablo y Ana Serratosa, primera gestora de inversión sostenible en España como avanzó este diario en octubre pasado. El propósito del equipo gestor de Nao, como apuntó su responsable de operaciones Pablo Cano, no es otro que "la búsqueda de compañías que aseguren un equilibrio entre el crecimiento económico, el impacto social y el impacto medioambiental, invirtiendo siempre en compañías que cumplan a la vez nuestros criterios de rentabilidad y sostenibilidad.
Preguntado sobre lo que les diría a todos aquellos que lo que de verdad les importa es obtener una rentabilidad al invertir bien sea a través de criterios ISR o no, su respuesta es clara: "Es normal porque el inversor lo que quiere es recibir una rentabilidad, pero también les diría que la rentabilidad no está reñida con la sostenibilidad". Al hilo de esto recordó como en Morningstar han puesto en marcha unos índices de sostenibilidad replicando la composición sectorial de los índices tradicionales "y prácticamente no hay diferencia de rentabilidad".
En esta coyuntura de 'tipos cero', Fernando Luque no duda en afirmar que los fondos de inversión son el mejor vehículo financiero para los pequeños ahorradores; pero eso sí recordando que "si quieres obtener algo más de rentabilidad tienes que asumir riesgo, no hay otra, pero los fondos son el instrumento financiero más democrático que hay". Pero eso sí advirtiendo de la importancia de comparar productos antes de elegir uno "porque no todos los fondos tienen las mismas comisiones". A la vez también echó mano de la vieja recomendación de invertir siempre a largo plazo "porque así se modera la volatilidad".
De un tiempo a esta parte se habla cada vez más de los fondos indexados -aquellos que tienen como objetivo final replicar, lo más cerca posible, el comportamiento de un determinado índice-, que son del agrado de Luque pero "tienen que tener comisión bajas porque prácticamente no hay gestión en este tipo de activos". Como también está proliferando la gestión automatizada en lo que es "una forma interesante de acercar la inversión pasiva al cliente final. Nosotros no somos partidarios ni de la inversión pasiva ni de la activa sino de la gestión barata porque entendemos que se puede hacer una u otra a precios razonables para el inversor particular".
Ni que decir tiene que uno de los puntos de atención de los mercados españoles está en el nuevo gobierno. ¿Su opinión al respecto? "Hay factores que van a influir más a medio largo/plazo que si el gobierno es de uno u otro partido como son los movimientos de los tipos de interés". También habló de las valoraciones actuales de las bolsas "un poco caras, una señal de cautela y creo que va a ser muy difícil repetir la rentabilidad obtenida en los últimos 5/10 años en los próximos ejercicios".
Este diario tampoco dejó pasar la oportunidad de preguntarle sobre un vehículo de inversión que tanto ha dado que hablar en los últimos años como son las sicavs. "¿Qué va a pasar con ellas? Dependerá de lo que haga el gobierno pero no hay que olvidar que una sicav es igual que un fondo, con la misma fiscalidad. Sería triste cargárselas porque como le metan mano emigrarán a otros países como Luxemburgo y/o Irlanda". Y no le falta razón. "El desconocimiento está detrás del mal cartel que tienen las sicavs entre la ciudadanía, por lo que habría que fomentar la compra de acciones de sicavs en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB)".
Para terminar Luque recuerda la importancia de potenciar la cultura financiera -incluyendo desde muy temprano una asignatura de conocimientos básicos en los colegios- y para ello Morningstar está trabajando en estos momentos en todo lo que rodea a la sostenibilidad para darla a conocer bien. "Falta mucha información tanto para particulares como para institucionales y yo como editor lo considero una prioridad máxima".
