El jefe del Consell mantiene su interés en minimizar el papel político de las corporaciones provinciales
VALENCIA. El líder de los socialistas valencianos y presidente de la Generalitat, Ximo Puig, siempre ha sido un dirigente interesado en introducir iniciativas políticas de calado que traspasaran las fronteras de la Comunitat y fueran parte del debate nacional. No en vano, ya en diciembre de 2012, presentó el documento Un federalismo integrador para la España del siglo XXI a la dirección del PSOE, un texto en el que se ponía sobre la mesa la supresión de las provincias y, por tanto, "la no necesaria existencia de la diputación como institución de Gobierno".
Unas líneas maestras de discurso que Puig no ha abandonado en este tiempo. Si bien la desaparición de estas instituciones depende de una reforma constitucional, el jefe del Consell ya ha mostrado en reiteradas ocasiones su voluntad de minimizar el papel político de las corporaciones provinciales y, en este sentido, ha puesto sobre la mesa su intención de aplicar la Ley de Coordinación de Diputaciones. De esta manera, el presidente de la Generalitat viene reiterando avanzar en la citada dirección y, para ello, cuenta con el apoyo de Compromís, que mantiene un discurso muy directo sobre la supresión de estas entidades.
Ahora bien, la posición del jefe del Consell no está alineada con la del secretario general del PSOE y candidato a la presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez, quien ya enmendó la plana a Puig respecto al futuro de las diputaciones el pasado mes de octubre, cuando defendió el papel que ejercen en la "vertebración de territorios". En este sentido, se mostró favorable a mantener estas instituciones aunque, eso sí, también a "reformarlas y modernizarlas".
La postura de Sánchez no es nueva, pero además viene refrendada en las propuestas plasmadas en el programa electoral de las elecciones generales. De hecho, días atrás, la dirección federal del partido remitió un argumentario en el que se remarcaban algunas de las iniciativas de ámbito local más significativas del PSOE de cara a estos comicios.
Así, en el punto número 3 del documento, se pone negro sobre blanco: "Modernizar las Diputaciones Provinciales reformulando su papel como espacio de encuentro entre los ayuntamientos de menos de 20.000 habitantes y dotándolas de competencias prestadoras de servicios que supongan una mejora de eficacia y eficiencia respecto a los mismos servicios prestados por los municipios, siempre con criterios de máxima transparencia, racionalidad y democracia".
Una línea marcada desde Madrid que evidencia una distancia entre los deseos de Puig y los compromisos electorales de Pedro Sánchez. En este sentido, fuentes de los socialistas valencianos apuntan al deseo del presidente de avanzar en el proceso de reducción de poder de las corporaciones provinciales "gobierne quien gobierne" y, en este sentido, recalcan, está dirigido el anuncio que hizo este jueves el jefe del Consell, quien manifestó su intención de desarrollar antes de fin de año tres decretos de coordinación de las diputaciones relativas a las competencias del deporte, una para decidir sobre las prioridades del gasto en grandes eventos y otra sobre políticas deportivas de base, y una más en materia turística, área donde "no puede ser que las instituciones compitan", declaró Puig.
Por otro lado, la postura del líder del PSPV, según señalan algunos dirigentes del partido, también pone en una situación algo incomoda al presidente de la Diputación de Valencia, el socialista Jorge Rodríguez, quien en un desayuno con medios de comunicación reciente respaldó la tesis de Puig y de la vicepresidenta de la institución, Maria Josep Amigó, de Compromís, quien proclamó en el citado encuentro su deseo de suprimir las diputaciones. Un discurso "complicado" el de la desaparición de la institución, según subrayan las citadas fuentes, para el propio presidente de la corporación cuya preferencia iría dirigida a un discurso más próximo al que pregona la dirección federal, centrado en la modernización y reformulación del ente.