VALÈNCIA. (EP) El síndic de Compromís, Fran Ferri, ha reivindicado este lunes a la coalición como garantía de estabilidad del gobierno del Botànic "aunque a veces sea más difícil o haya momentos complicados", tras las discrepancias por la tasa turística o por los presupuestos, y ha cargado contra la "corrupción territorial en el reparto de fondos del Estado a las autonomías.
En el Debate de Política General, ha defendido que el tripartito que comparten junto a PSPV y Unides Podem debe ser "ahora más que nunca un gobierno transformador y valiente" para dar oportunidades a de futuro y combatir la emergencia climática y todas las "injusticias" que no han parado a pesar de la pandemia.
Ferri ha garantizado así que a Compromís le "gusta gobernar en coalición" y ha afirmado que "las buenas políticas no salen de una persona muy lista, sino de muchas visiones plurales que se complementan".
En esta línea, ha recordado así que "los valencianos hablaron muy alto en las urnas" en 2015 y 2019, lo que a su juicio demuestra que no quieren un gobierno donde "un partido se piense que gobierne en solitario". Y ha señalado a Puig que su coalición siempre se ha mostrado "firme" a favor de este pacto, además de garantizarle que no harán "cálculos partidistas" ni tendrán "dudas de última hora".
Durante su discurso, Ferri ha insistido en medidas como una "eco-tasa turística" de uno o dos euros por visitar la Comunitat, una propuesta que recuperaron la semana pasada los vicepresidentes Mónica Oltra (Compromís) y Héctor Illueca (Podem), para destinar su recaudación a garantizar el derecho a la vivienda de los jóvenes y que puedan crecer en un entorno sostenible.
"Los que llevamos tiempo trabajando este tema sabemos que hay terreno 'botánico' para el acuerdo", ha aseverado, llamando a trabajar en ello hasta fin de año en el seno del tripartito. También ha vuelto a defender la reducción de la jornada laboral a cuatro días o 32 horas semanales.
Ferri ha rechazado además que la declaración de emergencia climática sea compatible con proyectos como la ampliación del puerto de València y ha pedido que "las decisiones sobre el futuro de una ciudad tenga en cuenta la voz de esa ciudad".
La falta de fondos del Estado ha centrado parte de su discurso, criticando que el Gobierno trata a la Comunitat "como una colonia" y no como una autonomía. Ha exigido que realmente se ejecute el 10% de los PGE, que el Gobierno aporte el 50% del dinero para sufragar la dependencia y que no "discrimine" con el reparto de fondos europeos.
"Es corrupción territorial: los gobiernos españoles han robado miles de millones de euros a los valencianos en las últimas décadas y este pueblo tiene derecho a saber donde está el dinero", ha proclamado, y ha insistido en sus críticas por los retrasos de los trenes de Cercanías, "líderes en retrasos y en pérdida de pasajeros con diez millones menos en los últimos años".
Ante esta situación ha defendido la importancia de sumarse a la manifestación unitaria contra la infrafinanciación autonómica del 20 de noviembre, como la que llenó las calles de València en 2017, y ha anunciado una campaña de recogida de firmas en los próximos meses para llevar a Madrid las reclamaciones de los valencianos y exigir al Gobierno "que escuche".
En materia social, el síndic ha rechazado la "ola de odio" tras el último caso de un menor detenido por odio al golpear a una pareja del mismo sexo que paseaba de la mano en Elche, y ha abogado por un gran acuerdo de los partidos democráticos contra la 'LGTBIfobia', el racismo y todas las expresiones de odio.
Por otro lado, el síndic del PSPV-PSOE en Les Corts Valencianes, Manolo Mata, ha asegurado que aquellos que hablan con desprecio de lo hecho por el Gobierno valenciano para hacer frente a la pandemia están despreciando al pueblo valenciano, que está "orgulloso de lo hecho".
Durante su intervención en el debate sobre el estado de la Comunitat, Mata ha defendido que el Consell "no ha dormido" y "no ha hecho otra cosa que sufrir" durante los últimos meses, y cree que ahora es momento "de estar contentos y contar lo que va bien" porque hay "cifras espectaculares de cosas que van bien".
Ha abogado por "levantar el pesimismo antropológico que sufre sociedad", pues "no podemos permitirnos una juventud acorralada por el pesimismo", y ha considerado un error que haya grupos que reivindiquen con nostalgia la vida de hace 50 ó 60 años, pues ahora se vive mucho mejor que antes.
Ha instado a ser "capaces de transmitir ilusión" y a "no caer en la trampa de decir que esto es un absoluto drama", y ha considerado que "el drama del mundo" es la insolidaridad con el tercer mundo al que no damos vacunas, y "esa corriente que no cree en la ciencia y se niega a vacunarse".
Mata ha reivindicado que este Consell "ha roto una brecha histórica, la de la financiación autonómica", pues por primera vez una ministra ha dicho que hay deuda insostenible en la Comunitat que está motivada por la infrafinanciaicón.
Ha reivindicado que aquellos que más tienen paguen más impuestos; ha señalado que la lucha contra el cambio climático "no es solo política fiscal", sino también educativa, y ha afirmado que no es necesario presionar al PSOE para aprobar nada, pues es un partido que escucha.
Mata ha reprochado al PP que reivindique ahora que está en la oposición una bajada de impuestos cuando la auténtica política fiscal de este partido es "subir impuestos" y "el que venga detrás que arree".
Sobre la lengua, ha considerado este gobierno "ha ganado la batalla", y que aquellos que escolarizan a sus hijos en Murcia para no dar valenciano, tal y como ha destacado Vox, deberían ser denunciados porque están restando oportunidades a sus hijos.
El debate lo ha cerrado el president del Consell, Ximo Puig, quien ha reiterado su llamamiento “con toda la fortaleza, convicción y determinación” a trabajar juntos en este nuevo tiempo que se inicia de recuperación y de reinvención de la Comunitat Valenciana tras la pandemia.
“El pueblo valenciano se merece siempre nuestra mejor voluntad y nuestra mejor capacidad de sumar”, ha manifestado Puig, quien ha defendido que en ningún lugar está escrito que los valencianos de ahora tengan que vivir peor que sus padres.