BARCELONA (EFE). La agencia de calificación de riesgos Fitch ha elevado dos escalones el rating de la Generalitat de Cataluña, que pasa de 'BB' a 'BBB-', con perspectiva 'estable', lo que significa que sale del grado especulativo, coloquialmente denominado 'bono basura', y vuelve a situarse, una década después, en grado de inversión.
Este es uno de los requisitos necesarios para poder volver a emitir deuda en los mercados, "uno de los objetivos que la Generalitat se ha fijado para esta legislatura", ha destacado el conseller de Economía y Hacienda, Jaume Giró.
En su informe, Fitch valora la capacidad de la Generalitat para avanzar en el reequilibrio de sus cuentas y resalta la diversificación de la economía catalana, con la industria como uno de los sectores tractores y con un papel importante, también, de las pymes y la empresa familiar.
Más allá de las fortalezas económicas de Cataluña y la gestión económica de la Generalitat, la agencia remarca, asimismo, la existencia de un escenario político más propicio a la negociación entre los gobiernos español y catalán, según indica la conselleria.
La Generalitat acumulaba hasta septiembre de 2020 una deuda por valor de 78.279 millones, de los que 62.376 correspondían a los diferentes mecanismos de liquidez habilitados en los últimos años por el Estado, que es de largo su principal acreedor.