MADRID (EFE). La agencia Fitch ha elevado hoy la calificación crediticia de Bankia, que deja de estar en el 'bono basura' y vuelve al grado de inversión, al tiempo que confirma la solvencia de CaixaBank y el Banco Popular, ambas con perspectiva positiva, lo que abre la puerta a posibles mejoras.
La deuda a largo plazo de Bankia mejora un escalón y pasa a estar calificada con 'BBB-', un aprobado bajo, pero fuera ya del grado especulativo o bono basura, lo que allana el camino a la entidad para emitir deuda en los mercados.
Fitch elogia la fortaleza de capital del banco nacionalizado, así como el hecho de que cuente con un volumen de activos problemáticos más manejable tras su plan de reestructuración, y que haya mejorado su posición de liquidez y reducido sensiblemente su tasa de morosidad.
La calificación de la matriz del grupo, BFA, también avanza, en esta ocasión hasta 'BB' y queda a un solo escalón de volver al grado de inversión.
En el caso de CaixaBank y Banco Popular, Fitch ha decidido confirmar sus notas, aunque entre ellas existe una importante brecha, puesto que la deuda de entidad catalana está calificada con un aprobado o 'BBB', mientras que la de Popular sigue sumida varios escalones en el bono basura, con 'BB-'.
La buena noticia para ambas entidades es que la perspectiva a futuro es positiva, lo que abre la puerta a que Fitch eleve sus notas en un futuro próximo.
La revisión de Fitch llega un día después de que Moody's rebajara de positiva a estable la perspectiva sobre el Banco Santander, así como la deuda emitida con aval del Estado de CAM, hoy integrada en el Banco Sabadell, y la de la matriz de Bankia, BFA.
