Hace una semana en Baku, capital de Azerbaiyan, se celebró el V Foro Internacional Humanitario sobre diálogo intercultural, en donde se reunieron personalidades de todo el mundo, miembros y representantes de diferentes gobiernos, de organizaciones como la ONU, UNESCO, Union Africana, Consejo de Cooperación del Golfo, etcétera, más de una docena premios Nóbeles así como representantes del mundo académico, de los medios de comunicación, y de las principales confesiones religiosas existentes, en total alrededor de 400 personas que representaban a 71 países, teniendo la fortuna de asistir en la representación española como miembro del IEEI de la UCV y asesor del presidente del programa internacional UNESCO SILK ROAD José María Chiquillo.
En esta reunión pude comprobar con otros colegas del mundo académico y político internacional como el grado de estulticia en el mundo continua en aumento, el Diputado José Ines Castillo de Guatemala (acompañado por el abogado de aquel pais Gustavo Adolfo Echeverría) me comentaba como estaba convencido de que vivimos en una época en que las emociones dominan y dirigen la voluntad de los pueblos. Por si ustedes no conocen la situación de la República Guatemalteca, este país ha elegido a un presidente Jimmy Morales, conocido como el payaso, dado su profesión previa de comediante, además este país vive en una continua situación de crisis desde que la fiscalía dictó orden de captura contra el anterior presidente Otto Pérez Molina provocando su dimisión.
Por su parte con Andrey Apostolov, Director del For East European Studies de Bulgaria, comentábamos el complejo este europeo, con la convulsa situación en el este de Ucrania y en Crimea, en la que pueblos eslavos y hermanos hasta hace pocos años -Rusia y Ucrania- están enfrentados en un difícil conflicto híbrido con la amenaza siempre latente de escalada bélica.
Por su parte con el gran profesor romanista Hungaro Hamza Gabor intercambié opiniones sobre la falta de una respuesta eficaz de la UE a la crisis migratoria y que ha provocado la celebración en su país de un referéndum sobre la inmigración, cuyo resultado en un 98% negativo a aceptar la nueva entrada de inmigrantes en el país, no ha sido válido al no alcanzar el 50%, pero que parece permitir a sus dirigentes seguir con el pulso a Bruselas y un reforzamiento de las posiciones del grupo Visegrado dentro de la UE (Polonia, Chequia, Eslovaquia y Hungria), respecto por ejemplo a las políticas de seguridad.
También se comentó el referéndum de Colombia, que generaba tantas expectativas e ilusiones, pero lo que ocultaban los mass media mundiales (y la mayoría de la prensa Colombiana) era que las cesiones a un grupo terrorista como las FARC por parte del Estado, en teoría Democrático y de Derecho, estaban dividiendo a los colombianos en dos zonas (reflejadas por el si o el no de los resultados):
Por su parte los dos antiguos contrincantes de la guerra fría -USA y Rusia- siguen enfrentados, esta vez por Siria, por eso como elemento ¿desafiador-negociador? nos enviaron hasta las costas de Bilbao una patrulla de Tupolev-160 Blackjack, un magnífico caza bombardero de la época soviética, teniendo que salir a su encuentro interceptadores españoles, franceses, ingleses y noruegos, como movimiento de peones del Kremlin (ya saben en política internacional los USA juegan al poker y los rusos a la ajedrez), para tantear al fortaleza del bloque occidental.
Todo este difícil entorno geopolítico, unido a lo advertido estos días por el FMI, la posible nueva crisis financiera mundial. Pues existe una excesiva deuda privada global (no financiera), alrededor de un 200% del PIB mundial al finalizar el 2015, que lastra e incluso frustra la recuperación económica, y hace temer a este organismo internacional un rebrote de los populismos que indujeron en los años 30-40 del pasado siglo a múltiples guerras civiles, nacionales y mundiales, cosa que no nos hace presagiar nada bueno.
Por eso me reitero en la opinión de que el mundo está desequilibrado emocionalmente en casi todas partes, y por ello la responsabilidad de todos los formadores de opinión, grandes medios periodísticos y líderes mundiales es intentar hacer un esfuerzo en plantear soluciones constructivas y no empecinadamente negativas, y mucho menos provocar miedo a los que no piensan como ellos, pues nuestra viabilidad como moderna sociedad occidental se basa en un equilibrio entre Libertad y Seguridad, Orden y Progreso.