La exhumación de la fosa 92 de Paterna concluye con incertidumbre sobre los restos encontrados

Los familiares de las víctimas reclaman al Gobierno Autonómico que proteja el cementerio de Paterna y exhume todas las fosas comunes creando un gran banco de ADN de los familiares directos de las víctimas, de muy avanzada edad

10/08/2017 - 

PATERNA. Un gran agujero vacío excavado en tierra amarilla ponía ayer el punto final a la exhumación de la fosa 92 del cementerio de Paterna. Con los pinceles, los cepillos y las pequeñas pinzas recogidas, llega ahora el turno del trabajo grueso: rellenar el hueco que han dejado dos semanas de excavaciones. Un cierto vacío similar ha quedado en las familias de las víctimas tras haberse hallado menos personas de las que se buscaba. Este ha sido el segundo intento de encontrar a 20 agricultores republicanos fusilados el 25 de octubre de 1939. 

"Esperaba encontrar algo más. Encontrar a todos los que estábamos buscando, a los 18 que faltaban, pero hemos encontrado solo a 9", contaba en la mañana de este miércoles Eduardo Ortuño, presidente de la asociación de familiares de represaliados en la causa de Benifaió. Sus investigaciones, iniciadas hace 12 años para localizar a su abuelo, señalaban la posibilidad de encontrarles en dos fosas diferentes: en la fosa 82, donde solo localizaron a 2 personas frente a las 20 que buscan y la 92, donde se han encontrado 9. 

"Cuando abrimos esta segunda fosa nos alegramos porque las dos primeras personas que encontramos aparecieron como decía mi madre, enterrados con la cabeza en los pies del otro. Aunque según su testimonio todos estaban enterrados igual, los demás estaban en otras posiciones y escampados en cajas más pequeñas. Otra vez ha ocurrido que nuestros indicios no se han cumplido", contaba Ortuño con pesar junto a Natalia Mas, compañera de la asociación de familiares. 

"Hemos recuperado 2 individuos que estaban en una caja, bien articulados, y 7 individuos que estaban en reducción, es decir, restos que fueron exhumados con posterioridad a su enterramiento y metidos en cajas más pequeñas", cuenta Miguel Mezquida, arqueólogo de Arqueo Antro, el equipo responsable de la exhumación. "La dificultad en este caso es que está todo muy removido y no podemos saber exactamente cuántas personas hubo ahí originalmente porque ha habido exhumaciones con posterioridad a los enterramientos y eso dificulta la identificación", precisa. 

Además de las dificultades de identificación por no coincidir la posición, el estado de conservación de los restos genera algunas dudas. "Los restos encontrados no están en muy buen estado porque al moverse del sitio original donde se depositaron, se alteran las condiciones del terreno y la conservación suele variar", cuenta el antropólogo, Javier Iglesias. 

"He hecho todo esto porque querría entregar a las hijas los restos de sus padres, pero todo se está complicando mucho y el tiempo pasa… Un mes perdido, para ellas, es la vida. No tengo mucha esperanza de que podamos demostrar que sean ellos”, añadía Eduardo Ortuño notablemente afectado por estas noticias.

Aunque habrá que esperar a cotejar el ADN de los familiares con el que se conserve en dientes y huesos de las víctimas, el equipo no tiene duda de que los restos encontrados pertenecen a represaliados por el franquismo. "En el relleno de tierra hemos encontrado proyectiles y un mechero antiguo como los que hemos encontrado en otros casos de exhumaciones. Además, hemos encontrado fracturas craneales y óseas perimortem habituales en otros casos", añade Mezquida. 

Con el objetivo de identificar los restos encontrados, el pasado sábado el equipo de Arqueo Antro acudió a Oliva para tomar muestras de ADN a los familiares directos de 3 víctimas de este caso. Pero el interés vecinal ante los procesos de exhumación de los últimos meses está yendo más allá. 

"Cuando hablamos con el Ayuntamiento, nos dijo que muchas familias del pueblo estaban interesadas en llevar adelante procesos de exhumación. Incluso sin estar relacionadas con los procesos que hay ahora en marcha, hay personas muy mayores que quieren analizar su ADN para conservarlo para las futuras búsquedas", cuenta Miguel Mezquida. Hasta 19 familias más del pueblo acudieron a la cita para analizar su ADN, entre ellas, las familias de dos alcaldes republicanos.

 

"Hemos comenzado a tomar muestras sobre todo de los familiares directos de las víctimas. No podemos perder esa información porque no sabemos lo que tardarán en poder exhumarse las demás fosas. Dependerá del interés y la velocidad de las administraciones que se han comprometido a subvencionar las exhumaciones. Ellos son los que se tienen que dar cuenta de que cada vez quedan menos testigos directos y cada vez va a ser más difícil identificar a las víctimas. Si las Administraciones quieren dejar morir el proceso, es decisión suya", critica Javier Iglesias. 

"Llevamos meses recibiendo de forma constante a familias que vienen al cementerio con la misma pregunta: He ido al registro y no encuentro nada pero sé que mi familiar fusilado está en Paterna. ¿Podéis ayudarme?", cuenta Inma Herranz, restauradora de Arqueo Antro cargando una carretilla de tierra con la que el equipo rellena los huecos para restaurar las fosas excavadas. Sin dejar de trabajar, cargando decenas de carretillas, el equipo hace balance del caso.

"Lo que ha ocurrido aquí en Paterna es único: que las familias han visto la oportunidad de enterrar a los suyos con los que les están faltando y la cantidad tan grande de demandas que está habido crea la necesidad de actuar. En mi opinión y mi experiencia, habría que abrir el cementerio entero", añade Javier Iglesias. 

La asociación de familiares de la causa de Benifaió estudia la posibilidad de pedir una nueva subvención para abrir en 2018 la fosa 74, contigua a la 82, por si el testimonio familiar pudiera haber diferido en unos metros. "Es el último cartucho que nos queda", decía Eduardo Ortuño. 

El presidente de la asociación, va más allá: "El gobierno debería dar vía libre para abrir todo el cementerio de Paterna. Crear un banco de ADN de identificación es fundamental porque los hijos se nos están muriendo. Hasta ahora estamos abriendo a fases, a trompicones y deberíamos abrir de forma ordenada y sistemática. Todo esto debería estar protegido desde hace muchos años y míralo, está abandonado. Ningún gobierno ha tenido la ilusión por proteger, dignificar y organizar todo esto". 

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