Ferri: "Como militante del Bloc, en los últimos meses no he echado de menos la figura del portavoz"

VALÈNCIA. Con solo 25 años, Fran Ferri (Canals, 1984) demostró su dotes para llegar lejos en la política. Proveniente del activismo LGTBI, en 2009 se alzó con la batuta de Bloc Jove, la sección juvenil de la formación con más peso dentro de la coalición Compromís.

Desde ese puesto, y junto con otros jóvenes como el ahora conseller Vicent Marzà o la actual coordinadora nacional del Bloc Àgueda Micó, formó parte del denominada G-7 de los valencianistas. Es decir, el grupo de jóvenes que aspiraba a liderar el partido. 

Fruto de los juegos internos, parte de antiguos dirigentes como Enric Morera se alinearon con el denominado sector renovador que integraba Ferri. Con Micó de candidata, consiguieron, pese a pactar una candidatura de unidad con el ya dimitido Rafael Carbonell, hacerse con las riendas del Bloc. Y Ferri, como síndic, se ha convertido en uno de los referentes del partido más valencianista de la UTE electoral. Con la cooperativa política con varios puntos a resolver -el reglamento de primarias o el encaje de los adheridos-, este joven ingeniero reconvertido en político responde las preguntas de Valencia Plaza.

[Primera parte de la entrevista: Fran Ferri: "No debemos hacernos ilusiones con la promesa de Montoro"]

-Aunque aún falta poco menos de dos años para las elecciones de 2019, en Compromís ya han surgido los primeros roces por la elaboración del reglamento de primarias. ¿Teme que se repita el conflicto de la otra vez? 
-Creo que en Compromís los conflictos forman parte de nuestra manera de funcionar. Encima somos de los que los llevan hasta el último momento, haciendo esperar a los periodistas hasta última hora de la madrugada para hacer las noticias del día siguiente, pero eso me asustaba hace unos años. Ahora ya me estoy acostumbrando, forma parte de nuestra idiosincrasia. 

-¿Por qué sistema apuesta usted?
-El modelo de primarias que dibujamos en 2011 fue un éxito. Participaron más de 40.000 personas en la Comunidad Valenciana, personas que no era militantes, ni tan siquiera simpatizantes, sino gente de la calle que elaboraron nuestras listas. Eso hizo que a día de hoy tengamos un grupo parlamentario plural, diverso. No me esperaba que un grupo que fuese fruto de unas primarias, resultara tan bueno. Llegamos a muchos acuerdos y no tenemos tantos problemas como han tenido otros partidos como Ciudadanos, que no hace primarias, o Podemos, que sí las hace pero han vivido un proceso con mucha división. El modelo de primarias de Compromís en 2011 fue ejemplar y creo que es una buena base de cara a las primarias que deberemos afrontar en 2019. Por lo que creo que no debería haber más problema que coger aquel modelo y volverlo a aplicar. Siempre se pueden mejorar pequeños errores que pudimos comprobar en aquel momento, pero para mí no sería problemático aplicarlo.

-En la coalición, los llamados adheridos, es decir, que no se integran en ninguna de las tres formaciones que componen la UTE electoral (Bloc, Iniciativa y Verds-Equo), han pedido igualdad de trato. De hecho, usted firmó su manifiesto crítico. ¿Por qué solución apuesta?
 -Yo siempre he dicho que Compromís necesita hacer un congreso. Eso no quiere decir que salgamos todos de ahí siendo un partido, una federación, o cualquier otra cosa. Pero sí serviría para que la gente decidiera lo que queremos ser, hacia dónde queremos ir. Que todas las cuestiones que piden los adheridos, que son legítimas, pudieran ser atendidas. Por eso firmé el manifiesto y he dicho muchas veces que debería celebrarse un congreso. No obstante, yo no soy el único actor que tiene Compromís, el resto de miembros deberían aportar su solución. 

-¿La conversión de Compromís en una federación sería una solución a los problemas actuales? 
-La conversión en una federación es lo que legalmente está estipulado. La fórmula de coalición electoral sólo sirve para unas elecciones porque la coalición estable que nosotros tenemos ahora mismo no está regulada por ninguna ley, por eso nos dificulta algún que otro trámite con la Administración del Estado o la valenciana. La federación es la única que está regulada y que daría más garantías jurídicas. Pero no pienso que sea la única solución. Creo que hay muchas, siempre y cuando nos comprometamos a cumplir aquello que determinemos.

-¿Cree que será un proceso ineludible, pese a la oposición de los otros socios de como la denomina Enric Morera cooperativa política?
-Las cooperativas también se asocian en federaciones, pero tampoco quiero que parezca que estoy a favor de la federación, porque para mí una fórmula ideal es un partido o un ente en el que todos tengamos los mismos derechos, y ahora mismo parece que no es así. Que ese modelo se llama de una manera u otra, me da igual.

-¿Hasta cuando el Bloc va a dejar de asistir a las ejecutivas permanentes de la coalición? 
-No lo sé. No formo parte de la Ejecutiva del Bloc y son cuestiones que se me escapan. No estoy en el día a día de esa decisión ni sé bien hasta cuándo se mantendrá.

-Con la marcha de Rafa Carbonell, el denominado sector crítico del Bloc se ha quedado sin líder y no se ha cubierto su cuota al frente del partido. ¿Está previsto un reemplazo?
-Creo que en los últimos meses se ha demostrado que cubrir ese lugar tampoco ha sido tan necesario. El partido ha seguido funcionando correctamente. Pero aun así entiendo que algunos quieran aprovechar ese espacio que ha quedado vacío. Son cuestiones que competen a la Ejecutiva del Bloc y deberán decidir si cubrir ese puesto o no. Me consta que hay propuestas como la de Bloc i País, pero como militante del Bloc, en los últimos meses no he echado de menos la figura del portavoz.