VALENCIA. "¡Fuego, fuego!". Estos gritos se escucharon este viernes en las entrañas del Palau de la Generalitat. Rápidamente, las en torno a 50 personas que trabajan en la sede central del Gobierno valenciano fueron abandonando las instalaciones hasta situarse en un lateral del edificio, casi en el centro de la Plaza de Manises.
Tras el bullicio inicial, fuentes de Presidencia aclararon a este diario que se trataba de un simulacro. "El primero que se hace", aclaraba un alto cargo después de salir del Palau y reunirse con sus compañeros en el punto indicado.
El sistema de evacuación establecido para el edificio donde tiene su despacho el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, incluye la designación de un responsable por planta para este tipo de emergencias. Así, estos trabajadores tienen la misión de comprobar los diferentes despachos además de los baños para confirmar que ningún compañero se queda atrás antes de salir del piso donde trabajan. O lo que es lo mismo, tienen la responsabilidad de ser los últimos en abandonar el barco.
El jefe del Consell, Ximo Puig, no se encontraba presente a la hora del simulacro. "Imposible que le cogiera aquí, con la agenda tan apretada que tiene", comentaba uno de los trabajadores del Palau. No obstante, uno de los últimos, sino el último, en abandonar el emblemático edificio fue precisamente el jefe de Gabinete del presidente, Arcadi España, pese a que trabaja en la primera planta del Palau, la misma que el presidente.