Al respecto, el presidente de FVET, Carlos Prades, explica que actualmente solo existen dos puntos de acceso al área industrial, por el polígono del Oliveral o por el de Loriguilla, en los que se encuentran rotondas que "obstaculizan, más si cabe, el tráfico". Así, señala que hay vehículos que entran y salen al día hasta diez veces, con retenciones de, como mínimo, 15 minutos cada vez que intentan acceder.
El atasco se intensifica especialmente en tres franjas horarias: entre las 8 y las 9.30 horas, las 13.30 y las 15 horas y a partir de las 17 horas momentos en las que la afluencia de camiones se junta con el comienzo o el fin de la jornada laboral. Las retenciones llegan a su máximo exponente cuando en puentes, festividades o en la operación retorno cortan el tráfico para los camiones en la A-3.
"LAS RETENCIONES IRÁN A MÁS"
En ese sentido, destaca que el área industrial de Riba-roja es una zona "muy importante" por su ubicación, que acarrea "un gran volumen" de operativas de transporte vinculadas con el Puerto de València o grandes centros logísticos que allí se encuentran. La previsión es que el área siga creciendo y, por tanto, se incremente el tráfico de vehículos.
Mientras se resuelven las licitaciones pendientes para mejorar los accesos, la Federación Valenciana de Empresarios del Transporte y la Logística está trabajando en propuestas concretas para evitar la congestión, que supone pérdidas económicas para las empresas de transporte y para las propias empresas situadas en los polígonos, además de un menoscabo a la competitividad del área industrial.
"El transporte pesado necesita poder tener vías de acceso fluidas para entrar y salir del conglomerado logístico. Estamos trabajando con las autoridades tanto municipales como autonómicas para poder resolver esta situación", concluye el presidente de FVET.
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