VALÈNCIA (EP). La ministra de Sanidad, Mónica García, quien este jueves ha presidido la reunión del Consejo de Empleo, Política Social, Sanidad y Consumidores (EPSCO), ha señalado a su entrada que entre los objetivos se encuentra de avanzar en la salud mental y en la reforma farmacéutica de la Unión Europea, así como dar la bienvenida a la delegación belga.
"La mejora de la salud mental no solo es un imperativo individual, también es un imperativo social y económico. No podemos pensar en construir el futuro de la unión sobre proyectos de vida que duelen. Así es. Hoy la vida le duele a muchos ciudadanos de los estados miembro. Ya antes de la pandemia los problemas de salud mental afectaban a aproximadamente uno de cada seis ciudadanos. Las consecuencias de esta situación son nefastas", ha señalado en su discurso de apertura.
Al respecto ha destacado la importancia de los consensos adquiridos, algunos tan importantes como la necesidad de implementar un enfoque de la salud mental que abarque todas las políticas y que reconozca los determinantes sociales, ambientales y económicos de la salud mental. También en la tarea de volcarse en la prevención y detección temprama del suicidio y la mejora de los sistemas y servicios de salud mental para que respondan mejor a las necesidades de los ciudadanos.
En definitiva, ha afirmado, es necesario "abordar con urgencia" esta materia como una parte fundamental para "conseguir vidas más plenas, productivas y felices". "Vidas, en una palabra, mejores", ha añadido confiada en que los debates y reuniones de trabajo han enriquecido el borrador inicial, con algunas aportaciones que a esta Presidencia le parecen claves como prevenir el uso de la polifarmacia cuando sea posible o la relación de la inteligencia artificial con la salud mental.
La ministra ha cerrado su discurso agradeciendo a todas las delegaciones su "labor constructiva" en la preparación de las Conclusiones y confiando en que los estados Miembros puedan proceder con la adopción formal de un texto que, como ha explicado, ya ha sido motivo de estudio en tres reuniones del Grupo Salud Pública y refrendado por el Comité de Representantes Permanentes el 17 de noviembre.
Antes de entrar al encuentro, señalaba su esperanza a que "se avance hacia una Europa de la salud", donde "la salud mental tiene que estar en el centro" de las políticas; y a que la jornada fuera "todo lo fructífera que han sido todos estos seis meses de trabajo". Durante estos meses, ha señalado que se ha hablado de una salud mental "integral", en la que se valoren los determinantes sociales de la salud mental desde muchos puntos de vista.
"Ha habido bastante consenso y se ha puesto encima de la mesa, yo creo que es muy importante que se siga avanzando durante los próximos meses en este tema, y que se vea la salud mental como un problema integral, en el que todos los Estados miembros podamos ir trabajando e ir poniendo encima de la mesa no solamente los diagnósticos sino las posibles soluciones", ha afirmado en declaraciones a los medios.
En cuanto a la estrategia futura, ha señalado que esta diseñada desde tres puntos de vista: la precariedad laboral, la juventud, y las adiciones. De estos tres puntos ha destacado la parte referente a la salud mental de los más jóvenes, ya que "la juventud es una de las más azotadas por esta pandemia de la salud mental", y así se lo ha trasladado al Consejo Europeo.
En cuanto a la reforma farmacéutica de la Unión Europea, García espera que se lleguen a acuerdos, aunque "también que la siguiente delegación se haga cargo de este tema".