CASTELLÓ. Los costes del gas, la electricidad y los derechos de emisión se comieron en 2021 algo más de uno de cada cinco euros que facturó el sector azulejero. Entre estas tres variables suman un montante de 1.005 millones de euros, mientras la industria española fabricante de revestimientos y baldosas vendió producto por valor de 4.855 millones, según las cifras de la patronal Ascer.
Todo ello se debió a la espiral inflacionista que atenaza la coyuntura mundial y especialmente a los costes de la energía, y sin tener en cuenta otros factores, como el aumento de precio de las materias primas o los fletes marítimos. Esta coyuntura ha provocado una pérdida de competitividad de la principal industria castellonense "y amenaza a su viabilidad económica", señalan desde Ascer.
Los datos los extrae la patronal azulejera de una encuesta interna entre sus asociados, que ha plasmado en un informe demoledor. Según este documento, la factura energética sectorial aumentó en 2021 un 126% hasta alcanzar los 939 millones de euros, es decir 524 millones más que en el año anterior.
El mayor incremento viene derivado del precio del gas, algo lógico porque este es el principal input energético en la industria azulejera. Así, toda vez que su precio creció de media para las empresas un 91% y el consumo del sector aumentó hasta los 17 teravatios hora (TWh), la factura se incrementó en un 142%. Con ello, pasó de los 280 millones de euros que los fabricantes azulejeros pagaron en 2020 a los 678 millones que debieron abonar el año pasado.
En cuanto a la electricidad, el precio subió, de media, un 50% para las empresas cerámicas, con una factura global para el sector de 261 millones de euros. El incremento definitivo fue así del 94% respecto al ejercicio de 2020, ya que también aumentó el consumo.
A estas cifras hay que sumar además los pagos por los derechos de emisión, cuya factura sectorial se multiplicó casi por 6. Así de los 11,11 millones de euros que los fabricantes de revestimiento abonaron en 2020 se pasó a 66 millones en 2021. Aunque es cierto que el precio medio por tonelada de los derechos de emisión no creció tanto (se duplicó desde los 24,75 euros de 2020 a una media de 53,5 en 2021), los derechos gratuitos asignados al sector cayeron un 190%, por lo que las empresas debieron adquirir más, y esto elevó su factura.
Y todo ello pese a las inversiones del sector para mejorar su eficiencia energética. No en vano, en 2021 se redujo el consumo de gas un 6% por cada metro cuadrado producido; y el de electricidad, un 8%, apuntan desde Ascer. Además, esta mejor eficiencia en los hornos llega acompañada de grandes inversiones, por ejemplo en plantas fotovoltaicas sobre tejado. Con ello, la generación de energía eléctrica a través de plantas solares de autoconsumo aumentó un 50% y la cogeneración incrementó su producción un 17%.
En esta situación, el secretario general de Ascer, Alberto Echavarría, remarca que desde el sector y el resto de la industria gasintensiva consideran que son "numerosos los esfuerzos para poner coto al precio de la electricidad y escasas las propuestas para solucionar el problema de base, que es el precio del gas".
Con los costes de nuevo en aumento debido a numerosas cuestiones, entre ellas la guerra de Ucrania, Echavarría destaca que el sector cerámico "no puede soportar esta situación de incertidumbre y se pone a disposición del Gobierno de España y del de la Comunitat Valenciana para explorar todas las soluciones que permitan dar un contexto cierto y razonable a todos los consumidores gasintensivos".