VALÈNCIA. La Generalitat Valenciana no tiene previsto realizar ningún tipo de cambio sobre el modelo de examen de la Oferta Pública de Empleo (OPE) de estabilización que busca reducir a un 8% la temporalidad en la Administración valenciana. Las pruebas serán exactamente idénticas a las que se celebran en cualquier proceso selectivo de acceso a la Función Pública, en contra de lo que demandaban los sindicatos a la Conselleria del ramo que dirige Gabriela Bravo.
La semana pasada, el departamento gobernado por los socialistas se reunió con las organizaciones sindicales para exponerles todos los detalles sobre estas pruebas. En concreto, para lograr una de las 574 plazas que el Gobierno valenciano reservó para consolidar a través de concurso-oposición, cuya convocatoria todavía no ha sido publicada a diferencia de las otras 2.514 plazas que completan el plan para reducir la tasa de interinos en la Generalitat y que se adjudicarán mediante un concurso de méritos. Es decir, en la que los aspirantes no deberán presentarse a ningún examen porque solo se tendrá en cuenta la experiencia que tengan, titulación y formación.
Las expectativas que tenían los sindicatos respecto a ese más de medio millar de plazas que se otorgarán por concurso-oposición se esfumaron el pasado viernes de un plumazo. Las organizaciones demandaban que la Generalitat realizara ciertas concesiones en las pruebas selectivas, dado que se trata de un proceso extraordinario. Pedían, por ejemplo, reducir el temario de las pruebas o que las respuestas erróneas en los exámenes, que serán eliminatorios, no descontasen puntuación. Pero no será así.
Los exámenes serán iguales para todos los aspirantes que se presentan a cualquier oposición: un examen tipo test para cada una de las categorías que se convoquen; las preguntas erróneas penalizarán con una proporción de un tercio -cada respuesta incorrecta, restará un tercio de una correcta-; la nota necesaria para superar el examen es de un 50%, o lo que es lo mismo, sobre una puntuación de 10 es exigible un 5 para pasar a la fase de concurso de méritos porque es eliminatoria. De lo contrario, no continuarán en el proceso. Además, no habrá reducción de temario de ningún tipo, por lo que la materia que deberán estudiar todos los interinos que opten a estas plazas será la misma que la que han debido prepararse los estudiantes de las OPEs de 2017, 2018 y 2019, ahora en marcha.
La única diferencia entre esta OPE de estabilización y las oposiciones en marcha de los años señalados radica en que las escalas más altas -A1 y A2- solo deberán enfrentarse a un ejercicio único, cuando ambos grupos debían desarrollar dos ejercicios en las OPEs ordinarias.
La previsión, ahora, es que la Generalitat publique la convocatoria la tercera semana de diciembre. En ella se especificarán tanto las categorías de las plazas de turno libre (574) como las de promoción interna (739). Además, a diferencia del concurso extraordinario de méritos de esta OPE (el que contempla 2.514 plazas), en este proceso no habrá cita previa para inscribirse, sino que directamente los aspirantes podrán hacerlo en la que desee apuntarse.
El enfado entre las organizaciones sindicales por esta decisión es unánime, ya que consideran que al ser un proceso 'vinculado' a la otra convocatoria en la que solo se tendrán en cuenta los méritos, "debería facilitarse la superación de la fase de oposición para las personas a las que va dirigido". Una concesión que no se dará, pues la Constitución Española señala que el acceso a la Función Pública debe regirse por los principios de igualdad, mérito y capacidad, y realizar esta prerrogativa supondría vulnerarlo.
Una cuestión a tener en cuenta, dado que aunque se trate de un proceso específico por la interinidad que tiene la Administración valenciana, la convocatoria es abierta a todos los ciudadanos y, de hecho, las 574 plazas son ofertadas en turno libre y no en promoción interna.
Los sindicatos también denuncian que el sistema diseñado "perjudica a la promoción interna" porque es "demasiado exigente y poco sensible con la situación de los aspirantes a promocionar", según expone UGT-PV en un comunicado.
Esta organización, además, explica que la Generalitat "no cumplió con el acuerdo de estabilización en las OPEs de 2017, 2018 y 2019 debido a la dificultad de los exámenes o a la falta de reducción de temario". Algo que esperaban que compensara o subsanara en esta convocatoria, pero "en lugar de ello, insiste aplicando el mismo sistema", acusan, por lo que entienden que con todo esto el Consell demuestra una "falta de voluntad política para orientar estos procesos a las personas afectadas".
Mientras tanto, el proceso para inscribirse a la otra convocatoria en la que solo se tendrán en cuenta los méritos sigue abierta. Los inscritos, como ya adelantó este diario, sextuplica el número de plazas ofertadas, por lo que no todas las personas apuntadas lograrán consolidar su puesto. Las cifras, además, exponen cuál es la tasa actual de interinidad de la Administración valenciana.