La asociación señala el "escandaloso vacío" en su programación y el freno a la colección de arte contemporáneo
VALÈNCIA. Que el Centre del Carme (CCCC), sede del Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana (CMCV), está en crisis no es ningún secreto. Hace ahora un año que el organismo iniciaba una nueva etapa, no sin polémica, con la destitución de su anterior gerente, José Luis Pérez Pont. La Conselleria de Cultura, entonces liderada por Vox y ahora por el Partido Popular, pusieron sobre la mesa un cambio de modelo en su gestión con la designación a dedo de Nicolás Bugeda como gerente y la promesa de creación de una plaza para la dirección artística que saldría a concurso, puesto que un año después no ha sido creado. En estos meses, además, el proyecto cultural se ha ido diluyendo con la ruptura de relaciones con distintas citas que encontraban en el CCCC su aliado y la suspensión de numerosas exposiciones, dejando su oferta bajo mínimos, un hecho que no está pasando desapercibido entre el público y los profesionales del sector.
“Hay un hecho de una profunda gravedad y es que, una vez agotada la previsión de actividades para el presente año, ejecutada solo en parte, en estos momentos se acusa un escandaloso vacío en la programación del CCCC”. Estas palabras las firma Gestió Cultural, la asociación valenciana de profesionales de la cultura, en un comunicado en el que afea a la Conselleria de Educación y Cultura, liderada por José Antonio Rovira, la gestión de un organismo que se había posicionado en pocos años “como referente de centro cultural tanto dentro como fuera del territorio español” y que ahora se encuentra suma problemas.
“Esta trayectoria se vio interrumpida abruptamente, llevándose por delante la vida cultural ‘de proximidad’ de miles de ciudadanos y ciudadanas valencianas y, lo que es igual de indignante, proyectos en curso tanto de producción artística como de comisariado en los que ya se había invertido tiempo y dinero y que, tristemente, parece cada vez más difícil que vean finalmente la luz. Un buen número de artistas, curadoras, productores y gestoras han quedado paralizados, sin saber si pueden seguir adelante con los trabajos que estaban preparando”, reza el texto remitido por la asociación.
Cabe recordar que son casi una decena las exposiciones que han sido suspendidas en los últimos meses en el centro, la mayoría fruto de convocatorias abiertas, proyectos que aun hoy siguen en el aire. Preguntados por este diario en distintas ocasiones, desde la Conselleria de Cultura se limitaron a decir en un primer momento que los cambios respondían a “motivos de carácter técnico y ajustes en la programación”. Meses después, el gerente del Consorci, Nicolás Bugeda, señalaba que la causa eran “irregularidades” en las convocatorias y la falta de mantenimiento en las salas, un nuevo relato que también ha cambiado con respecto al futuro de las exposiciones.
Y es que, si bien desde la Conselleria de Cultura se trató en un primer momento de minimizar la situación asegurando que se iban a reprogramar los proyectos, la pasada semana Bugeda lo ponía en duda, justificándolo con el cambio de rumbo provocado por la Dana. “[Reprogramar] era el plan, intentar pasar estas exposiciones en los ejercicios sucesivos, pero bien es cierto que en estos momentos todo ha cambiado”, señaló a preguntas de este diario.
“Nos preguntamos si la razón de esta parálisis es quizás que el Centro del Carmen no tenga al frente a un profesional de la gestión cultural y que su dirección artística esté descabezada actualmente, aunque esté cubierta ‘en funciones’ por dos personas pertenecientes al equipo anterior”, reflexionan desde la asociación. Pero este año perdido en el Centre del Carme va más allá de la gestión y las propuestas expositivas, una crisis que también pasa por el impulso de una colección de arte contemporáneo cuyo desarrollo está ligado desde su inicio al Consorci de Museus y cuyas compras siguen paralizadas, “lo cual contribuye al empobrecimiento de un sector ya de por sí bastante precario”.
Esta “falta de políticas culturales confeccionadas y conducidas por auténticos profesionales de la cultura” y “falta de valoración de la profesión de gestor o gestora cultural”, señalan desde Gestió Cultural, no solo pasa por el presente del Centre del Carme, en todo caso. También el Institut Valencià d’Art Modern (IVAM) lleva meses inmerso en una polémica transición, tras la salida de Nuria Enguita y puesta en marcha de un concurso de selección de director que todavía no se ha resuelto, o el Institut Valencià de Cultura (IVC), que tiene vacantes las direcciones adjuntas de Música y Audiovisual tras la destitución de María Fuster y Joan Cerveró.
En estos días también el Teatre el Musical (TEM), en este caso dependiente del Ayuntamiento, se quedará sin director, plaza que será cubierta por un funcionario tras aplicar un cambio en la fórmula de gestión que fue iniciado en la anterior legislatura, una fórmula que desde la entidad señalan que “no suele atender a la protección del perfil de gestión cultural y a la diversidad que este implica, primando, sin exigir proyecto, el nombramiento de miembros de personal funcionario que no siempre tienen el conocimiento suficiente del sector cultural en su conjunto para poder confeccionar programaciones con fundamento”.
“Es urgente que los cargos directivos en cultura sean ocupados por profesionales que estén capacitados para ofrecer a la ciudadanía una programación cultural diversa y de calidad, que contemple todos los aspectos de una realidad tan rica como la contemporánea”, señala la asociación de gestores culturales, en el que es un nuevo comunicado que se suma a un extenso listado de voces que se han alzado, especialmente en las últimas semanas, contra la gestión de la Conselleria de Educación y Cultura de José Antonio Rovira en el contexto de la Dana.
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