Globalvía ha comunicado el cierre de esta operación -la toma de un 24% de la sociedad Ilsa, que explotará el servicio con la marca Iryo- tras obtener todas las autorizaciones administrativas que requería para formalizar su entrada en el capital de Iryo sin desvelar la cifra económica, si bien los analistas la valoraban en unos 200 millones de euros cuando se dio a conocer el acuerdo de compra.
Hasta ahora, el accionariado de la empresa estaba controlado en un 55% por Air Nostrum y en un 45% por Trenitalia, el operador público de Italia controlado al 100% por el Ministerio de Economía de ese país. Tras esta operación, el paquete del 55% estará ahora dividido en un 31% para los socios de Air Nostrum encabezados por Carlos Bertomeu y otro 24% para Globalvía, pasando el Estado italiano a ser el mayor accionista.
La venta de una parte de su participación mayoritaria en Iryo estaba prevista por los accionistas valencianos desde que se aliaron con Trenitalia para poner en marcha la compañía de alta velocidad, dado que la alta capacidad de financiación exigida por el proyecto hacía necesario buscar otro socio.
Globalvía ya intentó entrar en alta velocidad
A Renfe, con capital 100% público español, le han salido tras el proceso de liberalización ferroviaria dos competidores cuyos mayores accionistas son los Estados francés e italiano. Por un lado Ouigo, de la operadora francesa pública SNCF, y por otro Iryo.
Además, Globalvía, que nació en 2007 para unir bajo un solo grupo todos los activos concesionales de FCC y Caja Madrid, pasó a ser controlada en 2016 por tres fondos de pensiones de Canadá, Países Bajos y Reino Unido.
Globalvía ya intentó hacerse con algunas de las rutas en el proceso de liberalización que abrió Adif en 2019. Se asoció con Moventia pero no logró ningún surco. También compitieron la firma andaluza Eco Rail y el grupo formado por Talgo, Globalia y el fondo Trilantic.
"Formar parte del mayor operador ferroviario privado español refuerza nuestro compromiso con las nuevas formas de movilidad en los países donde operamos. Nos proporciona una visión mucho más panorámica de la gestión de infraestructuras de transporte, y valor añadido para avanzar e innovar en cada una de ellas. Después de la pandemia, la alta velocidad ferroviaria será un elemento esencial para una movilidad sostenible, en la que esperamos avanzar junto a nuestros socios con vocación de largo plazo", ha señalado el consejero delegado de Globalvia, Javier Pérez-Fortea.