Foto: EDUARDO MANZANAVALÈNCIA. La empresa de infraestructuras de transporte Globalvia pagó 39,1 millones de euros por la adquisición de un 24% del capital de Intermodalidad de Levante SA (Ilsa), la sociedad valenciana formada por los dueños de Air Nostrum y la italiana Trenitalia para el negocio ferroviario de alta velocidad, que explotan con la marca Iryo. Esto supuso valorar el 100% de la compañía en ese momento en 163 millones de euros.
Una operación con la que los socios de la aerolínea valenciana se anotaron un beneficio de 21,5 millones de euros, según consta en las cuentas anuales de la sociedad a través de la cual participan en Ilsa, Operador Ferroviario de Levante, depositadas en el Registro Mercantil.
La operación se cerró dos meses antes de que el nuevo operador ferroviario Iryo comenzará a circular sus trenes y competir con Renfe y la francesa Ouigo en España. Hasta ese momento, el accionariado de la empresa estaba controlado en un 55% por los socios de Air Nostrum y en un 45% por Trenitalia, el operador público de ferrocarril en Italia controlado al 100% por el Ministerio de Economía de ese país.
Tras esta transacción, los socios de Air Nostrum, encabezados por el empresario valenciano Carlos Bertomeu, se quedaron con el 31%, mientras que Globalvia pasó a ostentar el 24% del capital y el Estado italiano se convirtió en el accionista mayoritario con el 45%. Lo cierto es que la entrada de un tercer socio en Ilsa era algo previsible, ya que los socios valencianos habían dejado clara su intención de vender un porcentaje de su particación dada la alta exigencia de financiación mediante desembolsos de capital exigida por el proyecto.
Así, según consta en las cuentas anuales de Globalvia, el 4 de febrero de 2022 se firmó el contrato de adquisición de ese 24% de Ilsa y, un día después, se procedió al desembolso pactado por un importe total de 39,1 millones de euros.
Tras la entrada de Globalvía, se llevaron a cabo dos ampliaciones de capital que cada uno de los socios afrontó en la proporción de su participación. La primera fue de 12 millones de euros, de los que la compañía aportó 2,8 millones de euros, mientras que la segundo rozó los 20 millones: 4,7 millones desembolsados por Globalvia.
En total, 32 milllones de los que los socios de Air Nostrum desembolsaron 9,92 millones, y Trenitalia, los 14,4 millones restantes.
Globalvia, que nació en 2007 para unir bajo un solo grupo todos los activos concesionales de FCC y Caja Madrid, pasó a ser controlada en 2016 por tres fondos de pensiones de Canadá, Países Bajos y Reino Unido.
Ilsa registró 4,8 millones de euros de ingresos por billetes a finales de 2022. Esta cifra de negocio se ha dado tan solo con la puesta en marcha de los trayectos Madrid Atocha y Barcelona Sants y de Madrid-Charmartín a Valencia Joaquín Sorolla, según recogen las cuentas de Intermodalidad de Levante SA.
Fue el 25 de noviembre de ese año cuando se activaron doce trayectos diarios entre Madrid-Atocha y Barcelona-Sants bajo su marca comercial Iryo. Desde el 16 de diciembre de 2022 las rutas se incrementaron con cuatro trayectos adiciones diarios entre Madrid-Chamartín y Valencia-Joaquín Sorolla. Su facturación durante el pasado año corresponde a la venta de 128.000 billetes vendidos, mientras que los resultados que se arrojan son negativos, tanto el pasado año como los anteriores a su constitución.
En el caso de 2022, las pérdidas fueron de 25 millones de euros, con resultados que tienen su origen en los costes incurridos, sin naturaleza de capitalizables, en el proceso de inicio y puesta en marcha de la explotación de las rutas adjudicadas en el acuerdo marco. En 2023, la compañía también ha conectado Madrid con Sevilla, Málaga y Alicante, por lo que se espera un incremento de facturación para el próximo de manera exponencial.
