ALICANTE. La Asociación de Empresarios Textiles de la Comunidad Valenciana (Ateval), que representa a 325 empresas de las tres provincias, se ha convertido en el segundo clúster textil de todo el mundo en obtener la certificación Gold Label, que concede la European Secretariat for Cluster Analysis (ESCA). Se trata del nivel más alto en una certificación que reconoce la excelencia en la gestión de los clústeres en todo el mundo, y que en España solo poseen seis asociaciones empresariales contando a Ateval, que es la primera valenciana en conseguirla.
La obtención de esta distinción, que evalúa de forma independiente el desempeño en 31 indicadores centrados en el servicio a las empresas asociadas del clúster, no solo es un espaldarazo a la gestión del equipo de Ateval, formado por quince personas, sino que tiene también consecuencias prácticas muy interesantes. Según explican el presidente de Ateval, Pepe Serna, y su gerente, Salomé Beneyto (que lidera al equipo que ha conseguido la certificación), "la Gold Label nos ayuda a consolidarnos para participar en proyectos europeos, en los que nuestra presencia ha aumentado considerablemente en los últimos años, de hecho, en estos momentos formamos parte de 10 proyectos de distintas convocatorias europeas. Esta certificación nos hace más elegibles como partner y nos abre puertas para estar en consorcios".
El camino hacia la Gold Label de ESCA, de hecho, se inició como consecuencia de la participación de Ateval en proyectos europeos durante la pandemia. El covid "nos obligó a mejorar nuestra organización, y a poner orden en muchas cosas que ya estábamos haciendo", explica Beneyto. "Conocimos a la certificadora, se interesaron por nuestro trabajo y nos presentamos". A partir de ahí, Ateval dispuso de ocho meses para prepararse y luego se sometió a una auditoría exhaustiva durante dos días, en los que los auditores valoraron esos 31 indicadores. El resultado fue tan positivo que Ateval obtuvo un 90% (para conseguir la Gold Label es necesario al menos un 80%).
"Hay muchas asociaciones con la etiqueta plata, pero con la oro no hay tantas", destacan Beneyto y Serna. "Tú eliges el escalón en el que quieres estar, pero luego hay que cumplir". Y hay que tener en cuenta que el citado 90% es un magnífico resultado, porque "nadie obtiene el 100, por muy bueno que sea, porque la ESCA considera que siempre hay margen de mejora". Y esa es otra consecuencia positiva que se lleva Ateval de esta certificación, conocer dónde puede mejorar para seguir prestando un servicio excelente a sus asociados.
Hasta ahora, en España solo había cinco clústers con la Gold Label de ESCA, dos en el País Vasco y tres en Cataluña. Ahora Ateval se convierte en la primera de la Comunitat Valenciana, con el ánimo de generar un efecto arrastre y servir como punto de partida para poner a la industria valenciana en el mapa. "Cuando uno piensa en clústers innovadores se va a País Vasco, Galicia, Cataluña... para nosotros es un hecho relevante poner la calidad de los clústeres de la Comunitat en el punto de mira". El textil valenciano, en este sentido, está formado por 1.458 empresas, con una cifra de negocios de 2.010 millones de euros y 1.041 millones de exportación que actualmente da empleo directo a 21.760 trabajadores.
Serna y Beneyto destacan el trabajo realizado por el equipo de Ateval, formado por quince personas en total. "La certificación es una forma de demostrar el trabajo bien hecho, un orgullo, y ha sido posible gracias al equipo que tenemos detrás, que ha hecho un enorme esfuerzo para acoplarse a los estándares" necesarios. "Además, la certificación te propone dónde puedes mejorar, porque siempre hay margen, y vamos a seguir trabajando para que nuestras empresas puedan seguir estando orgullosas de la asociación que las representa".
La auditoría, de hecho, se llevó a cabo a través de la revisión de cada uno de los indicadores establecidos y la documentación solicitada, así como a través de entrevistas con la gerente, Salomé Beneyto y el presidente, Pepe Serna, así como una selección de los miembros del equipo de la entidad entre los que figuran Julia Vercher, directora de Proyectos Europeos; María Reig, asistente de Dirección; Laura Santos, directora de Competitividad e Innovación, y Mónica García, responsable de Administración y Finanzas.
La ESCA una asociación con sede en Berlín que agrupa a más de 200 expertos en clústeres específicamente capacitados, de más de 30 países y gestiona los procesos de certificación. ESCA nació a raíz de la European Cluster Excellence Initiative (ECEI), promovida en 2009 por la Comisión Europea para apoyar a organizaciones dedicadas a mejorar sus capacidades en la gestión de clústeres. Aunque la entidad es europea, la certificación que otorga (con una validez de dos años) es de ámbito mundial. Ateval se suma así al selecto club de 134 organizaciones que en todo el mundo poseen la Gold Label en estos momentos.
La Asociación de Empresarios Textiles de la Comunidad Valenciana, fundada en 1977, fue la primera asociación en España inscrita en el Depósito de Estatutos de la Oficina del Ministerio de Trabajo. Desde entonces, ha evolucionado junto con el sector y ha pasado de ser puramente una patronal a una organización tipo clúster y agente relevante a nivel nacional, agrupando a la mayoría de las empresas textiles del territorio. Su principal objetivo hoy es ayudar a las empresas del clúster a ser más competitivas: para ser más eficientes en su modelo de negocio, para ahorrar costes, para asegurarse de que tienen asesoramiento profesional, y ofrecer apoyo institucional y comercial.
En este sentido, trabajan codo con codo con los directivos de las empresas, que están implicados en diversos grupos de trabajo que miran al futuro y fomentan la innovación continua. La entidad también actúa como nexo entre diversos agentes económicos en la región e internacionalmente. Prueba de ello es uno de los casos de éxito: Ateval lideró el cambio estratégico hacia los textiles sanitarios de forma rápida, dando solución a la demanda de la sociedad. Por otro lado, la organización está liderando la innovación hacia nuevos y crecientes negocios como el segmento de los textiles inteligentes.