MADRID (EP). Goldman Sachs apuesta por que el Gobierno central ofrezca una mayor autonomía a Cataluña como solución duradera al conflicto secesionista catalán, si bien ve como riesgos que las tensiones políticas continúen aumentando y esto dificulte avanzar por esta vía. En este sentido, el banco estadounidense asegura que la mayoría de los catalanes apoya una mayor autonomía sin necesidad de independencia, por lo que cree que el Gobierno central debería revertir las decisiones adoptadas en 2010, que limitaron la capacidad de actuación de la región, para que Cataluña abandone sus planes de secesión.
No obstante, indica que el referéndum se saldará con una mayoría del electorado a favor de la independencia, debido a que los que no apoyan la salida de la región probablemente participarán en menor medida frente a los que sí la apoyan. Respecto al impacto del referéndum del 1 de octubre sobre la renta variable española, Goldman Sachs opina que a medio plazo no tendrá prácticamente alcance, una posición que justifica por tres razones.
En primer lugar, el banco dice que el Gobierno central ya ha dicho que no reconocerá el resultado dado que la celebración del referéndum es inconstitucional. De igual forma, cree que el Ibex 35 no ha reaccionado de manera clara o consistente desde que surgió la cuestión catalana. Finalmente, apunta a que el mercado accionarial español ya se caracteriza por su bajo rendimiento al situarse como el segundo índice con peor comportamiento de la zona euro, solo por detrás del de Luxemburgo.
Por otro lado, Goldman Sachs, en su informe sobre España publicado este martes, apunta a que el país ha estado creciendo por encima de su tendencia potencial y superando los promedios de la zona euro desde 2014 cuando se embarcó en una fase de crecimiento virtuoso. Según la entidad, el escenario positivo en la economía española tiene que ver, además de por el repunte cíclico experimentado entre los Diecinueve, a las reformas emprendidas por el Gobierno durante la crisis soberana.
"Los recursos, que fueron asignados durante la crisis a sectores no competitivos de la economía, han sido redireccionados desde la construcción hacia sectores más comerciales; los hogares se han desapalancado -un proceso clave en la recuperación-; y los bancos prestan ahora en los mismos términos que el resto del sector en Europa, después de haberse producido una interrupción repentina de los flujos de crédito", apunta Goldman Sachs. Para concluir, señala que la economía de España está "en el camino correcto", de cuyo crecimiento se ha apoderado una creciente y autosostenida demanda interna. La demanda interna cayó debido a que las entidades habían reducido el acceso a fondos y los hogares aumentaron sus tasas de ahorro.
Tal y como apunta el banco, el mercado continúa absorbiendo la capacidad no utilizada, como sugieren los niveles de precios. Asimismo, señala que la economía sugiere que todavía hay potencial para expandirse en el próximo quinquenio. Lo mismo opina sobre la demanda, al apuntar que continuará creciendo debido a que el desempleo, que actualmente se sitúa en el 17%, se reducirá.
Por el lado de la oferta, cree que el mercado inmobiliario se desarrollará pero no como reflejo de la recuperación y no como apalancamiento como ocurrió en 2008. En relación al Producto Interior Bruto (PIB), Goldman Sachs apunta a una desaceleración de la economía, pero aún así será positivo. Así, pronostica que España terminará el actual ejercicio con un crecimiento de su economía del 3,1%, mientras que se situará en el 2,5% en 2018, 2,3% en el 2019 y 2,2% en 2020.