En concreto, la posición de Goldman Sachs en Indra está estructurada mediante un 1,291% en acciones directas y el otro 4,65% corresponde a distintos tipos de derivados financieros ('swap' y 'call/put option').
Por el momento, se desconoce si la participación de la entidad financiera ha sido construida por su cuenta o a petición de un tercero, es decir, como una forma de allanar la entrada o el aumento de la participación de algún inversor en el capital de Indra.
Cabe destacar que el tipo de derivados financieros que sostienen actualmente la participación de Goldman Sachs en Indra son similares a los que utilizó Morgan Stanley en Telefónica para facilitar la entrada de la operadora STC en el accionariado de la teleco española, es decir, se emplean en operaciones en las que las empresas que finalmente serán las poseedoras de las acciones utilizan intermediarios para establecer su posición.
En concreto, Goldman Sachs posee un paquete accionarial de 10,49 millones de acciones de la empresa española, cuyo valor de mercado en estos momentos ronda los 223 millones de euros, con los títulos de Indra intercambiándose en 21,25 euros en el parqué en torno a las 11.45 horas de la jornada bursátil de este martes.
En lo que va de mes la participación de Goldman Sachs en Indra ha registrado tres movimientos y la posición de la entidad financiera en la compañía española se ha situado en una horquilla entre el 3,571% y el 5,941% actual.
Hace casi un año la participación de Goldman Sachs en Indra llegó a situarse en el 8,354%, una posición que la entidad financiera mantuvo entre el 11 y el 24 de julio de 2023, fecha esta última en la que redujo su peso en la compañía española hasta el 2,336%.
En este contexto, cabe recordar que Indra cotiza en estos momentos en máximos históricos, un impulso en el parqué en los últimos meses que se ha visto apoyado por la presentación del nuevo plan estratégico de la empresa y por los últimos resultados publicados, entre otros factores.