El eurodiputado habla abiertamente de "guerra civil" en el postzaplanismo
VALÈNCIA. El eurodiputado del Partido Popular y exconseller Esteban González Pons ha sido el primer político del partido de la gaviota en hablar abiertamente de la guerra que dividió internamente uno de los partidos políticos más sólidos, el Partido popular de la Comunitat Valenciana. La batalla que enfrentó a zaplanistas y campsistas, y que duró varios años, salió a la palestra este viernes en una comisión de investigación de Les Corts que nada tenía que ver con las trifulcas políticas.
Una comisión que, más allá de los titulares sobre lo que versaba, ha dejado a más de uno boquiabierto con la ‘sinceridad’ de González Pons al hablar de una época, unos años, en los que las balas eran todas de ‘fuego amigo’.
González Pons estaba citado para intervenir en la comisión de investigación de Ciegsa (empresa encargada de construir colegios), ya que fue conseller de Educación en 2003. Su declaración ante la comisión fue como la lectura de un guión de cine, no se salió de la línea salvo para hablar del partido.
Fue en esa respuesta cuando improvisó unas cuantas líneas dentro del guión que dejaron a los asistentes boquiabiertos. La primera de las frases estrella fue: "Decidí no acabar el IVAM, y dejar el dinero para terminar los colegios, lo que abrió una auténtica guerra civil en mi partido". Y apostilló: "Esta época acabó con mi cese como conseller".
Las declaraciones en la comisión del eurodiputado llegaron hasta el punto de decir que, al rebajar el presupuesto de Cultura, su propio partido le puso una enmienda a los presupuestos de la Generalitat. González Pons destacó hasta en dos ocasiones "la buena relación que mantenía con el PSPV", algo que en aquella época, con una guerra abierta pero encubierta entre campsistas y zaplanistas, hubiera sido imposible de escuchar. Todo ello era porque, tal y como afirmó el eurodiputado "era una época particularmente convulsa" en el partido.
González Pons ha sido el primer dirigente del Partido Popular en hablar, delante de otras formaciones y de periodistas, de una guerra interna sobre la que han corrido ríos de tinta, pero sobre la que nadie hablaba abiertamente.
El conseller de Educación entre los años 2003 y 2004 destacó que la empresa pública Ciegsa era "necesaria" porque a la llegada del PP a la Generalitat "faltaban muchas infraestructuras escolares", al tiempo que aseguró que durante el tiempo en el que él estuvo al frente de la misma "convivieron todas las familias del PP" en su seno y "todas las personas se comportaron con honestidad y con arreglo a la ley".
Respecto a los sobrecostes en las obras, que según indicó "supervisaba Ciegsa" y recepcionaba la Generalitat con la presencia de un interventor, afirmó que en su época -"hablo de lo que yo sé"- el aumento en los costes se debía, principalmente, a que los técnicos revisaban "proyectos antiguos" que había que actualizar, por lo que se "convertían en más caros"; a que hasta entonces se adjudicaban los contratos con proyecto base y no de ejecución, una premisa que él cambió según ha indicado; y por haberse licitado por lotes.
En este sentido, apuntó que al inicio estaba justificado que se licitaran de este modo por la "urgente" necesidad de construir centros tras la entrada en vigor de la Logse, que, tal y como ha subrayado, "obligaba a desdoblar los centros y había que separar Primaria de Secundaria". González Pons manifestó además que las modificaciones de contratos y de obra que se producen en la actualidad también se producían en aquella época.
"Ahora el Gobierno, en el que Podemos está sin estar, sólo han puesto un centro en funcionamiento y los padres se están quejando de grietas y desconchados y no hay ni aulas prefabricadas", lamentó el ahora eurodiputado popular, quien defendió que en su año como conseller tuvo que hacer frente a la incorporación de 10.000 niños en un curso escolar.
El exconseller consideró además que "quienes certificaban los sobrecostes deberían comparecer", porque si no en la comisión no va a haber "más que teorías" y corre el riesgo de convertirse "en la comisión de las cuentas del gran capitán, que acaba persiguiendo cosas que deberían perseguirse pero olvidando los colegios que se construyeron", destacó.
Asimismo, reivindicó que "las disputas políticas nos las pague el sistema educativo". "Eso sí es un crimen, la educativa debe ser la primera política de consenso; si fuéramos capaces de que lo fuera, estaríamos diciendo la verdad cuando decimos que queremos construir un futuro juntos", aseveró.
"Si volviera atrás, volvería a empezar como lo hice como conseller: no voy a construir la ampliación del IVAM sin haber eliminado los barracones; yo no pondría en marcha la nueva televisión pública hasta que todos los niños no tuviesen un aula digna", concluyó.